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Fortalecer la solidaridad con las madres buscadoras

 

Que Teuchitlán genere conciencia de lo que nadie debe considerar aceptable, hoy fortalecemos la solidaridad con las madres buscadoras y exigimos al gobierno aplicar todas las medidas de búsqueda, ya basta de impunidad.

Que el horror nuble la vista por la tristeza y las lágrimas nos permitan ver la terrible realidad que debemos transformar.

Nuestra lucha es por la vida digna de todas las personas y eso lo vamos a defender, gobierne quien gobierne. Ningún crimen debe quedar impune ni ayer ni ahora. Nuestra solidaridad con las madres buscadoras es desde siempre. Hasta que la dignidad se haga costumbre y haya verdad y justicia. Porque amamos, luchamos.

Ante el horror de las masacres nuestra voz de protesta e indignación, exigimos investigación a fondo y que se termine con la impunidad de los perpetradores de graves violaciones de derechos humanos, producto de la descomposición social y las violencias criminal e institucional.

Desde el zócalo de Cuernavaca escribimos: Yo pisare las calles descalzo, para acariciar la tierra que nos une, hasta que llegues a calzar el par de zapatos que hoy te dejo en esta plaza pública, cuando los senderos que se bifurcan te permitan volver a caminar por estos caminos de la vida, que no han de ser si tú no estás.

Cientos de colectivos y organizaciones expresamos nuestra preocupación ante las declaraciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en lo que pareciera una definición de política pública para atender la crisis de las desapariciones en México.

La presidenta debe tomar en cuenta que las organizaciones de buscadores y buscadoras, así como muchas organizaciones de la sociedad civil, hemos luchado contra corriente por más de tres sexenios para la creación de normas e instituciones para atender las miles de desapariciones en el país que, sin embargo, no han contado con el apoyo político y presupuestal para que funcionen, al contrario, ya son más de 140 mil personas desaparecidas, de 72 mil cuerpos sin identificar acumulados, de impunidad y de desprecio por las víctimas y su sufrimiento.

Se requiere un Plan Nacional de Investigación y de Prevención de Desapariciones, ya que el Estado tiene la obligación y es responsable de proteger los

derechos de todos los ciudadanos incluso ante los delitos de terceros, y un Plan para combatir la Impunidad sin el cual las desapariciones por el Estado o por particulares siguen siendo alentadas como método para ocultar otros crímenes, no obstante, la ley ya establece la obligación de crear un banco nacional de datos forenses a cargo de la Fiscalía General de la República, pero que en realidad no ha operado.

Sobre crear la Plataforma Nacional de Identificación Humana, es claro que no ha existido la voluntad política para crear un sistema que homologue y comparta en tiempo real la información entre fiscalías y centros de identificación humana que han quedado en promesas.

Fortalecer el Centro Nacional de Identificación Humana que tendrá a su cargo la gestión de la Plataforma Nacional de Identificación Humana, ya que éste fue cerrado y su personal despedido. Los colectivos necesitan garantías de continuidad y de suficiencia presupuestaria, tecnológica y humana para atender la problemática a la altura de los retos que enfrentamos.

El Protocolo Homologado de Búsqueda ya incluye todos esos elementos de manera adecuada y el problema es su falta de aplicación.

Es una pésima idea equiparar el delito de desaparición al de secuestro, y homologar tanto penas como procedimientos de investigación del delito de desaparición en todas las Fiscalías estatales y la Fiscalía federal, porque los delitos de desaparición se investigaban como “secuestros” que eran fácilmente desechados por no existir de por medio una petición de rescate; por eso empujamos la ley y la creación de un delito autónomo de acuerdo con las convenciones internacionales. Equiparar las desapariciones al secuestro exhibe un desconocimiento profundo de la grave problemática que enfrenta el país si no es que un nuevo intento por negar las desapariciones.

“Nunca ocultaremos nada. La verdad debe prevalecer siempre. En mi gobierno no habrá construcción oscura de verdades históricas, nunca; desde el gobierno no se tolerará la construcción de verdades a medias o falsedades. Siempre estaremos con la verdad y con la justicia.” expresó la presidenta. Si este es el compromiso que quiere adquirir entonces exigimos:

Un Plan Nacional de Investigación y de Prevención de Desapariciones con la participación activa de los colectivos de buscadoras y buscadores y organizaciones de la sociedad civil.

Un plan para abatir la impunidad solicitando el apoyo de Naciones Unidas, para la creación de un Mecanismo Extraordinario contra la Impunidad que colabore en la aplicación del ejercicio de la acción penal de manera subsidiaria y que apoye al fortalecimiento de las fiscalías.

Un sistema de rendición de cuentas, que debe incluir la vigilancia y auditoria de las fiscalías; la reactivación del Consejo Ciudadano del Sistema Nacional de Búsqueda, la reactivación del Consejo Ciudadano de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Un Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense que apoye en la homologación de los sistemas informáticos en todo el país relacionados con la identificación de personas, así como el fortalecimiento y coordinación técnica, presupuestaria y humana para la identificación de los más de 72 mil cuerpos acumulados en los CEMEFO del país y de los cientos de miles de fragmento óseos bajo resguardo más lo que se sigan encontrando.

Personal calificado y suficiente en las Comisiones de Búsqueda y en las Comisiones de Atención a Víctimas, con suficiente presupuesto y con un enfoque victimal. Basta que el Estado litigue contra las víctimas.

Incluir en los informes semanales del gabinete de seguridad el delito de desapariciones que como delito de alto impacto ha estado ausente. No modificar

ninguna ley sin convocar en calidad de urgencia a los colectivos de buscadoras y buscadores para discutir cómo abordar todos los puntos anteriores.

Más que nunca es necesario un polo social independiente para luchar juntos, porque no puede haber democracia con desaparecidos.

José Martínez Cruz y Marco Aurelio Palma Apodaca