

Según el documental de la Deutsche Welle (DW alemana) ¿Por qué somos cada vez más tontos? creíamos que el ser humano era cada vez más inteligente y así evolucionamos hasta el año de 1922, cuando se empezaron a registrar datos que mostraban que, por causas del grado de desarrollo tecnológico y de las actividades cotidianas que realizamos los seres humanos, dejamos de entrenar nuestros cerebros y las investigaciones apuntan a que en efecto estamos siendo cada vez más tontos y las juventudes se están idiotizando. Podemos creerlo o no, solo hay que observar cómo nos estamos comportando.
Para poner un ejemplo reciente, de estos días, en las que muchas mujeres se sienten indignadas e impotentes ante el bochornoso asunto del caso del Cuauhtémoc Blanco, señalado como posible infractor del delito del orden sexual y, el comportamiento de algunas diputadas de Morena con el gritó “No estás solo” votaron para conservar el fuero del diputado Cuauhtémoc, este comportamiento se enmarca en lo que señala la investigación de la DW.

Pero aún lo más delicado y profundo es lo que observo Dietrich Bonhoeffer (1906-1945) sobre la estupidez humana, al respecto señalo: “que la estupidez es peligrosa porque es maleable, el estúpido no piensa por sí mismo, sino que repite consignas del poder o la masa sin crítica”. Entre otras reflexiones Dietrich observó cómo el nazismo alimentaba la estupidez al anular el pensamiento independiente mediante la propaganda y el miedo, eso hace el autoritarismo y la manipulación.
La estupidez florece cuando las personas renuncian a su responsabilidad individual por comodidad o seguridad.
Dietrich Bonhoeffer plantea una posible solución a este terrible padecimiento y nos dice: solo un despertar ético o espiritual puede vencer la estupidez, nunca la razón sola. Frente a sistemas opresivos, la responsabilidad personal es clave, la crítica y la resistencia son el camino.
En tiempos de las redes sociales y la IA inteligencia artificial ser tonto y estúpido es un peligro para la humanidad.

