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(Nuestras Raíces)

DESDE CHIMALACATLÁN. LO MÁS REMOTO EN MORELOS

(Itech Chimalacatlan. In ocachi huehca Morelos)

José René Gama Beltrán*

Leyendo las columnas anteriores que escribió mi amiga, la también cronista Lya Gutiérrez Quintanilla a la que conocí cuando era la Presidenta del Seminario de Cultura Mexicana en Cuernavaca, acerca de los antecedente históricos de Chimalacatlán y de una visita que realizaron a este magnífico lugar, me buscó, me propuso y eso me motivó a compartir con los lectores lo más remoto del estado, ya que este servidor como cronista tanto en Jojutla como en Tlaquiltenango, a mi edad, tengo la enorme fortuna de conocer mucho del tema, así que acepté la propuesta de Lya, con mucho gusto.

Lo envío de la mano, a la distancia, con los primeros pobladores que merodeaban las estribaciones de la cara poniente de la sierra de Huautla. Aglutinados en pequeños grupos nómadas de recolectores y cazadores que dejaron testimonio de su presencia en la Cueva Encantada de la comunidad de Chimalacatlán, municipio de Tlaquiltenango y aunque parece aventurado afirmarlo, su tiempo se remonta a no menos de 22 mil años antes del presente.

Como dato complementario, los fósiles encontrados en la cueva, corresponden a una fauna que vivió en el pleistoceno que comprende de 1.8 millones de años hasta 10 mil años antes de esta era, como apunta el Dr. Eduardo Corona Morales, encargado cuando lo conocí, hace ya varios años, del Laboratorio de Arqueología del INAH Morelos.

Corona Morales me informó en las varias pláticas que sostuvimos, que la pirámide principal de Chimalacatlán que posee una compleja estructura arquitectónica, entre sus características más notables se encuentran 33 terrazas y 33 montículos de piedra labrada escalonadas que se adaptan a la topografía montañosa del lugar. Estas terrazas fueron construidas utilizando grandes bloques de piedra y servían tanto para la agricultura como para la edificación de viviendas y templos y es la que la pirámide se encuentra en la cima del cerro El Venado. Perfecto mirador cuando el cielo está despejado.

Y a decir del arqueólogo Eduardo Corona, “que en la Cueva Encantada encontraron restos de mamíferos medianos como el venado, el caballo americano, felinos con dientes de sable, pero que los más espectaculares son los que pertenecen al grupo de los mamíferos de gran porte, entre ellos a animales ya extintos que guardan relación a los osos hormigueros pero enormes, así como diversos huesos, entre ellos un gran fémur relacionado a los mamuts”.

En Chimalacatlán, la presencia temprana de población humana evolucionó de nómada a sedentaria generando una cultura autóctona sin que le podamos asignar algún nombre y que al ser contactada por una cultura más evolucionada como la Olmeca, desarrolló un sedentarismo más definido al adquirir conocimientos y habilidades que sumaron a sus competencias naturales logradas a través del tiempo y del medio en que vivieron como nómadas.

La agricultura fue el logro más importante que ocasionó el desarrollo de pequeñas aldeas hasta convertirse en metrópolis de estructura social compleja. Etapas que los estudiosos las sitúan entre 1,500 a. de C y 1,500 d. de C. A este período corresponde la zona arqueológica del cerro El Venado en Chimalacatlán, siendo Emilia Florencia Jacobs, mejor conocida como Florencia Müller, entre 1943 y 1946, la que realizó el primer estudio de la Zona que se publica en su tesis titulada: “Chimalacatlán”.

Otros estudios, considerando su estratégica ubicación con relación a Chalcatzingo, municipio de Jantetelco, Morelos, que se encuentra al Norte y Teopantecuantitlán, municipio de Copalillo, Guerrero, que se encuentra al Sur y al quedar Chimalacatlán en medio de estos lugares que pertenecen a la cultura Olmeca, resulta obvio que este sitio también se vio influenciado por dicha cultura.

Como conclusión. En relación a la época prehispánica de Tlaquiltenango, podemos afirmar que a partir de los primeros habitantes en Chimalacatlán, se sucedieron diferentes culturas que dejaron huella, entre ellas, además de la Olmeca, hay presencia histórica de Toltecas, Cohuixcas, Acolhuas, Matlatzincas, Tlahuicas y Mexicas, sin soslayar la posible presencia Maya que aportan signos de su presencia en las construcciones megalítica de Huauxtla y Chimalacatlán, así como en el arte rupestre de Xicatlacotla, localidad que pertenece a Tlaquiltenango.

Y creo que por el momento con esto es suficiente pero seguiré con más porque hay mucho que contar acerca de Chimalacatlán. Y lo haré con gusto como uno de los firmantes que prometimos con el SCM difundir esta zona, ahora lo hago. Vengan y visiten este importante lugar, el más remoto en el tiempo y la distancia de todo el Estado de Morelos.

*Cronista de Jojutla y de Tlaquiltenango, historiador auto didacta.

«La Cueva Encantada donde se encontraron restos de fauna megalítica, ya extinguida en la actualidad. Foto proporcionada por el cronista José René Gama Beltrán.»