

Lo que debes saber acerca de amibiasis intestinal
Patricia Sánchez Alcalá Díaz* y Ricardo Castrejón Salgado**

Empieza la temporada de calor y con ello inician las enfermedades infecciosas, una de ellas la amibiasis intestinal.
¿Qué es la amibiasis intestinal? es una infección intestinal parasitaria causada principalmente por un parásito llamado Entamoeba histolytica. Este es un parásito microscópico, ampliamente distribuido a nivel mundial. Se transmite por vía fecal-oral, es decir, a través de consumo de agua o alimentos contaminados con heces que contengan quistes del parásito.
La infección inicia cuando se ingieren los quistes y el parásito llega al intestino donde se desarrolla y multiplica. Algunos quistes son excretados junto con la materia fecal y pueden reinfectar a más personas. Mientras que otros, invaden la pared del intestino causando inflamación de manera local provocando la sintomatología propia de la enfermedad.
Aunque puede afectar a gran parte de la población, es particularmente frecuente en donde las condiciones de higiene son deficientes o inadecuadas.

Los síntomas pueden variar desde diarrea leve hasta una diarrea con presencia de sangre visible en la materia fecal y moco. No obstante, la infección también puede tener complicaciones severas, cuando el parasito se propaga a través del torrente sanguíneo al hígado ocasionando abscesos hepáticos. En casos raros, puede extenderse a otros órganos como los pulmones, cerebro entre otros.
Los síntomas más comunes suelen aparecer entre 7 y 28 días después de la exposición al parásito e incluyen: cólicos abdominales, diarrea líquida con 3 a 8 evacuaciones diarias, flatulencia excesiva (gases), pérdida de peso, cansancio extremo, presencia de sangre y moco en las heces. Hay casos graves en los que la materia fecal contiene moco, sangre y se puede evacuar varias veces al día, el riesgo mayor de esto es la deshidratación severa.
Existen ciertos factores de riesgo o condiciones que hacen que la persona sea más susceptible al desarrollo de la enfermedad o agravar sus manifestaciones clínicas, entre los que se encuentra el consumo excesivo de alcohol, el cáncer, la desnutrición, la inmunosupresión, el embarazo, los niños y personas mayores (adultos mayores). También existe el portador asintomático que puede estar excretando quistes en la materia fecal y por lo tanto, seguir propagando la infección.
Existen medidas preventivas básicas que se pueden implementar desde el ámbito familiar y de esta forma prevenir o controlar la amebiasis: el tan importante lavado de manos antes de comer y después de usar el baño. Eliminación adecuada de material fecal, evitar el fecalismo al aire libre. Mantener las uñas cortas y limpias. Consumir alimentos bien cocidos y desinfectados. Control de insectos y limpieza de la vivienda. Evitar ingerir alimentos en la calle o en lugares con deficientes condiciones higiénicas. Consumir agua potable o hervida.

Consejos prácticos para prevenir la enfermedad:
Acudir a tu unidad de salud para su valoración y recibir desparasitación correspondiente. Ante los primeros síntomas es importante no auto medicarse y solicitar atención médica para recibir una valoración integral, se establezca un diagnóstico oportuno, tratamiento adecuado y seguimiento de los pacientes para evitar agravamiento de la enfermedad y sus complicaciones.
* Médico Epidemiólogo. Coordinación de Planeación y Enlace Institucional. patricia.alcala@imss.gob.mx
**Especialista en Medicina Familiar. Unidad de Medicina Familiar No.3. carisal13@hotmail.com

