Clarissa Manrique es la secretaria más joven del gabinete de Margarita González Saravia, y también a quien le ha tocado una de las áreas más sensibles y urgentes de atención en un estado cuya tasa de feminicidios es la más alta del país, y en donde la violencia de género es un insultante cotidiano, ocupará desde el 1 de octubre la Secretaría de la Mujer y su pasado como activista y presente como defensora de ellas, avalan ya más de un año de trabajo en planeación y construcción del despacho, que comparte en exclusiva para La Jornada Morelos.
A sus 28 años está orgullosa de pertenecer al equipo de la gobernadora electa, en la posición jerárquica más alta de la lucha de las mujeres morelenses por una vida de paz y libre de violencias, “el camino que he seguido no ha sido sencillo y que hoy se reconozca en algo así, pues es de mucha responsabilidad, pero también me da mucha alegría”, dice mientras recuerda su pasado como activista que inició aún más joven, un lapso que con algo de mocedad llama “muchísimo tiempo”.
Quienes han seguido la lucha feminista reciente en Morelos seguramente recuerdan a Clarissa como activista universitaria, “desde ahí hemos hecho un trabajo significativo y muy simbólico porque logramos visibilizar lo que es y aqueja a muchas mujeres, el acoso, el abuso y el hostigamiento sexual dentro de las aulas de clase, que aunque es un tema que siempre ha existido, porque no es nuevo, hoy en día las mujeres estudiantes podemos identificar ya más qué es lo que se vive dentro. Pero, además, a raíz también de (la experiencia) de muchas víctimas que desafortunadamente vivieron muchas violencias, se creó un protocolo de actuación (en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos), es de reconocerse que hoy ya las mujeres estudiantes estamos pasando al reconocimiento de qué son las violencias porque antes nos daba miedo nombrarlas”.
Lo que se nombra se puede combatir
Clarissa es una entusiasta lectora, entre otras de Betty Friedan, la feminista liberal, que identificó “el problema que no tiene nombre” a partir de una serie de violencias interiorizadas y normalizadas que llevan a patologías autodestructivas como, entre otras, ansiedad, neurosis, alcoholismo y hasta suicidio.
“Hay que llamar a las cosas como son, si hay violencia hay que denominarla violencia, y por su tipo; en el caso de mucho de lo que vivimos las mujeres es acoso sexual, y hay que llamarlo por su nombre”, dice, y lo ha vuelto el credo de su lucha: “visibilizar lo que en Morelos existe, los micromachismos, las violencias, el acoso”.
Lo que el Estado debe a las mujeres
Pero en Morelos también hay una deuda histórica de las instituciones del Estado con las mujeres, “no se nos ha respetado en los derechos… hay muchísimas leyes que existen a nivel internacional (de protección y garantías a las libertades de ellas) y que todavía seguimos sin tenerlas aquí en Morelos”, entre ellas, refiere como ejemplo a la libertad que debe reconocerse a las mujeres de decidir sobre su propio cuerpo.
Ese ha sido el camino de Clarissa en la lucha feminista, una filosofía que, adelanta, abrazará hasta su muerte, “porque es un tema que me ha reivindicado como mujer y que me da muchísimas ganas de seguir en la vida por las nuevas generaciones, porque detrás de nosotras vienen más mujeres jóvenes, niñas, adolescentes y necesitamos dejarles un camino mejor aquí en Morelos”-
La despenalización del aborto se queda muy corta para las necesidades
Clarissa coincide con La Jornada Morelos en la necesidad de tener altura de miras en la legislación por el derecho de las mujeres a decidir que debería incluir acceso a los servicios de salud, al acompañamiento, legislar sobre la objeción de conciencia, dotar de mayor presupuesto al sector salud, fomentar la educación sexual. La despenalización se queda muy corta, “primordialmente tendríamos que ir por la legalización, hay que legalizar el aborto, porque despenalizarlo es solamente dejar un huequito para decir, oquei no te voy a meter a la cárcel, pero sigue habiendo recriminación, no te doy acceso a la salud, no te doy las herramientas para que una mujer lo pueda hacer con toda la libertad, pero sobre todo con toda seguridad. No garantizas una interrupción del embarazo de forma segura”.
La legalización es lo más factible, explica “y me parece que hay colectivas (feministas) que lo tienen muy claro y que han presentado iniciativas y que han quedado estancadas, no se han aprobado… ha sido un tema de que no hay interés hacia la propia necesidad que tenemos las mujeres, porque además la interrupción, el aborto, es más común de lo que pensamos… las colectivas lo tienen muy claro”, asegura y reconoce el esfuerzo e interés que ponen en el acompañamiento a las mujeres que deciden por un aborto.
“Ya es el momento” de abordar el tema, asegura Clarissa, “ya existe la despenalización pero hay que armonizarla en Morelos… y tomarle la importancia, la sensibilidad y el interés que se merece el tema”, dice, y aunque el tema no quedará en el campo de responsabilidad directa de la Secretaría de la Mujer, la generación de las condiciones, sanitarias, educativas, de atención a las mujeres para que esto ocurra, es algo que se trabajará con las colectivas que ya tienen proyectos muy avanzados. “El apoyo va a estar, ya nos hemos reunido, el apoyo es indispensable y de mi parte las puertas están abiertas y si hay que entrarle, le vamos a entrar porque es un tema de deuda ya histórica que tiene que ser una realidad ya en Morelos… y en todo el país… Aunque lo haga el Congreso, nosotras seremos un pilar que va a respaldar todas estas acciones siempre en beneficio de los derechos de las mujeres”.
“Los diputados y diputadas electas son grandes personas y con conciencia social, entonces creo que las condiciones (que ofrece la actual legislatura) son buenas para muchos temas, no solo para éste, por lo menos en el que me corresponde que es el derecho de decidir, en los derechos de las mujeres, que exista la Legislación correspondiente para que podamos trascender históricamente ya en Morelos”, abunda.
Una agenda en construcción para el buen vivir de las mujeres
La secretaria de la Mujer adelanta que el sector femenino es prioritario para la gobernadora electa, Margarita González Saravia. En este sentido, el objetivo fundamental de la Secretaría en manos de Clarissa es “construir el bienestar de las mujeres de Morelos”.
No es poca cosa, construir una secretaría de estado le da al capítulo de atención a las mujeres el nivel jerárquico más alto posible en la estructura gubernamental, justo como lo sugieren los organismos internacionales. Después de muchísimos años de olvido, el interés de la administración de González Saravia está también en que las mujeres tengan una atención eficaz, efectiva, y que se construyan políticas públicas en favor de ellas, refiere.
Y para ello, el trabajo es en territorio pues es donde se pueden conocer y entender las necesidades de las mujeres. “Algo importantísimo, y en eso el ejemplo nos lo pone ella (la gobernadora electa) estar en el territorio. No hay forma de que estando en el escritorio tú sepas cuáles son las necesidades de las mujeres o de un determinado sector qué atender”, entonces la primera tarea, que empezó ya hace meses, es construir una agenda que incluye visitar las zonas de alta prioridad para diagnosticar las necesidades de las mujeres. “Porque… hay violencia, hay machismo, hay misoginia sobre todo en las zonas más marginadas. Pero ¿cómo construimos un bienestar? Entonces la política pública social, la política pública… (la construcción) de un sistema de cuidados, intervención de espacios públicos para volverlos seguros para las mujeres, y sobre todo construir la paz social, armonizando las comunidades, y hacer comunidad… lo que nos falta en Morelos es hacer comunidad: ser empáticos con los problemas sociales y sobre todo lo que vivimos nosotras las mujeres», explica.
Así que se orientará al bienestar y buen vivir de ellas, “un tema especial en que hay que poner atención, pero sobre todo trabajar de manera transversal, porque el que tengamos una Secretaría de las Mujeres no significa que en ésta tienen que poner todos los temas de mujeres porque entonces no tendría mucho sentido y no acabaríamos. Pero sí una secretaría de abone a la transversalización y que, si necesitamos temas de educación, temas de salud, podamos armonizarlos”.
Empoderar a la mujer no basta para frenar la violencia
Por muchos años, alcaldes, diputados y otros funcionarios (mayormente hombres) han sugerido que el “empoderamiento” de las mujeres por la vía económica o política constituye en sí mismo un método para frenar la violencia; no hay datos que lo respalden porque a pesar de algunas estrategias de empoderamiento femenino, en el estado la violencia contra las mujeres ha aumentado año con año. Preguntamos a Clarissa si han fallado las acciones de empoderamiento o la teoría que lo ubicaba como herramienta única para frenar la violencia de género.
“El empoderamiento es algo subjetivo. Lo tenemos que hacer desde la raíz. Es importante empoderar a las mujeres pero… (no solo empoderarlas, sino) que tengan conocimiento de sus derechos, porque muy tristemente en las zonas de alta prioridad no existe un conocimiento previo de qué son las violencias de cómo los derechos humanos son fundamentales y deben estar protegidos, y que todas y todos tenemos acceso; pero en esas comunidades muchas veces las mujeres tienen hasta miedo de poder decidir… por un tema patriarcal y machista en el que siempre han estado sometidas y que es estructural porque se sigue educando de esa forma”, advierte y recuerda lo importante entonces que será el trabajo transversal con Educación, y otras dependencias para poder frenar la violencia estructural de machismo, misoginia.
Las 328 comunidades de alta prioridad para la Secretaría de la Mujer
“Algo importante que tenemos que hacer es difundir toda la información que haya, pero que les llegue a las mujeres que están en las zonas de alta prioridad, por ahí vamos a empezar. Porque el empoderamiento es importante siempre y cuando vaya acompañado de conocimiento, de información, del acompañamiento del Estado y de otras mujeres, de que sepan cuáles son las instancias que existen cuando algo les pasa, cuando están viviendo algún tipo de violencia a dónde ir, porque no lo saben. Todo está tan centralizado que, obviamente las mujeres de lejos no van a venir hasta acá a Cuernavaca, porque no hay el tiempo, ni con quién dejar a sus hijos, cuidan, trabajan, y aparte muchas de ellas no se pueden escapar de sus parejas”, explica.
Clarissa Manrique ya tiene más o menos trazados sus polígonos prioritarios, “son 328 zonas en todo el estado, entre ellas, la más alta que tiene comunidades y colonias con alta prioridad es Emiliano Zapata, Jonacatepec, Ayala y Axochiapan, en los primeros lugares. Y entonces hay que ir a esos lugares porque son los más marginados, donde ni siquiera hay acceso al agua, no hay calles… son zonas que están totalmente alejadas… irónicamente, aunque Emiliano Zapata no está tan lejos de Cuernavaca, tiene muchas zonas así… Hay que ir a construir identidad de las mujeres”.
Si nos tocan a una, tocan a la Secretaría de la Mujer
A unos días de asumir su cargo, Clarissa dice a las mujeres morelenses “el miedo ya no tiene que ser un obstáculo para poder denunciar las violencias o llamar a las cosas como son. El miedo ya no debe ser un obstáculo, con todo y él hay que aventarnos para conseguir que nuestros derechos sean garantizados, y en ese sentido, cuentan con todo el respaldo en mi persona, pero también desde la Secretaría de las Mujeres que va a estar con las puertas abiertas para recibir a todas las que necesiten apoyo, acompañamiento, y que quieran construir una nueva realidad. En Morelos si nos tocan a una, tocan al gobierno del estado y a la Secretaría de la Mujer”.
Y como para inspirar a todas asegura: “las mujeres podemos conseguir lo que queremos, a nuestro tiempo. No importa la edad que tengas; importan las ganas, el conocimiento, y lo que quieras hacer realmente… no nos debemos de rendir, los sueños sí se hacen realidad”.
+ El aborto debe legalizarse, no solo despenalizarse, y ahí hay un mucho por recorrer, asegura Clarissa Manrique
Clarissa Manrique es la secretaria más joven del gabinete de Margarita González Saravia. Foto: La Jornada Morelos
Hay 328 comunidades en Morelos que concentran la mayor violencia y marginación de mujeres, asegura Clarissa Manrique. Foto: La Jornada Morelos