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Investigadores del IMSS descubren que follaje del Tejo tiene propiedades anticancerígenas

Alejandro Zamilpa Álvarez*

En el Centro de Investigación Biomédica del Sur, del Instituto Mexicano del Seguro Social, investigadores descubrieron que además de la corteza, el follaje del árbol Taxus globosa, conocido popularmente como “Tejo” mexicano, también produce taxol y otros elementos que han sido denominados como taxanos.

Esto abre un amplio rango de posibilidades de investigación con este árbol nativo de México y Centroamérica. La historia de este árbol es un ejemplo de la evolución del conocimiento ancestral de una especie medicinal. Para convertirlo, por medio de las nuevas herramientas científicas y tecnológicas, en uno de los medicamentos anticancerígenos más utilizado en el mundo para el tratamiento del cáncer.

Esta travesía del Tejo, desde su uso en la medicina ancestral, hasta el descubrimiento del taxol, demuestra la importancia y vigencia que tiene el conocimiento de la medicina tradicional para resolver problemas de salud de la sociedad.

A principio de la década de los 60, el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos estudió más de 35,000 especies. Ahí encontraron que la corteza de Taxus brevifolia contiene un compuesto químico antitumoral al que llamaron Taxol. Este fármaco, permitió el desarrollo de un medicamento anticancerígeno, cuyo problema del uso de cantidades inmensas de corteza para implementar ensayos clínicos fue resuelto con la biotecnología.

El tratamiento del cáncer de ovario avanzado fue uno de los primeros casos de éxito al que se sumaron con el tiempo, otros tipos de cáncer como el de mama y pulmón. Por la forma en la que ejerce sus propiedades anticancerígenas este medicamento se emplea incluso en tumores resistentes a otros medicamentos, como el cisplatino o el metotrexato.

En el continente asiático, el TEJO chino (Taxus chinensis) reserva su uso solo a los médicos tradicionales, quienes lo emplean para el tratamiento de problemas circulatorios, dolores articulares y como diurético. En América del Norte, las tribus nativas lo utilizaban para tratar la tos, fiebre y problemas estomacales.

Los Centros de Investigación Biomédica, tienen como misión, desarrollar líneas de investigación, que permitan el descubrimiento y desarrollo de nuevos medicamentos útiles en el manejo de las enfermedades que afectan a la población mexicana. Con base en el estudio científico de las plantas medicinales se han generado acciones sobre diversas enfermedades, y principalmente aquellas con potencial aplicación en el tratamiento del cáncer.

* Director del Centro de Investigación Biomédica del Sur, IMSS OOAD Morelos.

La Jornada Morelos