En 2025, el primer gobierno emanado de la izquierda partidista en Morelos dispondrá un presupuesto superior a los 24 mil millones de pesos de los 38 mil 198 millones de pesos para todo el Estado (3 mil 766 millones corresponden a ingresos propios, y el resto son recursos federales), más de 2,549 millones de pesos respecto a 2024, pero casi 2 mil millones menos de los 40 mil 046 millones 257 mil 628 pesos que proponía la gobernadora Margarita Gonzáles Saravia.
A grandes rasgos, entre varios rubros, la distribución considera: Mil 863 millones de pesos para Seguridad, más de tres mil 765 millones de pesos para Salud; 197 millones de pesos para Desarrollo Agropecuario, 12 mil 846 millones de pesos para Educación, y más de mil 336 millones de pesos para la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). A los 36 municipios se les presupuestó 8 mil 368 millones de pesos, y con más de 552 millones de pesos se creó el Fondo de Aportaciones Estatales para el Fomento Municipal.
González Saravia se convierte así, en la primera mujer que tiene en sus manos la responsabilidad de ejercer, distribuir y administrar recursos públicos para “atender las necesidades de la sociedad morelense”, como ella misma lo reconoció, luego de agradecer la construcción de acuerdos para la autorización del paquete económico por parte del Congreso local.
En el ámbito de la Secretaría de Cultura Morelos, aún desconocemos el presupuesto aprobado, pero luego de la Reunión Nacional de Cultura 2024, celebrada en Aguascalientes, inferimos algunas que algunas de las prioridades a las que se orientará el presupuesto: Tlalli. Espacios Culturales, La Ruta del Tlacuache, Fondo Fonográfico del Estado de Morelos, Morelos Lee y el Centro de Artes Digitales. También desconocemos dichos programas, pues no hay información disponible ni en comunicados ni a través de plataformas digitales.
Lo que es cierto es que en 2025 la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos enfrenta uno de sus mayores retos, y no es económico, sino moral: estar a la altura de las necesidades de una población y del sector cultural que ya cuenta con un instrumento legal para la defensa de sus derechos, la Ley de Cultura y Derechos Culturales del Estado de Morelos.
A ello se suma la casi nula presencia de la institución en las comunidades, más allá de eventos o acciones efímeras de intervención artística, pues ello no refleja una política cultural consistente. Por supuesto, apenas son tres meses del camino recorrido en el que la secretaria de cultura, Montserrat Orellana Colmenares se ha tenido que enfrentar a los yerros de la ominosa administración de Cuauhtémoc Blanco y de su titular de la entonces Secretaría de Turismo y Cultura.
Pero esa narrativa de culpa al pasado sin responsabilidades se agota pronto. El panorama es complejo: el sector cultural morelense se encuentra sumamente pauperizado; urge una necesaria revisión salarial a los trabajadores de la cultura, así como a los tabuladores y seguridad social de los prestadores de servicios profesionales; necesario es un programa de rehabilitación, mantenimiento y equipamiento permanente de la infraestructura cultural estatal, especialmente de la Red de Museos, incluyendo al Jardín Borda, que se encuentra subutilizado desde la administración de Graco Ramírez. Es necesario ir más allá del Auditorio Teopanzolco, el Museo Morelense de Arte Contemporáneo o el Museo Morelense de Arte Popular. Urge se vuelva la mirada al interior y aprovechar la infraestructura existente desde una perspectiva descentralizador, incluyente y más equitativa hacia las 36 municipalidades.
La Secretaría de Cultura de Morelos tiene una oportunidad insoslayable en la integración del Consejo Consultivo Ciudadano de Cultura que, como lo establece el artículo 21 de la Ley de Cultura y Derechos Culturales, El consejo estará integrado por:
“I. La persona Titular del Ejecutivo, que lo presidirá; II. La persona Titular de la Secretaría de Cultura, que lo presidirá en representación del Titular del Ejecutivo, en ausencia de éste; III. Un integrante de la Secretaría de Cultura que fungirá como secretario técnico, sin derecho a voto; IV. La persona Titular de la Secretaría de Educación; V. La persona titular de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; VI. La persona titular de la rectoría del Centro Morelense de las Artes; VII. La persona titular del Instituto de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal de Morelos, y VIII. Cuatro representantes regionales de la comunidad artística y cultural de la sociedad morelense, uno por cada zona según lo establecido en el artículo 15 de esta Ley, observando para su designación la paridad de género e inclusión indígena. Podrá ser invitado a las sesiones del Consejo Consultivo Ciudadano de Cultura del estado de Morelos, la persona titular del Centro INAH Morelos o quien ella designe.”
El Consejo tiene las siguientes atribuciones (Art 22.): I. Participar en la elaboración del Programa Sectorial de Cultura; II. Sugerir las políticas públicas que sean necesarias en materia de cultura a las autoridades competentes del Estado; III. Promover la celebración de convenios y bases de colaboración que sean necesarios para el cumplimiento de los fines de esta Ley, en el ámbito de competencia y facultades de cada uno de los integrantes; IV. Impulsar la protección de la identidad y la diversidad cultural de las personas, pueblos y comunidades, promoviendo los procedimientos y formas de vinculación que sean necesarios; V. Participar, proponer y coadyuvar con la Secretaría de Turismo y Cultura en el diseño y difusión de las convocatorias estatales y con la difusión de las convocatorias federales para el otorgamiento de estímulos a los creadores, artesanos, artistas y agentes culturales, instituciones o colectivos que los agrupen, en los términos de las normas legales y presupuesto vigentes; VI. Coadyuvar para que, en materia de cultura, se garantice y promueva el ejercicio de los derechos culturales de las personas, con especial atención a la infancia, adolescencia, discapacitados, personas mayores, y todas aquellas en situación de vulnerabilidad o marginación del Estado; VII. Sugerir las medidas que considere necesarias para la preservación y el enriquecimiento del patrimonio cultural, biocultural y de las zonas de interés cultural del Estado; VIII. Proponer a la Secretaría de Turismo y Cultura la celebración de foros de consulta, mesas de trabajo congresos y coloquios en materia cultural, en los términos de la legislación aplicable; IX. Proponer a la Secretaría medidas orientadas a promover los derechos humanos para los creadores, artesanos, artistitas y otros agendes culturales en el estado de Morelos; X. Opinar sobre las propuestas de declaratoria de patrimonio cultural, biocultural y zonas de interés cultural, que le proponga la Secretaría de Turismo y Cultura y sugerir estrategias para su puesta en valor y difusión;
El proyecto cultural de la administración de Margarita González Saravia no puede perder su necesaria naturaleza colectiva, ni la ruta de la necesaria regionalización para romper con las viejas prácticas del centralismo cultural, y para el mejor aprovechamiento de los recursos materiales, en especie y económicos. El Consejo es una oportunidad de verdadera democracia cultural.
Felices fiestas. Y sí, si no es cultural y colectiva, no es transformación.