loader image

 

Día de la Tierra 2025: El futuro que tejemos desde ahora

Héctor T Zetina Vega*

Durante estos últimos 50 años, desde que se instituyó la celebración internacional del Día Internacional de la Tierra por la Asamblea General de Naciones Unidas, el agravamiento de la crisis climática y la pérdida acelerada de la biodiversidad son manifestaciones de un modelo de desarrollo que no tiene salida. La intervención indiscriminada sobre el territorio fragmenta la cobertura forestal y aumenta la vulnerabilidad ante sequías prolongadas. También degrada los suelos y la cantidad y calidad de agua potable para el consumo humano y no humano. Algo de lo que científicos y pueblos campesinos han advertido desde hace años y que ahora nos estalla con la contaminación mortal en nuestros cuerpos, nuestros bosques, nuestras selvas, nuestros suelos, nuestro aire y nuestra agua: los bienes comunes.

Desde el 9 de abril, los fuegos forestales están cubriendo el territorio de Morelos de un manto de contaminantes atmosféricos que tiene graves impactos en la salud de las personas. En la primera quincena del mes que corre, los incendios en los municipios de Huitzilac y Tepoztlán han sido tan potentes que los picos de PM₂.₅ superaron los 133 µg/m³ promedio hora en los sensores que el Observatorio Ciudadano de la Calidad de Morelos tiene distribuidos en el valle de Cuernavaca —cuando no debe sobrepasar los 15 µg/m³ para garantizar que el aire que respiramos no sea tóxico—. La sequía y los incendios, de una intensidad sin precedente, son evidencia de la estrecha relación entre el calentamiento global, la degradación de las coberturas forestales y la calidad del aire que respiramos. El fuego en los ecosistemas de Morelos, por factores antrópicos criminales y otros derivados directamente de la inestabilidiad climática y del quiebre en el equilibro de las cadenas del ciclo de la vida, es una muestra de lo que iremos enfrentando a medida que se van transgrediendo los “límites planetarios” que permitieron el desarrollo de las civilizaciones. Estas condiciones críticas en el territorio de Morelos anticipan la conmemoración del Día de la Tierra, el próximo 22 de abril, que en 2025 celebra su quincuagésimo aniversario bajo el lema “El futuro depende de las acciones que tomemos ahora”.

En este contexto, se llevó a cabo el 10 de abril, día de la conmemoración luctuosa de Emiliano Zapata, la presentación en el Cine Morelos del documental “El origen de la lluvia”, dirigido por Itandehuitl Orta. A través de un potente relato visual tejido con los espléndidos parajes del volcán Iztaccíhuatl, el caminar de un grupo de mujeres de la Asamblea de pueblos de la Región Cholulteca y de los Volcanes, sus voces mientras calientan las tortillas y preparan la comida en la cocina comunitaria, y los argumentos que dan razón a su lucha, el documental destaca la relación sagrada entre los pueblos originarios y sus territorios, y el liderazgo de las mujeres en la defensa del agua y la tierra frente a megaproyectos industriales y agroindustriales de capital transnacional. Después de años de lucha, los pueblos unidos de la región cholulteca y los volcanes lograron expulsar de su territorio al poderos corporativo Danone, de origen francés, que, a través de su filial Bonafont, o “Robafont”, despojó de millones de litros de agua a sus dueños originarios.

Muchos kilómetros más al sur, en territorio chiapaneco liberado, los zapatistas siguen dando muestra de lo mejor en organización y lucha en defensa de la Madre Tierra y por un futuro posible. El festival artístico zapatista “Encuentro Rebel y Revel”, que se llevó a cabo del 13 al 19 de abril con una convocatoria de más de 900 agrupaciones locales, nacionales e internacionales, nos recuerda cómo los pueblos mayas y los movimientos de abajo y a la izquierda internacionalistas construyen espacios para reivindicar el principio del “Común” frente al individualismo y la privatización de la vida. Tanto el festival artístico zapatista como el documental sobre la lucha de las mujeres en defensa del agua en la región cholulteca y de los volcanes muestran que la cultura y el arte son herramientas políticas indispensables para articular memorias, narrativas y formas de de comprensión del mundo que desafían la hidra capitalista ecocida.

Al celebrar 50 años del Día de la Tierra, es imprescindible reconocer que el futuro depende de lo que hagamos hoy. En Morelos, como en el resto del planeta, esa acción debe ir más allá del discurso: debe traducirse en protección efectiva y restauración de los ecosistemas, escuchando con atención y sin soberbia a quienes habitan y defienden sus territorios como herencia ancestral. Solo así, medio siglo después, podremos honrar verdaderamente el espíritu del Día Internacional de nuestra Madre Tierra.

¡Alto al genocidio del pueblo palestino!

* Académico de la UPN17A y Coordinador del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Morelos.

Imagen: Héctor Zetina. Ofrenda colocada en el zócalo de Cuernavaca dedicada a Samir Flores

La Jornada Morelos