
La literatura no conoce de cementerios
En menos de un mes, la literatura perdió a dos de sus baluartes, en México Hernán Lara Zavala falleció el 15 de marzo y el 13 de abril, el mundo se despidió de Mario Vargas Llosa. Un mes de duelo para las letras hispanoamericanas.

Ambos coincidieron en su amor por las letras, por la historia, por la profunda identificación con sus orígenes y por su pasión por la literatura europea -Vargas por la francesa y Lara por la inglesa- en tiempos en los que todo el mundo volteaba hacia América Latina en busca de nuevos aires literarios. Ambos legados representan para los que nos quedamos dos maneras de entender la literatura como destino, como pasión, y como puente hacia otros mundos y tiempos.
El presente número de Plaza se comenzó a armar en cuanto acaeció el lamentable fallecimiento de Hernán Lara y se terminó cercano a la noticia de la muerte de Vargas, una coincidencia que va más allá del calendario pues ambas impactan fuertemente a la literatura en castellano.
Gran parte de este número de Plaza está dedicado a Hernán Lara Zavala y en él se incluyen valiosos testimonios de sus amigos y colegas, y de su familia que, juntos, retratan a un autor de carne y hueso. Lara Zavala se muestra como un padre exigente, un marido atento, un amigo leal y un escritor diciplinado y fiel a sí mismo y a su historia personal.
Son facetas que dimensionan su obra literaria en la realidad humana de su autor y que, al mismo tiempo, la proyectan como el logro de una persona con la claridad de lo que quiere comunicar y las razones que tiene para hacerlo.

En un tiempo marcado por la fugacidad de las redes y la banalización de la opinión, la obra de escritores como Lara Zavala y Vargas Llosa nos recuerda que la literatura es también una forma de resistencia: contra el olvido, contra el simplismo, contra la mediocridad. Vargas Llosa hizo de la novela un campo de batalla ideológico, mientras que Lara Zavala optó por una prosa más íntima, detallada, volcada hacia la introspección del ser mexicano. Uno exploró las tensiones del poder, el otro las contradicciones del individuo en una sociedad convulsa. Ambos, sin embargo, escribieron con la certeza de que la literatura no sólo sirve para entender el mundo, sino para transformarlo. Ambos seguirán hablándonos desde sus libros, desde sus ensayos, desde sus artículos y entrevistas. La literatura, como el amor que ambos le profesaron, no conoce de cementerios.
Lo que viene en la reforma judicial
En breve, el Poder Ejecutivo de Morelos publicará la reforma constitucional en materia judicial, con lo que se reconceptualiza por completo el sistema de impartición de justicia del país y del estado. Aunque se trata de un cambio profundo, su comprensión entre la ciudadanía es aún limitada.
La reforma responde a una crisis nacional de credibilidad en el Poder Judicial, caracterizada por una alta percepción de corrupción y niveles alarmantes de impunidad. El rediseño busca garantizar el acceso a una justicia más ágil, cercana, transparente y con enfoque en derechos humanos.

El modelo se basa e incorpora en gran medida la reforma judicial federal impulsada durante la pasada administración federal y aprobada bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum que, a grandes rasgos pretende combatir la corrupción, nepotismo y clientelismo, profesionalizar a jueces y defensores públicos, y modernizar el sistema judicial en procedimientos, herramientas y hasta en ópticas, como es la incorporación de la perspectiva de género,
La reforma también crea dos nuevas instancias de control, el Órgano de Administración Judicial, que gestionará recursos y supervisará la carrera judicial; y el Tribunal de Disciplina Judicial, que resolverá faltas graves y vigilará que las resoluciones se apeguen a derecho.
Como se ve, no es poca cosa y su adopción por parte de un estado como el nuestro en donde la impartición de justicia presenta severos rezagos, será un verdadero reto pues al mismo tiempo que se echa a andar la nueva concepción del Judicial, sus labores deben continuar.
Y todo, además la elección de personas juzgadoras que también forma parte de la reforma judicial y que se llevará a cabo en cuestión de semanas. Más nos vale estar enterados porque se vislumbra una nueva forma de acercarnos a la justicia, una materia esencial para cualquier ciudadano.

