

Daniela Sandoval *
En un mundo cada vez más globalizado, la soberanía alimentaria emerge como una propuesta que busca devolver a las comunidades el poder de decidir qué, cómo y para quién producir alimentos. Este concepto, acuñado por el movimiento internacional Vía Campesina en 1996, va más allá de la simple seguridad alimentaria. No se trata sólo de garantizar el acceso a los alimentos, sino de priorizar la producción local, sostenible y culturalmente adecuada, fortaleciendo la autonomía de los pueblos y la equidad social.
Poner en práctica la soberanía alimentaria implica varios pasos clave. En primer lugar, es esencial fomentar la agricultura local, apostando por técnicas agroecológicas que respeten el medio ambiente y preserven la biodiversidad. Esto incluye la promoción de huertos comunitarios y familiares, donde las personas puedan cultivar sus propios alimentos de manera sostenible.

En segundo lugar, es crucial fortalecer los mercados locales. Esto puede lograrse mediante ferias agroecológicas, cooperativas de consumo y sistemas de intercambio basados en la confianza y la solidaridad. Además, es importante promover el comercio justo, asegurando precios dignos para los pequeños productores.
Por último, la educación alimentaria y la transmisión de saberes tradicionales son fundamentales. Al valorar y preservar las semillas nativas y las prácticas agrícolas ancestrales, las comunidades no sólo protegen su patrimonio cultural, sino que también garantizan su capacidad de adaptarse a los retos del cambio climático.
La soberanía alimentaria está estrechamente ligada a la Economía Social y Solidaria (ESS), un enfoque económico que prioriza el bienestar de las personas y el medio ambiente por encima del lucro. La ESS promueve la cooperación, la autogestión y la equidad, valores que se alinean perfectamente con los principios de la soberanía alimentaria.
Un ejemplo de esta sinergia se encuentra en las cooperativas agrícolas, donde los pequeños productores trabajan colectivamente para garantizar su autonomía económica y alimentar a sus comunidades. Estas cooperativas no sólo fortalecen las cadenas cortas de producción y distribución, sino que también generan empleo digno y fomentan la cohesión social.

Además, la ESS abren la puerta a nuevas formas de financiación participativa, como los fondos comunitarios y las monedas locales, que apoyan proyectos de soberanía alimentaria. Estos mecanismos refuerzan la resiliencia de las comunidades y su capacidad para enfrentar las crisis económicas y ambientales.
La soberanía alimentaria y la Economía Social y Solidaria ofrece una visión de futuro donde la producción y el consumo de alimentos están en armonía con el medio ambiente y las necesidades de las personas. Este modelo desafía las lógicas extractivistas y mercantilistas que han dominado la agricultura industrial y aboga por sistemas más justos, sostenibles y solidarios.
Como Nodess Morelos Solidario, contribuimos a esta transformación apoyando a los pequeños productores, participando en proyectos comunitarios y educándonos sobre las implicaciones sociales y ambientales de nuestras elecciones alimentarias.
La soberanía alimentaria no es solo una alternativa; es una necesidad urgente para garantizar un planeta más saludable y una sociedad más equitativa. Es hora de actuar juntos para construir un sistema alimentario que respete la vida en todas sus formas y fortalezca los lazos de solidaridad en nuestras comunidades.

En Padre Huerto, como empresa social trabajamos para impulsar la soberanía alimentaria a través de la instalación de huertos comunitarios, la promoción de la agroecología y la educación ambiental. Nos enfocamos en crear espacios de aprendizaje y colaboración que fortalezcan la autonomía alimentaria de las comunidades en Morelos y todo el país. Si compartes nuestra visión y te interesa ser parte de este movimiento, síguenos en nuestras redes sociales y acércate a nosotros. Juntos, podemos cultivar un futuro más justo, solidario y sostenible.
*Daniela Sandoval, miembro de Padre Huerto, integrante del Nodess Morelos Solidario y Cooperativo
Foto: Cortesía de la autora
