Llega a la arena de la contienda por la candidatura de Morena para la gubernatura de Morelos un personaje que muchos esperaban desde el 2018, cuando ya lo habían perfilado las fuerzas de este partido para ese mismo espacio, aunque entonces se lo cedió al PES para respaldar la candidatura que más les importaba, la de la Presidencia de la República.
El actual titular de la Coordinación General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, Rabindranath Salazar Solorio, o Rabin como muchos le dicen, fue el Coordinador Territorial de Morena en la IV Circunscripción Federal en 2018 y antes ya había sido Coordinador Estatal de Organización de su mismo partido en Morelos. No es un desconocido ni en su partido ni en la política local.
Además, desde 2018 el Presidente de la República le ha conferido cargos de gran responsabilidad, desde la organización y puesta en marcha del Banco del Bienestar, a la subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, hasta llegar a su encargo actual.
Con estos antecedentes, muchos lo consideraban el candidato natural, aunque su tardanza por levantar la mano y por comenzar a circular por el estado libre de cualquier obligación que no fuera la construcción de su candidatura, comenzó a levantar inquietudes -o esperanzas- en algunos.
En la entrevista que publicamos hoy, Rabin no deja lugar a dudas: sí va por la candidatura de su partido y no va a dejar el cargo, por lo menos en los próximos días. Ha tenido más que seis años para estudiar al Estado y sus necesidades y dice tener un diagnóstico claro y la receta adecuada y, por el otro lado, afirma que, aunque sabe que incluso por ley no puede permanecer como funcionario en activo mucho tiempo más, renunciará hasta que haya concluido con diversos asuntos que lo atan todavía al encargo.
Pero aclara que se sumará a la contienda por la candidatura como sus correligionarios con las mismas pretensiones, que nadie le debe nada y una candidatura, menos. Él no viene en caballo de hacienda.
Sin embargo, tampoco tiene dudas en que será el candidato, basa su confianza en la fuerza que ha sabido concitar a su alrededor y que durante toda su experiencia profesional ha alimentado: la negociación, el diálogo y saber delegar responsabilidades. Es cercano a muchos políticos actuales entre diputados, presidentes municipales y funcionarios públicos y ha sabido mantenerse con un peso específico en la política morelense, aunque por el momento despache en la Ciudad de México.
Rabindranath Salazar se considera a sí mismo una persona de equipo que sabe trabajar con los demás, algo ajeno a la política local actual; pero que, a lo largo de los años, le ha granjeado por lo menos el respeto de muchos.
Así es que en la arena política, en donde ya muchos acusan los estragos de la batalla, está a punto de incorporarse un nuevo elemento que, según él, prefiere usar la palabra antes que la espada. Sin duda estaremos muy pendientes de todo este proceso.