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-JOSE ANTONIO GOMEZ ESPINOZA

En una de esas reuniones alcohólico-filosóficas con mis amigos jubilados que buscan componer el mundo, se comentó sobre la figura heroica, estoica, fiel a sus principios, del General Emiliano Zapata. La discusión se centró en la pregunta de si ¿el Caudillo del Sur, tenía una tarea predestinada desde antes de su nacimiento, o si la vida de ese joven campesino dio un giro de 180 grados debido a las circunstancias, que lo convirtieron en el prócer nacional, que reconocemos y admiramos?
Sin descartar interpretaciones míticas, y aun místicas, fuera de la comprensión de los no iniciados, como este servidor, me di a la tarea de incursionar en el porqué de la génesis y desarrollo de estos personajes que han dejado huella en la historia. En esta búsqueda, encontré una frase acuñada por el pensador español, José Ortega y Gasset, que encierra toda una filosofía, “YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS”.
Todos hemos vivido experiencias que nos dejaron impactados y sorprendidos de nuestro propio actuar. Y reconocemos, que, si no se hubiera dado “esa circunstancia” particular, nunca nos hubiéramos dado cuenta, de nuestra dimensión y capacidad humana.
Un ejemplo, hace tres décadas, durante un fuerte sismo. Todos trataban de salir al mismo tiempo por una estrecha puerta. Yo estaba fuera de la casa y me acordé de que mi hijo, estaba aún dormido. Sin pensarlo, empecé a luchar por entrar a la casa, mientras los demás luchaban por salir. Finalmente pude entrar y sacar a mi hijo en brazos. Esa acción, no fue un acto de valentía, ni menos de heroísmo, ni siquiera fue un acto pensado. Fue un impulso de mi propia naturaleza, del instinto de supervivencia, más allá de la supervivencia personal, se trataba de la supervivencia de mi estirpe, el instinto de supervivencia como especie. Tuvo que darse “esa circunstancia” para saber cuál sería mi actuar.
¿Fueron “Las circunstancias” aunadas a sus características personales las que catalizaron las formas de actuar y pensar de personajes como Emiliano Zapata, Mahatma Gandhi, Martin Luther King? ¿Fue un requisito “sine qua non”: la ocurrencia de “circunstancias” para sacar a flote toda la fuerza de su espíritu, la esencia más profunda de lo humano?
Es oportuno señalar que las circunstancias no pueden ser consideradas como un factor determinista de la historia de los individuos. José Ortega y Gasset con la idea de “Yo soy yo y mis circunstancias y si no la salvo a ella no me salvo yo” implica que no se puede entender al individuo y su YO, ajenos a las circunstancias en las que vive pero que tampoco se depende de éstas.
En el pensamiento de Gasset se menciona que las circunstancias pueden ser “salvadas”. Es decir, las circunstancias no son un destino fatal e ineludible, a través de la libre determinación, el libre albedrío, “las circunstancias” pueden ser salvadas, superadas e incluso usadas en nuestro beneficio.
Ante “las circunstancias”, los humanos tenemos la libertad de elección en la toma de decisiones. “Yo soy yo y mi circunstancia” está muy lejos de ser una frase determinista.
Cristina Medina dice que el planteamiento de Ortega y Gasset, la palabra circunstancia tiene un sentido más amplio, toda vez que se refiere a la familia, la sociedad, la cultura, las características físicas y psicológicas, la personalidad y el carácter, yo añadiría que también las circunstancias espirituales y valorales.

A lo largo de nuestra existencia, todos hemos estado ante esa disyuntiva de qué decisión tomar. Es allí, cuando nuestra historia personal, nuestra escala de valores, nuestro instinto, son los factores que en última instancia nos definen la decisión y la acción a tomar.
Una idea más completa que la aquí enunciada, la esgrime nuestro amigo Carlos Garza cuando dice no hay yo, no hay tú, solo nosotros y en ese nosotros se configuran las circunstancias que nos hacen yo. Esta afirmación conlleva toda una filosofía de vida que nos gustaría reflexionar en una siguiente oportunidad.

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