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*Se modificará la estructura de CEAGUA para aprovechar mejor sus recursos humanos; informa su Secretario ejecutivo

* El Programa Integral de Cooperación y Aprovechamiento del Agua busca reducir graves desperdicios en campo y poblados

*Invertirán mil 170 millones de pesos, federales, estatales y de usuarios, para tecnificar más de 80 mil hectáreas agrícolas

Antimio Cruz

“Quienes más valoran el agua son los que no la tienen y quienes más luchan por ella son quienes la han tenido y luego la han perdido, por cualquier circunstancia”.

Por asociación libre, después exponer un diagnóstico técnico, jurídico y social sobre el estrés hídrico que experimenta actualmente el estado de Morelos, articula esa reflexión el actual secretario ejecutivo de la Comisión Estatal de Agua (CEAGUA); Javier Bolaños Aguilar, durante una conversación para los lectores de La Jornada Morelos Plaza.

La frase sintetiza un desafío que encaran más de dos millones de personas que habitan en territorio morelense: todavía no hemos sido capaces de llevar agua limpia y constante al 100% de la población, y ya tenemos sobreexplotación y estrés en nuestros acuíferos; además de contaminación y vedas en nuestras aguas superficiales.

Esto genera un sentido de urgencia para actuar antes de caer en un abatimiento irreversible.

Bolaños Aguilar llegó a CEAGUA por invitación de la gobernadora Margarita González Saravia, quien ha enfocado su atención en la gestión adecuada del agua desde la primera semana que asumió el cargo, en octubre de 2024, cuando presentó el Programa Integral de Cooperación y Aprovechamiento del Agua en el estado.

–Usted fue Secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente (CEAMA), entre 2000 y 2006. Ahora, prácticamente 18 años después, regresa usted con esta nueva estructura llamada CEAGUA ¿Qué ha cambiado, en estos 18 años?

— El tema medioambiental se separó y se creó la Secretaría de Desarrollo Sustentable y CEAGUA se sectorizó a esta Secretaría.

Revisamos cómo se encontraba la estructura interna de la Comisión y, desde nuestra perspectiva, hacía falta hacer todo un reordenamiento estructural para poderle darle una viabilidad ejecutiva. Queremos aprovechar las capacidades humanas que tenemos en esta dependencia: hay ingenieros, arquitectos y licenciados que pueden aportar mucho a atender la problemática del agua, con la elaboración de proyectos ejecutivos.

Estamos planteando la posibilidad de que desde nuestra oficina podamos hacer obra por administración; siempre con el objetivo de que el presupuesto nos alcance para más.

Por supuesto, estoy convencido de que en muchísimos casos se requiere de empresas especializadas para hacer cierto tipo de trabajos, pero también es cierto que el talento que tenemos en CEAGUA nos va a ayudar muchísimo para desarrollar, junto con los usuarios, la obra pública que se requiere; generando ahorros.

Esta reestructuración, que ya fue aprobada por nuestra gobernadora, está pasando procesos administrativos que se tienen que cubrir. Yo espero que en los próximos días antes de que se celebre el Día Mundial del Agua, ya la tengamos implementada en su totalidad. Habrá un área especializada en temas técnicos; otra en temas administrativos y financieros, y un área especializada en atender a las comunidades rurales y pueblos indígenas; a los grupos comunales, ejidales, etcétera, en todas las peticiones que tienen que ver con el tema del agua. No solamente en el ámbito estatal, sino que hay muchos temas que los tiene que atender la federación–, dice el ingeniero que ha participado durante más de 20 años en la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento (ANEAS) y ha sido miembro de su Consejo Directivo.

–¿Cómo va a influir en la gestión del agua el Acuerdo nacional para garantizar el derecho humano al acceso al agua, que impulsa la actual Presidenta, Claudia Sheinbaum?

–Este Acuerdo Nacional fue firmado por la Presidenta y también por nuestra Gobernadora. Morelos fue el primer estado de la República que lo replicó a nivel estatal.

Aquí tuvimos la visita del Director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales, y la gobernadora Margarita González firmó este acuerdo estatal, y así se genera una serie de proyectos estratégicos, de gran importancia. Uno de ellos lo es, el que busca que las empresas que actualmente tienen títulos vigentes de concesión para aprovechamiento de agua subterránea devuelvan ciertos volúmenes de esa agua a la federación, para que puedan ser redireccionados y atender todo el tema del agua potable.

No se nos olvide que Morelos es un estado que cuenta con cuatro acuíferos y los cuatro tienen problemas: uno está ya en veda; que es el acuífero Cuautla-Yautepec, y los otros tres están en estrés hídrico. Esto quiere decir que estamos ya en la víspera de una crisis en agua mucho muy fuerte.

El hecho de que se logre que las empresas estén devolviendo volúmenes de agua concesionados, hace que este estrés hídrico disminuya y esos volúmenes los podamos canalizar para atender a comunidades rurales e indígenas que hoy están careciendo de agua, de manera importante; un ejemplo es Cuentepec, que es una comunidad indígena, ubicada en Temixco, que está siendo abastecida de agua por el Estado de México.

Con estos volúmenes que nos están devolviendo las empresas en el estado, a quienes reconozco su sentido social, vamos a tener posibilidad de atender la problemática del agua en este caso particular y muchas otras que existen en el estado.

Pero no solamente eso. También, a nivel nacional, en la política pública federal, la Comisión Nacional del Agua y la Presidencia de la República definieron 13 Distritos de Riego prioritarios, y uno de ellos está en Morelos; es el Distrito de Riego 016.

En Morelos se tienen, aproximadamente, 172 mil hectáreas que son susceptibles de siembra de riego. De éstas, el 50 % cae dentro del Distrito de Riego 016.

Esto quiere decir que, nuevamente, el hecho de que la gobernadora haya logrado cabildear y presentar proyectos para que nos ubiquen como un Distrito prioritario se traduce en una inversión de más de mil millones de pesos, que va a ser destinada directamente al Distrito de Riego, para la tecnificación.

Esta va a ser una inversión que no tiene ningún precedente y, sin ninguna duda, va a cambiar el rostro del campo morelense.

— Esta inversión de mil millones de pesos, programada para seis años ¿sería conjunta estata-federal? ¿Cuál es la estructura de ese fondo?

Son cerca de mil 170 millones de pesos lo que va a invertirse en la tecnificación del Distrito de riego. Serán de presupuesto federal, estatal y de los beneficiarios.

De esos mil 170 millones de pesos. El gobierno del estado va a tener que poner 40 millones de pesos; los usuarios aportarán otros 40 millones, y el resto lo pone la federación. Es decir, más de 95 por ciento del presupuesto va a ser de la federación. Ese es el nivel de importancia que tiene este programa. Ponemos 80 millones y nos regresan más de mil millones de pesos.

Eso se va a traducir en obra física, que tiene el objetivo que la gobernadora planteó desde el inicio de este gobierno en el Programa Integral de Cooperación y Aprovechamiento del Agua: reducir las pérdidas.

Hoy, en Morelos, cerca del 70% del agua que se destina para riego y para uso agrícola se pierde. Es decir; de cada 10 litros, perdemos 7, por diferentes motivos: evaporación, fugas, etcétera. Y en el tema del agua potable, se pierde casi el 50%; de cada 10 litros perdemos 5.

Si cruzamos esta información con lo que comentaba hace rato, que nuestros acuíferos, que son la principal fuente de abastecimiento, están sobreexplotados, nos damos cuenta que tenemos una crisis en la disponibilidad del agua, y por otro lado, un enorme desperdicio.

Buscamos reducir de manera muy sensible esos índices de pérdida, con esta tecnificación del distrito de riego, que consiste en entubamientos, revestimientos, en mejorar la distribución del riego parcelario, riego por goteo. Inclusive, junto con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, buscar hasta la modificación de los cultivos tradicionales para generar proyectos de cultivo de aquellos productos del campo que requieran menores volúmenes de agua para su riego, pero también que generen una mayor utilidad en la venta–.

Javier Bolaños puede ser descrito como un técnico en soluciones hídricas convertido en político y luego nuevamente transformado en técnico. Hombre que, cuando tenía poco más de 20 años, inició su recorrido profesional en un proyecto universitario para atender problemas hídricos en el Valle de Chalco; luego siguió un camino ascendente en los sistemas de aprovechamiento de agua de Puebla, León y Cuernavaca; brincó a la política hasta ser presidente de la Cámara de Diputados, y después volvió al cauce de la seguridad hídrica.

–Usted es un especialista en temas hidráulicos, pero también una carrera política robusta. ¿Qué dificultades observa en temas de gobernanza del agua?

— Es un gran desafío. Recientemente, en unos foros que organizó la Conagua, se ha trabajado en revisar el marco normativo en lo que tiene que ver con el agua en al ámbito federal. Se busca reducir estos casos de perforación o explotación irregular de pozos.

Parte de lo que tienen esos foros es la visualización de lo que se tiene que hacer, en el marco normativo, para evitar este tipo de prácticas, que a todas luces son totalmente fuera de orden y hasta injustas. Ahí se reconoce que hay que endurecer las penas para quienes extraigan o utilicen aguas nacionales sin los permisos correspondientes. Va a haber penas mucho más severas para quienes perforen pozos sin autorización de la autoridad rectora, que es la Comisión Nacional del Agua.

Pero además también se contempla el ir robusteciendo lo que se conoce como subsidios cruzados, que es el buscar atender las zonas de máxima marginación y máximo atraso en estos temas de servicios públicos., con la aportación de aquellos lugares que ya están consolidados, en materia de la atención a estas necesidades que desde mi punto de vista, son básicas.

–Por último. Tenemos una Ley de Aguas Nacionales que tiene muchos parches y muletas. ¿Cómo observa usted el marco legal actual para gobernanza del agua?

–Sí. La ley de aguas nacionales, como dices, data de los 90s y pero requiere de cirugía mayor. Todo lo que se haga en ese sentido es positivo, pero será letra muerta si no tenemos, a la par, una corresponsabilidad de las diferentes autoridades que la tienen que observar.

Hay que impulsar la gobernanza, sin perder de vista que el agua es un derecho humano. El agua es una necesidad que ha llevado a muchas comunidades vecinas y hermanas a tener conflictos bastante, bastante serios.

No quitemos la vista de Tetela del volcán, por ejemplo, con el municipio vecino del estado de Puebla. Ahí hay situaciones muy tensas, de comunidades que han convivido durante décadas y que hoy están conflictuadas por el tema del agua.

Nosotros reconocemos que cuando se presentan temas de reclamo de atención, producto de la necesidad de consumo humano; no para otra cosa sino para esa necesidad vital, pues debemos hacer todos los esfuerzos necesarios para subsanarla. Esta va a ser siempre la prioridad.

La ley siempre debe ser fuerte, debe ser clara; pero también, no hay que olvidar que sin agua no hay nada, y quienes más valoran el agua son lo que no la tienen y quienes más luchan por el agua son quienes las han tenido y se las quitan, por cualquier circunstancia.

Entonces, tenemos que ver cómo vamos a equilibrar estos temas y cómo vamos generando estrategias concretas para poder sacar adelante una problemática que, si no se atiende de manera adecuada pues nos va a generar muchos dolores de cabeza.

Un grupo de personas disfrazadas posando

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La Gobernadora entregó el pasado 25 de febrero la tecnificación de la red de distribución de agua en el ejido San Antonio La Esperanza, en Jantetelco. Foto: Cortesía

Hombre con celular en la mano

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El secretario ejecutivo de la Comisión Estatal de Agua, Javier Bolaños Aguilar. Foto: Antimio Cruz

La Jornada Morelos