(Segunda y última)
Además, creemos que no hay que depender de los partidos del sistema en tanto que los trabajadores bien podríamos organizarnos democrática e independientemente si los grupos anticapitalistas nos ayudan creando Bibliotecas populares, Casas del Pueblo, cooperativas, círculos de instrucción y discusión gratuitos.
Y es importante permanecer alertas ante los riesgos que podemos correr. Por ejemplo, la sinceridad y humana fraternidad de los cristianos de las catacumbas eran grandes, pero su doctrina se transformó en dogma y, desde el poder religioso e imperial, declaró ilegales a todos los demás cultos, organizó sangrientas cruzadas, instituyó la Inquisición, combatió las ciencias, el libre pensamiento, la democracia, provocó genocidios y, concebida como herramienta de liberación, fue en cambio arma para imponer la peor barbarie.
Hoy por hoy este partido está convertido en un instrumento meramente electoral que cree que el mundo se cambia poniendo más papeletas que otros en las urnas e imagina que en las instituciones que disputa -y no en las sedes del capital financiero internacional- se deciden las leyes y las políticas. Y piensa, además, que la ocupación de puestos de gobierno equivale a conquistas de posiciones de poder.
No opta por ganar las conciencias ni por dar una batalla ideológica. No opta tampoco por las luchas, sino por las movilizaciones electorales. Lamentablemente. Nada de lo que sucede en el mundo está presente en sus Congresos ni en sus programas ni en la acción y preocupación de sus dirigentes:
-la crisis terrible del capitalismo con la posibilidad de guerras devastadoras y hambrunas…
-la respuesta de los trabajadores a esa crisis…
-la problemática de nuestra América Latina…
-el desastre ecológico y la urgencia de preparar un cambio en las tecnologías energéticas…
¿Cómo combatir contra los efectos en México de un sistema capitalista que es mundial con una visión que ni siquiera llega a ser regional y que, para colmo, cree natural e inalterable un régimen que nos arrastra cada vez a abismos peores? Discutamos: política, programa, objetivos, métodos de lucha, alianzas sociales, perspectivas mundiales y la construcción de un partido de los trabajadores que México necesita. Estamos obligados.
El Partido tiene que acompañar a su Gobierno críticamente porque no es un aparato incondicional de las decisiones que tome ese gobierno en acción. Tiene que apoyarlo con elementos suficientes, criticarlo si observa alguna desviación o alguna tolerancia a elementos que se alejen de los principios o de los compromisos asumidos.
La historia personal de elementos insertados en la cúpula de gobierno cuenta siempre a la hora de hacer compromisos públicos y el Partido debe estar vigilante de esa conducta. Fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, el desarrollo afectivo y el trabajo colaborativo. Una actitud emancipadora no para reproducir el capitalismo.
Porque también estamos obligados a manifestarnos en contra de la hipocresía, la mezquindad, el egoísmo, la mojigatería, el fanatismo, el puritanismo, la guerra, la explotación, la miseria social e intelectual. La MORAL es entereza, integridad y, sobre todo, voluntad de hacer y de actuar.
Radicalizar la postura partidista no es un exceso, significa ir a la raíz de los problemas, significa no andarse por las ramas. No se trata de oponerse a la Globalización sino de radicalizarla, es decir, universalizarla. Reivindicar la Democracia como el movimiento de los sin-parte, de los excluidos.
1. Recuperar la Lucha de Clases como la principal vía emancipatoria.
2. Necesidad de organizar global y políticamente esa lucha. El enemigo es el Capitalismo y es Global.
3. Reivindicar la emancipación desde una concepción democrática no liberal, que de la palabra a los excluidos.
4. Defender una Globalización de Derechos y de oportunidades en la que cada cual pueda desarrollar su singularidad.
Preguntémonos:
- ¿Qué sigue para la Izquierda en México? ¿Tiene futuro?
- ¿Cómo analizar y evaluar estratégicamente posibles alianzas tácticas con fuerzas antagónicas y aun con enemigos históricos?
- ¿Siguen teniéndose los mismos enemigos de siempre?
- ¿Cuáles serían, en caso de que los hubiera, los nuevos enemigos?
- ¿Qué hacer con la Socialdemocracia y con las visiones centroprogresistas?
- ¿Qué hacer con el Nacionalismo y con el Nacionalismo revolucionario?
- ¿Es dable la unidad a toda costa entre las fuerzas de Izquierda?