loader image

José Antonio Gómez Espinoza

Desde hace un par de años suelo asistir a misa los domingos, disfruto escuchar los análisis y reflexiones que hace un joven párroco quien tiene la habilidad de hacer actuales y pertinentes los mensajes de las lecturas. En una de sus homilías hizo hincapié en la toxicidad de quien razona demasiado impide la expresión de emociones y sentimientos. 

Literalmente dijo que “hay gente muy inteligente, pero al no desintoxicarse de sus razonamientos se cierran al movimiento del amor”. Alguien muy cercano que sabe de mi trabajo en el ámbito intelectual con un codazo elocuente me dijo sin hablar “hay te hablan”.

Si se escucha y se intenta comprender estecomentario dominical en su forma literal y extraído de su contexto, éste pudiera sonar como un silogismo o una premisa sofista que se podría formular de la siguiente manera: razonar intoxica, por tanto, se debe dejar de razonar.

No creo que este joven sacerdote a quien he tenido la oportunidad de conocer un poco y sé de su razonamiento abierto y actual, haya tenido la intención de entrar al debate estéril sobre las contradicciones entre el quehacer científico y el religioso, por lo contrario, me consta que en su razonamiento busca la conciliación entre la fe y la razón.

El comentario del joven sacerdote me motivó areflexionar sobre el significado y el sentido de dosconceptos “razonar” y “racionalizar” que pudieran considerarse como sinónimos, aunque tienen significados diferentes, el primero es una guía que busca conducirnos a la verdad y el otro es una deformación que no busca llegar a la verdad sino al engaño a la manera de los sofistas.

Los sofistas en su propuesta original consideran a la palabra como la expresión del pensar en tanto que la retórica es el instrumento para llegar a la verdad. Esta idea original se fue desvirtuando con el tiempo, de suerte que la retórica ya no era un instrumento para la búsqueda de la verdad sino una herramienta para sostener ideas usando las más intrincadas argumentaciones.

Los sofistas se caracterizan no por la búsqueda de la verdad sino por buscar la victoria en los debates, aunque para esto tengan que usar argumentaciones falaces o deshonestas. El termino sofista, en la actualidad tiene una connotación peyorativa pues se considera como sinónimo de engaño a través del uso de la retórica o del malabarismo verbal. Todos conocemos a personas muy hábiles en este arte.  

Para incursionar en esta reflexión, analicemos primero ¿Quésignifica razonar? La Real Academia de la lengua define al vocablo “razonar” como: “exponer razones para explicar o demostrar algo y también, ordenar y relacionar ideas para llegar a una conclusión”.

Por otro lado, la misma Real Academia de la Lengua (RAE)define el vocablo “racionalizar” como “Reducir a normas o conceptos racionales o también, organizar la producción, el trabajo de manera que aumente los rendimientos o reduzca los costos con el mínimo esfuerzo”.  Estas definiciones de “racionalizar” no aportan al esclarecimiento del concepto en discusión. 

Fue en el psicoanálisis cuando Freud retoma el constructo “racionalización” como un mecanismo de defensa mediante un razonamiento que busca justificar, conductas, actitudes, sentimientos, ansiedades etcétera. La racionalización bajo esta visión es una forma de distorsionar la realidad para justificar prejuicios o fracasos. 

La racionalización es una práctica universal, nadie está exento de la racionalización para justificar o defender aun lo indefendible o de echar la culpa a la mala suerte, a las circunstancias, al clima, la falta de medios o recursos, etcétera. 

En síntesis, podemos concluir que al “razonar”, se analiza yorganiza la información para llegar a conclusiones en tanto que, “racionalizar” es una forma de justificar algo, aunque para esto sea necesario distorsionar la realidad. 

Considero que los humanos tenemos el deber de ejercitar la“razón” como un instrumento que permite conocer, reconocer e interpretar la realidad y, por otro lado, evitar la “racionalización”, pues ésta intoxica y enmascara los componentes de la naturaleza humana a la manera de los sofistas cuyo objetivo era ganar los debates a través de la retórica, aunque para esto, se tuviera que enmascarar o falsear la verdad. 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *