En el 2018, José Gonzalo “N” y Lucero “N”, quienes fungían como subsecretario y directora en la Secretaría de Obras Públicas del gobierno de Graco Ramírez que ya estaba por concluir, autorizaron -o por lo menos no detuvieron- la indebida adjudicación directa de la obra de rehabilitación del Teatro Ocampo, uno de los edificios más tradicionales del centro de Cuernavaca; de acuerdo con la investigación de la Fiscalía Anticorrupción del Estado de Morelos que derivó en la vinculación a proceso de tres exfuncionarios decretada esta semana por el juez de la causa.
El contrato de 50 millones de pesos por la obra fue asignado a Olve Construcciones S.A. de C.V. una empresa fundada apenas en el 2014, que sigue en el registro de proveedores de obra pública de gobierno de Morelos y cuyo domicilio está en la Colonia Lomas de Costa Azul, de Acapulco, Guerrero.
De acuerdo con la propia empresa, Olve Construcciones “ofrece productos/servicios como carreteras, drenaje, urbanización y su principal actividad es alquiler de maquinaria y equipo para mover, levantar y acomodar materiales”. En el Directorio Empresarial México, la empresa asegura que su actividad económica es: “532492 – Alquiler de maquinaria y equipo para mover, levantar y acomodar materiales”.
En el 2017, la empresa había participado en otra adjudicación directa en Morelos, por 7.4 millones de pesos provenientes del Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden), para el Instituto Estatal de Infraestructura Educativa; es obra concluyó el mismo año que le fue encargada la rehabilitación del Teatro Ocampo.
Los exfuncionarios hoy vinculados a proceso no respetaron la prohibición de hacer adjudicaciones directas superiores a los 2.5 millones de pesos, expone la Fiscalía y con ello incumplieron la ley y habrían incurrido en el delito de Ejercicio Ilícito del Servicio Público, por el que ahora enfrentar proceso penal.
De acuerdo con un comunicado de la Fiscalía Anticorrupción: “al presentar sólidos datos de prueba, este martes 17 de septiembre de 2024… logró que una Jueza dictara vinculación a proceso contra el exsubsecretario José Gonzalo “N” y la exdirectora Lucero “N”, quienes presuntamente en el año 2018, incumplieron con sus obligaciones, ya que, pese a tener conocimiento que el patrimonio del Estado podría verse gravemente afectado, no expidieron las bases de licitación para la obra, ni evaluaron cualitativa y cuantitativamente la propuesta de Olve Construcciones, así como tampoco evitaron la indebida contratación, ya que por Ley las adjudicaciones directas no debían exceder los 2.5 millones de pesos”.
Los dos funcionarios ya habían sido imputados previamente, en el 2022, por el mismo delito La Fiscalía Anticorrupción los acusó entonces de haber adjudicado directamente la construcción del Museo Juan Soriano, una obra que costó 98 millones de pesos.
Pero en el caso del Teatro Ocampo, el problema no estuvo solo en la adjudicación directa, también se faltó al objeto del contrato que establecía la construcción de un edificio de siete niveles en el Teatro Ocampo, “pero ahí no se hizo ningún trabajo, sino, que se realizaron algunas adecuaciones en el Edificio Ocampo, que se encuentra a un costado del teatro”, expone la Fiscalía que también logró vinculación a proceso contra el ex supervisor de la obra, Diego Alberto “N”, quien incumplió con la verificación del cumplimiento de la obra conforme establecía el contrato.
“A solicitud de la agente del Ministerio Público se impuso firma periódica mensual ante la Unidad de Medidas Cautelares (Umeca) y se dieron tres meses para el cierre de la investigación”, concluye el comunicado de la Fiscalía que recuerda “toda persona imputada tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa”.
El Teatro Ocampo fue construido entre 1942 y 1946 por instrucciones de Leobardo Ocampo; fue inaugurado entonces como el cine Ocampo, el primero en Cuernavaca. El cine siguió funcionando por cuatro décadas, pero aún antes de la conversión de las grandes salas de cine en conjuntos pequeños de salas de exhibición, el destino del edificio cambió y en 1989 el entonces gobernador, Antonio Riva Palacio, “rescató” el inmueble para convertirlo en el Teatro Ocampo.
En 2017, después de un par de remodelaciones, el Teatro Ocampo sufrió daños por el sismo del 19 de septiembre, lo que lo mantuvo mucho tiempo cerrado. En mayo del 2019 fue reabierto parcialmente y fue hasta junio del 2020 cuando, después de una segunda remodelación quedó utilizable. Como la entrega de la obra se dio en plena emergencia sanitaria por Covid-19 el Teatro Ocampo tuvo que esperar durante varios meses para poder recibir al público de conciertos, obras de teatro, danza y ópera.
Los trabajos de remodelación en el 2019.
El teatro después de su segunda remodelación en el 2020