“Vemos una situación muy difícil para la zafra siguiente, por la reducción de mano de obra”, así lo aseguró aquí José Américo Saviñón Sánchez, secretario de conflictos y conciliación de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Productores Rurales, sobre el problema que retienen los ingenios de todo el país para la contratación de cortadores de caña.
Informó que se ayudan con maquinaria especial para el campo cañero, “cortadoras” provenientes de la India, de Filipinas y de Tailandia, para que se ayuden “un poquito” en el problema que los productores cañeros enfrentan en el campo al faltar la mano de obra directa para el desarrollo del corte de la gramínea. Sin embargo, siguen apostando a la tecnificación del campo, razón por la cual también se tiene programada la compra de “cosechadoras”, aunque también enfrentan el problema de que “el campo no está arreglado para las cosechadoras”, ya que hay parcelas pedregosas y con lo que llaman ondulaciones, que dificultan el paso de las máquinas, por lo que si se requiere la contratación de los citados jornaleros agrícolas.
Dijo que es comprensible que los jóvenes ya no quieran trabajar en el campo, ya que las jornadas laborales son muy pesadas en el corte y hoy en día tienen otras oportunidades para prepararse, situación que calificó de “muy loable”, pero el problema es que si no logran tener jóvenes con el amor al campo para trabajar “se nos va a ser muy difícil, porque la gente ya mayor se va eliminando”.
Este miembro de la directiva nacional cañera precisó que las organizaciones de productores agrícolas afiliados de los dos ingenios de Morelos, el “Emiliano Zapata” de este municipio y “La Abeja”, de Casasano, municipio de Cuautla, tienen problemas con la contratación de mano de obra para el corte de la caña, mismos que provienen de rancherías, principalmente del estado de Puebla.
Comentó que hay muchos cortadores de más de 50 años, que no tienen el mismo rendimiento que un joven porque es un trabajo muy duro; pero deben hacerlo ya que los jóvenes, por buscar otras oportunidades, perdieron el interés para trabajar en el campo.
“Es más, se ha tenido que traer de Chiapas, de diferentes lados, para tratar de cumplir con el abastecimiento de caña al ingenio, porque ve que tenemos una cuota diaria que cubrir, entonces si no la cumplimos va en detrimento de nosotros, porque es un tiempo perdido que se nos carga después, al final de la zafra”, concluyó.