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José Martínez Cruz

1.- En el límite: una vez Carlos, trabajador electricista, me dijo que, en los momentos de máxima tensión, hay que actuar con certeza, porque un descuido puede significar la vida o la muerte (poema para un liniero de alta tensión).

2.- Travesías: no era un día de campo (pero parecía). Día uno: Cuestionamientos e intenciones. Las preguntas adecuadas no son las que se formulan al principio, son las que se responden al final, con el propio cuerpo, con la vida misma.

3.- No más preguntas, diría un juez, no un historiador.

4.- En el torbellino de los inicios/ en el laberinto de las mudanzas/ aún si el reloj de arena está descompuesto/ marca las horas.

5.- Kronos está en todo momento/ esperando pacientemente/ cuando otros tienen prisa/ la soledad está acompañada/ con su lenta contabilidad de los segundos/ atisbando el instante/ en que todas las partículas se aceleren/ y ocurra la explosión estelar/ de un mundo que se convulsiona/ por los dolores de parto.

6.- Leo: torturan a dos mujeres en el robo a un domicilio. Escucho: palabras de apoyo a quien no fue torturado ni estaba ahí. Concluyo: ¿tan invisibles son las mujeres?

7.- Bruma cubre al pueblo cuando pide justicia. Las campanas tocan y se cierran las puertas. Silencio oficial. No por ello cambia la realidad.

8.- Patria es la sonrisa de una niña, su alegría presente, su inocencia fresca, su futuro que no será si no luchamos para transformar esta opresiva realidad.

9.- Dime lo que piensas, dame tu alegre rebeldía, tu corazón desbocado, como alas de colibrí. Dame la alegría, tu luz, la esperanza.

10.- ¿De qué patria me hablan? ¿De la que nos expropian cada día? ¿De la que, a costa de la miseria de la mayoría, se apropia de la riqueza una minoría?

11.- Y cuando recuerde los momentos felices, sean los tuyos y los míos, nuestros son, como los ayeres tan presentes, como el pan y la sal de sus sonrisas, compañeros del mundo, compañeros.

12.- Raíces, madre tierra, matria, donde se aprende a respirar, a vivir y a beber del cálido seno, del México profundo que está en nuestra sangre y en nuestra conciencia.

13.- Veredas, caminos, escaleras, puentes de la barranca, que unen andares y miradas.

14.- De puerquitos y de perritos. Cuando nacieron 12 puerquitos y no teníamos a la mano alguien que nos ayudara, nos dijo mamá que no los dejáramos caer cuando iban saliendo uno por uno, de una cerdita que la cuidamos y engordamos desde pequeña. Esa sensación de recibir en las manos un pequeño ser vivo que llegaba en una placenta viscosa de líquido amniótico, limpiarlo con un trapo y evitar que se nos resbalaran de nuestras pequeñas manos infantiles. Y esperar el siguiente, para acomodarlos entre la paja, para que no fueran aplastados por el peso de una cerdita que llegaba a pesar más de 120 kilos. Era una noche de septiembre y seguramente el veterinario estaba brindando por el grito de independencia, porque solamente escuchábamos los estruendos de los cohetes y las luces multicolores, mientras atendíamos un parto múltiple de 12 cerditos.

15.- Siete serpientes encontré en el camino/ ninguna estaba emplumada/ una iguana alcancé a divisar en la banqueta de tierra caliente/ una luna de octubre se apareció en el horizonte lejano/ permanecí sólo 30 segundos sin respirar bajo el agua/ vi un campamento de indígenas denunciando olvido/ una barricada estudiantil en protesta/ una mano amada se posó en la mía/ un camino largo y sinuoso por montañas/

16.- Tiempo: déjame alcanzarte. Pasado: fue. Felicidad: un segundo instante. Alegría: rostro inolvidable. Memoria: fragmentos dispersos. En tu día: polvo de estrellas. Amistad: se forja.

17.- Es tan fácil como amarrar el tiempo/ como otear el horizonte en tiempo nublado/ como respirar el aroma de los jazmines en celda lúgubre/ como aminorar el ruido del corazón que estalla en las sienes/como olvidar el olvido/existir como sentir/volar como volver/estar como gozar.

18.- La conciencia es como un lobo que muerde y no suelta su presa, forma parte de su naturaleza profunda, es más que una segunda piel, es como el tejido de los huesos, no da tregua.

19.- Sí da de comer. Mira, los que no tienen conciencia de sus derechos, son reducidos a la esclavitud y mueren por miles. La dignidad, la conciencia, es lo que levanta.

Aún en las condiciones más difíciles. Y no dejar que nos pisoteen, que nos respeten, que nos reconozcan como lo que somos.

20.- Bueno, veamos: una cada día. Dormir, morir, despertar, renacer, una y otra vez, hasta la noche eterna, hasta el sueño sin regreso, por eso, vivir la vida intensamente.