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(Nuestras Raíces)

LA CELEBRACION DE MIKAILHUITL TODOS SANTOS, FIELES DIFUNTOS, EN OCOTEPEC MORELOS

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In Mikailhuitl ipan Ocotepec, Morelos

 

Isidro Rosales Bizarro*

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Es una tradición y costumbre como en todo el país en el último día de octubre y los primeros días de noviembre, pero aquí en Ocotepec, existe otra celebración previa, el día 18 de octubre día de San Lucas para esperar -como así lo llamamos en este pueblo- a las personas que hayan fallecido por causa de una desgracia (accidente).

No existen referencias de que otros pueblos realicen esta tradición en este día como aquí en Ocotepec, pues se esperan igual niños y adultos, las familias se unen para realizar los gastos de las ofrendas, y el convivio que ofrecen a las personas que visitan la casa del finado, toda la noche los familiares cuidan la ofrenda, y las personas que la visitan llevan una vela o un cirio, que anteriormente era por los pobladores adornado, con tiras de papel en espiral de colores, para los niños azul, las niñas rosa y solo para los adultos, debe ser negro o bien llevaban flores de tzempoaxochiltl (veinte flores), que entregan a la familia del difunto.

Previamente a este día, se realiza un novenario en honor a la persona fallecida y en la Iglesia grande, como llamamos a la parroquia, y en las cuatro capillas de los barrios que conforman nuestro pueblo, se hace el repique de doblés, que así llamamos al sonido especial de las campanas para estos días, que se hace por nueve días antes y ocho días después de la celebración, pues se tiene la creencia es hasta la octava (8 días) es cuando se retiran las almas de los difuntos.

Antes, nuestros abuelitos tenían la expresión de decir en mexicano (náhuatl) “llecogue mimila” que quiere decir llegaron los muertos, y para referirse a los niños decían “llecogue pilantzintzin” que quiere decir llegaron los niñitos todos santos, como se les dice, con respeto, a los niños fallecidos.

El 31 de octubre antes del mediodía, los familiares comienzan a poner la mesa con la ofrenda. Un familiar cercano hace la bendición, el sahumerio y pone el pan, son cosas importantes para comenzar esta celebración, y se va imponiendo la señal de la cruz en todo momento.

Al hablarle al alma del difunto, en los familiares aflora el sentimiento y la nostalgia. La ofrenda que formará el cuerpo simulado que es costumbre y tradición única, consiste en pan de dulce, las tradicionales muñequitas espolvoreadas de azúcar roja y ojitos de colorín, huesitos, hojaldras de sal, pan de figura principalmente; además se ofrendan frutas como plátano llamado largo o macho, naranjas de ombligo, mandarinas, manzanas rojas, y amarillas, guayabas, chayotes y cacahuates hervidos con tequesquite, tlaxcales, calabaza y camote en dulce. Además se ponen comidas, como el mole rojo y verde con guajolote, y no deben faltar los tamales de frijol, de manteca y sal y bebidas que en vida gustaban al finado.

No podemos dejar de mencionar los elementos más importantes que componen la mesa de la ofrenda, como son el agua y la sal, las flores de tegaijiac (flor olorosa que crece silvestre) que hoy en día ya no se da tanto, pues se han fincado los terrenos baldíos donde la naturaleza cumplía con su parte en estos días, regalándonos esta preciosa florecita de olor penetrante y muy acorde al fin de la fiesta.

Otra flor muy tradicional es el terciopelo rojo y la gente de nuestro pueblo todavía cumple con esta tradición con estas flores; no pude faltar la flor de cempoaxochitl, adornando sus altares y mesa de la ofrenda. Los cirios vienen a ser otra parte importante, pues es gracias a la fusión de culturas y creencias de dos pueblos distintos el mexicano y europeo, que hoy existe otro elemento importante para muchos fines, como la celebración que describimos.

Algo muy representativo y tradicional de Ocotepec para las ofrendas nuevas, y los altares de las casas, son lo que se conoce como “cielos”, que se hacen de papel de china picado que se coloca sobre el altar y la mesa de la ofrenda, específicamente en el techo, simulando un cielo estrellado con la luna, cometas y ángeles querubines.

Continuará…

*Cronista, tecutli, guardián de las verdaderas costumbres y tradiciones, del pueblo indígena de Ocotepec Morelos México.

La Jornada Morelos