loader image

 

De 2 mil 200 hectáreas que producían arroz en los años 90, hoy en día la superficie que da el mejor grano a nivel mundial se ha reducido a solo 500 hectáreas, gracias al crecimiento de la mancha urbana, a la competencia desleal y a la falta de inversión para que lograr mayor producción en el campo.

De hecho, como es significativamente menor el espacio en el que los campesinos siembran el arroz, 22.7 por ciento de lo que se producía en los años 90; las necesidades también son menores. Por ejemplo, debido a que la siembra de este producto requiere de mucha más agua que cualquier otro que se siembre en Morelos, el temporal ya les resolvió el tema del agua y les benefició que haya más lluvia en comparación con otros años.

El cultivo del arroz “ahorita va bien”, por el temporal, pero también se debe a que es poca la superficie en la que se ha sembrado, ya que “nos ha ganado la mancha urbana”. Hoy en día hay agua suficiente, pero también hay mucho cultivo de caña, informó Jesús Solís Alvarado, presidente de los arroceros de la región sur del estado de Morelos.

“Nos han ganado muchas cosas: la competencia desleal, la comercialización, que hay muchos arroces tipo Morelos y en el caso de Jojutla fue el sismo el que casi acaba con el molino, pero ahí estamos todavía, seguimos en pie y tenemos que seguir trabajando, generando los empleos, ahorita son temporales ya los empleos, porque no hay suficiente producción para que el molino esté abierto todo el año”, precisó.

Sin embargo, comentó que cerrar el molino de arroz no es considerado una opción. De hecho, pretenden conservarlo porque “pueden venir tiempos mejores y si no luchamos nosotros, nadie lo va a hacer por nosotros”, comentó al dar la entrevista en el centro de este municipio.

Se necesita invertir en el molino de arroz de Jojutla, arreglarlo, agregó al establecer parte de las prioridades de los arroceros, porque “quiérase o no, nos pegó el sismo y eso nos descapitalizó y casi estamos quebrados”, por lo que la idea, el plan, es encontrar la forma de que se reactive dicho molino.

Mientras tanto, al productor sí le ha llegado apoyo por parte del gobierno federal y municipal, informó por otro lado, “poco, pero le va llegando, unos son tardados, pero les va llegando”.

Por otro lado, dio a conocer que otro asunto pendiente para el gremio arrocero es que aún falta certificarse como un “organismo verificador”.

De la Secretaría de Economía obtuvieron un presupuesto de 600 mil pesos, mientras que los arroceros aportaron otros 600 mil, pero aun así no han logrado acreditarse ante la Entidad Mexicana de Acreditación, instancia que los tiene que acreditar por ser un organismo certificador, a fin de que tengan un arroz certificado y con ello lograr que quienes lucran con la calidad de Morelos ya no tengan el permiso de ponerle al vender su producto como “arroz tipo Morelos”.

Jesús Solís, informó que lo anterior, es parte de las gestiones que realizan, por lo que la semana pasada parte de la comitiva de arroceros del sistema producto de Cuautla, Jojutla y Coatlán del Río, acudieron “a ver esa parte; que se nos apoye tanto en campo, como en la industria y ver la denominación de origen”. Sin embargo, a estas alturas no han resuelto. Ahora falta que haya tiempo para que se concrete en esta administración, “porque ya van de salida, o por lo menos que al gobierno entrante dejen establecido (a quienes entrarán) que esa es la idea, que quede establecido qué es lo que necesitamos”.

Los tres temas urgentes para los arroceros son: la acreditación, inversión para que tengan para pagar a tiempo las cosechas, que los precios de garantía salgan a más tardar en noviembre para que se pueda facturar de acuerdo con el apoyo que se va a recibir, así como inversión económica directa para rescatar el molino de Jojutla, o para tener un molino pequeño y dejar el que se tiene como museo “que la gente conozca que tenemos maquinaria de 1930 y que todavía sigue funcionando”, añadió Solís Alvarado.

Informó que esta vez concluyeron la venta de la cosecha que concluyó en junio pasado, “no es que no quiéramos atender a la gente (con venta de arroz), se terminó, gracias a los medios (de comunicación), como ustedes, que difunden que se consuma lo nuestro, ha funcionado, la gente sigue consumiendo”, concluyó.