

Una persona como tú y como millones de mexicanos que día con día vivimos en la cultura del estudio, el trabajo y el esfuerzo para mejorar y contribuir desde nuestra trinchera para hacer de México el país que todos merecemos. Alguien que sabe de justicia, pero que al mismo tiempo ha vivido la injusticia y por eso decidió participar en este proceso histórico de elección de personas juzgadoras ya que la justicia no solo debe de ser para unos cuantos, sino para todo aquel que la necesite, además de que debe de ser cercana al justiciable y con una visión maximizadora de derechos, protegiendo a los grupos históricamente discriminados y a favor del pueblo.
Es una persona independiente, sin filias ni fobias y comprometido con el pueblo de México, la democracia, las causas justas, los derechos y la independencia judicial. Es licenciado en Derecho, con experiencia laboral de más de dos décadas, tiene más de 21 años de experiencia en materia jurisdiccional, de los cuales, 17 son en el Tribunal Electoral, órgano al que aspira llegar como magistrado, si es que tú como votante consideras que es apto.

Inició como la mayoría de quienes laboramos, con un sueño de justicia y mejora, desde abajo, pero con esfuerzo ascendió y hoy fue reconocido como idóneo por el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo.
Está convencido que la transformación al Poder Judicial es necesaria e implica un deber histórico para las personas juzgadoras, ya que no pueden ser ajenas a las exigencias del pueblo y en especial de los grupos vulnerables, por lo que deben responder con responsabilidad, honestidad, preparación, imparcialidad e independencia y certeza, a fin de lograr que la decisión de la ciudadanía sea real y en beneficio del Pueblo de México sin responder a intereses de factores reales de poder o unos cuantos.
Su visión sobre las personas juzgadoras electorales es que no son simples aplicadores mecánicos de las normas, ni deben ser ciegos y sordos a los reclamos de las personas y grupos históricamente discriminados, sino que deben velar en todo momento por juzgar maximizando los derechos fundamentales, haciendo valer y respetando el sistema democrático, lo que implica dar un real peso al voto de la ciudadanía y respetar la decisión expresada en las urnas.
Dentro de sus propuestas para mejorar la justicia electoral, es que las personas juzgadoras deben estar abiertas al diálogo institucional con los Poderes de la Unión o de las entidades federativas, así como órganos con autonomía constitucional y entender que ello no afecta la imparcialidad e independencia, sino es una condición necesaria, que, atendiendo a las reglas procesales y principios constitucionales, a fin resolver las controversias sometidas a su consideración tengan todos los elementos necesarios, para que las sentencias sean apegadas a Derecho.

Ver la forma de reformar la legislación procesal electoral en un amplio diálogo con los Tribunales, los expertos en la materia, las instituciones académicas, las personas estudiosas, así como con la sociedad interesada, para reducir el número de medios de impugnación, unificar reglas y principios procesales, para que la justicia electoral sea accesible y sencilla para todas las personas y evitar que la tecnificación aleje de la justicia de los que menos tienen, al tener que pagar altos honorarios.
Como propuesta de actuación personal, mantendrá unidad, certeza y coherencia en sus criterios, para evitar que las personas justiciables se sientan intranquilas ante cambios abruptos e injustificados en la forma de resolver. Además, será respetuoso del Estado Democrático de Derecho, la división de poderes y el marco de actuación de facultades soberanas, teniendo como máxima que solo se pueden analizar actos cuando exista competencia expresa para ello.
¡El respeto a la Constitución será su guía!
¡Por un Poder Judicial sin corrupción ni nepotismo!

Rodrigo Quezada Goncen, candidato a Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral