(Nuestras raíces)
Teotihuacan
Teotihuacan fue un asentamiento de población que se considera como la urbe paradigmática del área central de Mesoamérica; cuyas dinámicas económica, política y cultural definen esa macro área cultural, en el Clásico Temprano (entre los años 150-650 dC). En el urbanismo teotihuacano convergen algunos rasgos que van a reproducirse y en ocasiones perdurar en otras sociedades y culturas del área cultural del Centro de México y de Mesoamérica.
En cuanto a la periodización del sitio, gracias a los estudios arqueomagnéticos y de 14C recientes, se ha logrado ajustar las fechas absolutas que enmarcan el desarrollo histórico general de la urbe, aproximadamente de la manera que sigue:
FASES TEOTIHUACANAS
Existe un desarrollo histórico del consenso académico acerca de la periodización de la cultura teotihuacana, cuyos inicios más marcados se localizan en el despunte de la era cristiana, en la fase temporal denominada Tzacualli, misma que abarcaría ca del año 1 al 150 dC.
TZACUALLI (1-150 DC), la ciudad alcanzaría los 17 km2 y hasta ca 30000 hab.; se establecen los ejes ortogonales de desarrollo urbano y se construyen la Plaza de la Luna y la Pirámide del Sol, con sus iconografías características. En esa fase se consolidaría la traza urbana ortogonal que es visible actualmente en los restos superficiales de la urbe. También se estableció el patrón nuclear del diseño urbano, el patrón arquitectónico y urbanístico del complejo de tres templos y, en concordancia con lo anterior, se estableció la última orientación de los ejes fundamentales de la traza, norte-sur y este-oeste, con una desviación de 17° en relación con el norte magnético de la Tierra, que caracterizaron al esplendor teotihuacano.
MICCAOTLI (150-225 DC), la urbe pasó de ocupar unos 17 km2 y tener cerca de 30000 habitantes, hasta madir unos 22.5. km2 y contar con unos 45000-85000 habitantes, concentrados mayormente en el sector conocido como la Ciudad Vieja. Se construyen edificios que flanquean la Calzada de los Muertos, con múltiples programas iconográficos distintos uno de otro pero concordantes con el canon teotihuacano, desplegados en distintos componentes arquitectónicos y La Ciudadela, con varios programas iconográficos característicos. Posiblemente la edificación de La Ciudadela marcó, en el urbanismo teotihuacano, la relevancia de la calzada Este-Oeste, que dividiría a la urbe en 4 cuadrantes. A inicios de la fase, se instauró el programa iconográfico en el nivel urbano, conocido como Edificios de Bordes Rojos. A decir de algunos investigadores, son los programas iconográficos expresados por medio de la escultura urbana los que predominaban hasta esta fase.
TLAMIMILOLPA (225-250-350/400 dC), a partir de esta fase, la urbe ya no crece en extensión y surgen o se consolidan los conjuntos arquitectónicos -multifuncionales- como Tetitla, Zacuala, La Ventilla, Atetelco, Yayahuala, Tlamimilolpa y Xolalpan, todos amurallados y, al interior de estos, los distintos programas iconográficos característicos de las diversas funciones sociales y símbolos asignados a espacios específicos, más o menos públicos.
XOLALPAN (350-550 d.C.) hay autores que consideran que la población llegó en esta fase a unos 85000, y se desarrollan algunos conjuntos arquitectónicos con dimensiones modulares de cerca de 60 m. por lado y que se encuentran amurallados en su perímetro, se conocen varios programas iconográficos en sucesivas subestructuras de los edificios, con temas en conformidad con determinadas funciones de los espacios arquitectónicos y sectores urbanos. También se pintan murales en algunos exteriores hacia la Calzada de los Muertos, como el Gran Puma. Hacia la fase Xolalpan Tardío, se atestigua presencia de cerámica Coyotlatelco en la periferia teotihuacana.
METEPEC (550-650): es la fase temporal en la cual sucede la desintegración de la cultura teotihuacana, se presenta en la zona y su área, abundante cerámica tipo Coyotlatelco.
*Profesora investigadora de tiempo completo de El Colegio de Morelos
Foto: INAH