Carolina Gómez Mena / La Jornada
En el país solo la mitad de quienes experimentan hipertensión conocen su condición médica, plantearon integrantes de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México (ANCAM) y del Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial (GREHTA).
Se estima que la hipertensión arterial afecta a 30 millones de personas en México.
En conferencia en vísperas del Día Mundial del Corazón, junto con médicos de Laboratorios Silanes, acotaron que con base en su experiencia clínica alrededor de 30 por ciento de los pacientes mexicanos con hipertensión arterial requiere terapia farmacológica triple para tratar de forma integral su enfermedad y alcanzar los niveles de control adecuados para prevenir daño a algún órgano blanco y síndrome cardiorrenal metabólico.
Subrayaron que aproximadamente 50 por ciento de las personas hipertensas recibe tratamiento farmacológico, pero en la mitad de los casos su tratamiento es inadecuado.
“La hipertensión arterial no se presenta de forma aislada, suele ir acompañada de distintos factores de riesgo como: sobrepeso u obesidad; niveles elevados de colesterol LDL o malo y alteración de los triglicéridos en sangre, así como bajas concentraciones de colesterol HDL o bueno, es decir, de dislipidemia mixta; además de la diabetes, entre otros factores.
“De tal manera que, el manejo oportuno de la HTA es muy importante abordarlo de manera integral, considerando a otras enfermedades que pueden coexistir en un mismo paciente para disminuir significativamente el riesgo de desarrollar daño a órgano blanco, es decir, alteraciones estructurales o funcionales en las arterias, corazón, cerebro, retina y riñones”, expuso José Magaña, médico cardiólogo y vicepresidente de la ANCAM.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las enfermedades del corazón fueron la principal causa de muerte en el país durante 2023, con más de 189 mil decesos; en segundo lugar se ubicó la diabetes mellitus; en el sexto puesto, las enfermedades cerebrovasculares; y en la décima posición, la insuficiencia renal.
Ante ese panorama, científicos mexicanos de Laboratorios Silanes desarrollaron la primera combinación triple a dosis fija y de prescripción médica que, reúne dos antihipertensivos (Amlodipino y Losartán) y un diurético de tipo tiazídico (Clortalidona) en una sola toma, lo cual permite controlar la HTA, prevenir a largo plazo eventos cardiovasculares y proteger órgano blanco.
Los expertos señalaron que sin el tratamiento óptimo aunado a intervenciones en el estilo de vida, los pacientes pueden enfrentar riesgos cardiovasculares que varían desde bajo, moderado, alto e incluso muy alto.
Asimismo, puntualizaron que el concepto “síndrome cardiorrenal metabólico”, consiste en una serie de padecimientos asociados a enfermedades cardíacas, renales y metabólicas, y que en su conjunto incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, afecciones del aparato cardiovascular y descontrol metabólico agudo (niveles anormales de glucosa, lípidos y otras sustancias en la sangre) y que es muy frecuente en el paciente hipertenso mexicano.
Gerardo Canales, gerente médico del área Cardiometabólico de Laboratorios Silanes comentó que “la comunidad médica de México tiene por primera vez a su alcance innovaciones farmacológicas que favorecen la adherencia al tratamiento, como lo es la terapia triple que combina en una tableta principios activos como Amlodipino, Losartán y Clortalidona para llevar a cabo una sinergia con la unión de sus componentes y que permite controlar la HTA con menor variabilidad de presión arterial, prevenir eventos cardiovasculares, mayor protección a órgano blanco y reducir el síndrome cardiorrenal metabólico”.
El cardiólogo Héctor Galván, presidente de GREHTA, informó que, de acuerdo con el reciente estudio Pacientes que viven con hipertensión arterial en México: primeros datos del Registro Mexicano de Hipertensión Arterial, RIHTA, de los 5 mil 590 individuos participantes, se demostró que 40.43 por ciento exhibió al menos cinco a seis factores de riesgo y el 32.4 por ciento tenía entre tres y cuatro, por lo que 57.9 por ciento fueron catalogados con alto riesgo cardiovascular.
“A este alto riesgo cardiovascular, se suma que su régimen de tratamiento farmacológico mostraba un descontrol de su enfermedad, dado a que, 37.9 por ciento se encontraba bajo monoterapia, 34.7 por ciento en terapia dual y sólo 11.1 por ciento en terapia triple.
“Con esta evidencia, como médicos hacemos hincapié que para controlar a casi el 90 por ciento de los pacientes se requieren de tratamientos farmacológicos combinados, donde 60 por ciento deberían estar en terapia dual y 30 por ciento en terapia triple”, mencionó Galván.
RIHTA es el primer registro a nivel nacional que tiene como objetivo comprender el comportamiento de los factores de riesgo de los mexicanos que viven con hipertensión para favorecer a los profesionales de la salud al conocer el nivel de riesgo cardiovascular de sus pacientes y a partir de ahí ofrecer el tratamiento oportuno e individualizado.
En dicha evidencia, se consideraron 11 factores de riesgo Cardiometabólicos, de los cuales los más prevalentes entre los pacientes fueron: obesidad abdominal (83.4 por ciento) colesterol malo elevado (59.6 por ciento) triglicéridos altos (56.2 por ciento) y colesterol bueno bajo (42.2 por ciento) siendo la diabetes la complicación más significativa, presente en el 39 por ciento de los casos.
El estudio con el protocolo aprobado por el comité de ética médica del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) y publicado este año por parte de la literatura científica American Journal of Hypertension (AJH, por sus siglas en inglés), analizó a aquellos pacientes registrados gratuitamente a dicha plataforma de forma voluntaria y confidencial por parte de sus médicos tratantes, entre diciembre de 2021 y abril de 2023.
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