La Comisión Independiente de Derechos Humanos Morelos (CIDHM) alertó que continúa una situación grave al interior del Centro Federal de Readaptación Social Femenil Cefereso 16, en Morelos, tras señalar que las autoridades encargadas han hecho caso omiso a las dos recomendaciones que realizó la CNDH para evitar que se vulneren las prerrogativas de las internas.
José Martínez Cruz, vocero de la organización civil, comentó en entrevista para La Jornada Morelos que ante los malos tratos que reciben al interior, muchas de las reclusas presentan problemas de depresión; sin embargo, no son atendidas ni médica ni psicológicamente, lo que ha derivado en el aumento de suicidios, los cuales ya suman 16, entre 2023 y 2024.
“La situación al interior del Cefereso es muy grave. La primera recomendación fue respecto a la falta de atención de los suicidios y esta nueva habla de cinco mujeres privadas de la libertad que viven en una depresión muy fuerte y están en riesgo porque no se les presta ninguna atención para que puedan salir adelante; sin embargo, ni la Fiscalía General de la República (FGR) ni del Estado (FGE) han investigado todos estos casos, lo que pone en riesgo su vida”, indicó.
Cabe recordar que hace unos días, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS) por no otorgar atención psicológica integral a cinco mujeres privadas de la libertad en el Cefereso 16, con lo que se vulneran sus derechos humanos a la reinserción social, a la igualdad y a la no discriminación.
En ellas, se detectaron factores de riesgo suicida, de acuerdo con lo señalado en la Recomendación 146/2024 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), tras una visita entre el 27 y el 29 de septiembre de 2023, en la que se observó que estaban en riesgo debido a la falta de atención médica especializada en salud mental y la ausencia de actividades que favorecieran su estabilidad emocional y reinserción social.
Esta situación agravó sus síntomas y aumentó el riesgo de conducta suicida, ya que las víctimas presentan trastornos mentales, pero no fueron reconocidas como personas con discapacidad psicosocial y los factores de riesgo asociados, como el duelo por la privación de libertad, redes familiares fragmentadas, comunicación limitada con el exterior y la falta de atención médica y psiquiátrica.
También se identificó que la escasez de actividades deportivas, culturales y de socialización, junto con un traslado al CEFERESO en cuestión no suficientemente justificado, contribuyen a su vulnerabilidad. Asimismo, se encontró que, aun cuando dos funcionarios conocían la situación, no proporcionaron la atención integral necesaria.
De igual manera, las víctimas informaron que su situación es ignorada y la calidad de la atención es deficiente. Además, las actividades físicas y deportivas son limitadas, lo que genera desmotivación y una sensación de discriminación por parte de las autoridades penitenciarias. También se les restringen actividades basadas en su apariencia o conducta, y no se les ofrecen actividades remuneradas.
Por lo que la CNDH solicitó al OADPRS que proporcione la atención médica, psicológica y psiquiátrica necesaria a las víctimas y se realice un seguimiento clínico especializado en caso de ideación o conducta suicida. También, se debe colaborar en la investigación de las autoridades responsables y realizar análisis que permitan advertir datos de afectación en la salud mental de las personas privadas de la libertad, a fin de diseñar esquemas de intervención y se asignen especialistas en materia de atención a la salud mental, a través de las gestiones que se hagan con instituciones de salud.
Finalmente, se recomendó impartir talleres de enseñanza sobre mecanismos de autocontención emocional y la utilización de herramientas terapéuticas para dicho fin; reforzar la plantilla de personal femenino de seguridad y custodia; mejorar la vigilancia y crear oportunidades en actividades laborales, educativas y deportivas para facilitar la reinserción social de las mujeres privadas de la libertad.