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Leonel Díaz Rogel

2015-2018, Cuernavaca de la eterna robadera recibe el resultado de una de las votaciones más copiosas de que se tenga memoria, los viciados procesos internos de los partidos tradicionales, los llevarán a la nada en cuanto a los éxitos de sus candidatos, sin que nadie se diga sorprendido ni engañado, la fama y candidatura construida cual producto comercial de las grandes marcas internacionales, dan el triunfo a la coalición de partidos que entienden y saben perfectamente que bajo ninguna óptica de medición se debe a ellos el éxito obtenido.

Logró su objetivo el producto chatarra por la difusión que durante 24 horas al día, se dio en aquel proceso electoral concluido sin mayores contratiempos ni recursos de impugnación que hicieran mella en el veredicto de la autoridad electoral que calificó como legal, válido y constitucional el ungimiento de un ídolo del deporte predilecto para la mayoría de los mexicanos y así, los tres primeros años de poder político para un personaje que en su promesa de “no les voy a fallar”, anticipaba lo que siempre hizo, minuto a minuto, hora tras hora y rodeado de un sequito de extraños a Cuernavaca y Morelos, quienes llegaron y encontraron aquí, el espacio más adecuado para alcanzar fines aviesos y riquezas ilegales.

2018-2024, en Morelos, mientras las soluciones no eran nada halagüeñas ni efectivas, objetivas ni palpables respecto a problemas multiplicados para los capitalinos, cuando ya amanecimos con el proceso electoral en el que la ola arrasadora de AMLO, impulsó a diversos personajes para puestos claves en diversas entidades, municipios y escaños en los poderes legislativos locales y federales; así las cosas, nuevamente se entronó subido en el tren de la 4T el innombrable personaje, quien con soberbia e ignorancia de la gobernanza, ejerció un sexenio de ocurrencias en las máximas esferas del poder público de la entidad.

Para nadie es oculto lo que se ha obtenido durante los pasados seis años, las encomiendas protestadas de cumplir y hacer cumplir la ley quedaron en palabras y letra muerta, los acompañamientos, apadrinamientos, complicidades y, sobre todo, la vendimia de favores entre unos y otros, encumbrados con facilidad de decisión e intervención, se estuvieron despachando en ese bloque de servidores públicos que a la par del titular en el Ejecutivo, se permitieron de todo, menos de servir con honestidad y transparencia a los demás.

Las fallas los yerros y el amasamiento de fortunas, son parte de las circunstancias e indagatorias sustentadas, que se han dejado ver a la luz pública desde el organismo federal de verificación, revisión y sanción como lo es la Auditoria Superior de la Federación. La suma de los faltantes o desvíos allí señalados, puede llegar a los tres mil millones de pesos o más, el caso es que dicha sangría no tiene justificación alguna y sí en cambio, abraza a diversos responsables que enlistan los señalamientos de corrupción en fideicomisos, áreas de la educación, salud, seguridad, agricultura y organismos descentralizados o desconcentrados, entre otros.

Miles de bocas dejaron de comer, cientos murieron esperando medicamentos y atenciones especializadas, otros fueron defraudados con las promesas de mejores espacios para vivir, ni que decir del abandono en el campo o la seguridad y el grito de los integrantes del gremio académico y estudiantil, que en su coraje e impotencia realizan los reclamos y demandas más justas y sentidas por los faltantes de recursos que se saben en las dependencias relacionadas con su dinámica; es un chiquero, por doquier la podredumbre abunda, las denuncias ciudadanas están al día, en las redes y los medios de comunicación, se obtienen una y otra vez las notas principales enfocadas en lo que hoy trasciende: Morelos quedó vulnerable a una pandilla de ladrones, y resultaron muchos más que los afines a Alí Babá.

El silencio, la opacidad y el encubrimiento quedaron atrás, en los últimos días y partir del once de enero, la gobernadora Margarita González Saravia puso el dedo en la llaga, así como se habría desmarcado de esas prácticas de corrupción deleznables y repudiables, en esa ocasión de su primer entrega de resultados de su Gobierno, ante propios y extraños y en la principal plaza pública de los Morelenses, dio las órdenes específicas, el inició de las acciones de acusación penal y los procedimientos administrativos disciplinarios y de sanción se surtieron de inmediato, se produjeron más de diez sumadas a los que se han venido acumulando a ésta fecha.

El asunto allí está, la intervención de la Gobernadora, obedece al cumplimiento vigente de frente a la población y hasta donde alcance y tope, sin distingo ni protección para nadie, ellas y ellos están en el ojo del huracán, las judicializaciones al orden del día, entre unas que corresponde al régimen de 2012-2018 y otras que datan del sexenio en comento; ese es el veredicto de los morelenses, cero impunidad y frontal combate a la corrupción desde el poder institucional, puesto al servicio del pueblo sabio, agraviado una y otra vez por quienes no entienden en sus limitadas inteligencias que los tiempos son otros, y que aquellos en que unos cuantos disponían de los bienes de la nación han concluido, las muestras están con nombres y apellidos, aplicando el principio de honestidad probada para el actuar de quienes hoy integran el gabinete del Ejecutivo y otros espacios sostenidos con el erario.

Referir lo que se cierne para los próximos meses en tanto de un procedimiento de desafuero, nos lleva al imaginario de dos vías, uno en el que la impunidad se traduciría en la protección al legislador federal señalado por conductas reprobables y posiblemente constitutivas de delito, y otra, en la que la Ley , el Derecho y la Justicia se hagan presentes, a la par de las indagatorias que se ciernen contra varios de los colaboradores de aquel gobernante venido a menos de forma por demás negativa y repudiada, en su fama como deportista y, hoy señalado socialmente por sus complicidades, constantes ocurrencias y omisiones delictivas; la serie da para más, no se trata de un capitulo de Netflix, es la realidad mundana que representa la importancia del voto útil cuando de elegir se trata, en el caso, no existe justificación alguna para que durante doce años, nuestro Morelos sufriera una suerte de retroceso y corrupción rampante, voraz y vil, heredada a la nueva administración.

La Jornada Morelos