El cáncer de próstata es uno de los más comunes en hombres a nivel mundial. También es la principal causa de muerte masculina relacionada con cáncer en México y otros países. Da acuerdo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en México cada año fallecen aproximadamente siete mil hombres debido a esta enfermedad, principalmente por la falta de atención oportuna: la detección temprana es crucial, ya que permite que el cáncer sea curable en el 85% de los casos detectados a tiempo
La especialista en oncología y radiología del Hospital General de Cuernavaca “José G. Parres”, también investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Olimpia Hernández Nájera, realiza una investigación sobre el impacto económico que tiene el cáncer de próstata en las instituciones se seguridad social como el ISSSTE, y las deficiencias en el sistema de salud que afectan la prevención y el tratamiento de la enfermedad.
Explica a Desde el Campus UAEM en La Jornada Morelos que el cáncer de próstata, así igual que otras enfermedades crónicas, va a ir en aumento hasta en un 40% durante los próximos años. Algo muy grave, ya que la mayoría de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en etapas avanzadas, lo que implica además de un alto costo para el sistema de salud, un impacto significativo en la atención oportuna de la enfermedad. Esta situación pone alerta a las instituciones en cuanto a la planeación de estrategias para el diagnóstico oportuno.
Información fragmentada, el primer problema para la atención
Olimpia Hernández destaca que una de las deficiencias más críticas que enfrenta el sistema de salud mexicano es la fragmentación de la información médica. Durante su más reciente investigación, parte del Verano Científico de la UAEM, en conjunto con dos de sus estudiantes de la Facultad de Medicina, destaca resultados alarmantes derivados del análisis de 439 expedientes del ISSSTE.
Los expedientes médicos están incompletos y falta de un sistema unificado de datos, esto dificulta la evaluación precisa del estado de los pacientes y “refleja todo la fragmentación que hay dentro de un mismo sistema. Dentro de un mismo hospital, ¿por qué la información de los pacientes no está unida? Encontramos información en el expediente físico, otras cosas en el expediente electrónico, hay otras más en bases de datos de farmacia. Además hay información que simplemente no se puede obtener, hay información del paciente no actualizada”. Los datos que recaba la investigación provienen del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Indicadores como los tabuladores de asignación de costos de servicios de las instituciones, que no se han actualizado en 5 años, “esta es un área de oportunidad muy grande para el sistema de salud mexicano”.
La importancia de la prevención de esta enfermedad no solo radica en los hábitos de vida de las personas, explica Olimpia Hernández, sino también en el funcionamiento de los sistemas de salud. Estos se llegan a entender como instituciones de la administración en el sector salud, sin embargo deben enfocarse también en hacer investigación sobre el acceso oportuno a servicios.
Por ejemplo, en el caso de la economía, se analiza el peso económico que una enfermedad representa para la sociedad, en términos de cuánto le cuesta a una institución de salud producir un bien o servicio, pero de forma muy estructurada y precisa, con el fin también, de encontrar áreas en donde se puedan implementar acciones para mejorar no solo la atención, sino también ir, como comenta la doctora, a los procesos de diagnóstico, y a cómo evitar o postergar que una enfermedad se complique.
Estos temas de la economía de la salud son cosas que no se enseñan habitualmente en los planes académicos de la Licenciatura en Medicina, según nos cuanta Hernández Nájera, pero son importantes para hacer conciencia sobre todo lo que implica tener una enfermedad no solo a nivel del sector salud, sino en general para toda la sociedad. “Siempre les he inculcado a los estudiantes que consideren todo lo que una persona puede perder por atender la enfermedad, eso se manifiesta de forma diferente de acuerdo con cada contexto. No es lo mismo para una persona que tiene un trabajo formal, a alguien que tiene un trabajo informal, entonces me encanta hacer conciencia de ello, en la escuela pensamos que el campo clínico es el único en el que podemos desarrollarnos, pero hay una amplia gama de oportunidades para mejorar las condiciones de la salud de las personas”.
¿Cómo impacta directamente a la institución de salud?
Los sistemas de información que se implementan en los hospitales podrían mejorar y facilitar el trabajo a los médicos, para que se obtenga mejor información sobre los pacientes. De las cifras revisadas por la investigadora Olimpia Nájera, el 60% de los casos de los expedientes que registran cáncer de próstata, o sea, un tumor en etapas avanzadas, se traduce en un alto costo de atención por parte de los hospitales y clínicas.
Este tipo de estudios, recalca, son de gran ayuda en la toma de decisiones, en las acciones preventivas o para proyectar lo que se necesitará para el tratamiento de cierta población; algo que debería verse reflejado, además, a la hora de asignar los presupuestos, añade.
“Se asignan presupuestos en base con resultados históricos, o sea como lo que se ha venido asignando en los últimos años y nada más incrementarle cierto porcentaje, habitualmente va entre 15% a 20%. Pero si nosotros tenemos datos precisos, podemos contrastarlo con el presupuesto que se tiene de forma anual y ver si se acerca a la realidad. Porque esos presupuestos no consideran el número de casos, el cómo se están diagnosticando, no es lo mismo cómo se trata una enfermedad temprana a una enfermedad avanzada, que necesita tratamientos más complejos, más costosos. Entonces esos pequeños detalles, cambian totalmente el panorama, porque si nosotros sabemos que nuestra población se está comportando de cierta forma es más fácil predecir y adaptar las necesidades a esa población en particular”.
Las cifras
La doctora asegura que no hay sistema ni a nivel estatal, ni nacional que contenga datos e información conjunta de esta enfermedad, por lo que hace muy difícil hacer un censo de los casos con datos específicos de la enfermedad. S bien es verdad que el cáncer de próstata es el número uno en cuanto a enfermedades cancerígenas en hombres, solo el 11% de la población está afiliada a alguna institución de salud. En Morelos hay pacientes que no cuentan con ningún tipo de seguridad social, que se atienden en centros y hospitales estatales, aunque se registran los diagnósticos, los datos e información siguen estando dispersos. Alerta que hay casos que no se están diagnosticando por muchos fatores, tanto porque no hay conciencia, y porque es una enfermedad de curso indolente, una persona la puede tener y tardar años en desarrollar algún síntoma, llegando a representar cifras tan similares como cáncer de mamá.
Noviembre azul
Además, asegura, de que es nula la cultura de prevención. Aunque la Secretaría de Salud emite algunos boletines, el 29 de noviembre es el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Próstata, o la campaña mundial de noviembre azul, sigue habiendo mitos y barreras en los procesos del diagnóstico, fundados más en las en la cultura de la masculinidad en América Latina. Aunque cada vez hay más información en los medios y las redes sociales que ayudan a romper estas barreras, la prevención y la detección temprana son esenciales para controlar el cáncer de próstata. A través de una mejor educación, sistemas de información eficientes y apoyo a la investigación, se pueden lograr avances significativos en la lucha contra esta enfermedad, concluye.