En Morelos, más de 500 mil hombres se reconocen como padres de por lo menos un hijo o hija, hay los que tienen más, pero la mayoría de ellos se ocupa de sus hijos y colabora de algún modo en la crianza de ellos. No es una tarea fácil, salvo “Cómo ser Padres para Dummies”, y algún otro Manuel, la mayoría de los textos y manuales de ayuda a la crianza están dedicados a las mujeres.
Por si esa ausencia de instructivos fuera menor, la mayoría de los retratos que la literatura y los medios de comunicación masiva hacen sobre los padres los colocan como disfuncionales, torpes e incapaces de colaborar en las tareas domésticas y la crianza de sus hijos. La publicidad tampoco ayuda, retrata a padres ignorantes que sólo sirven para ordenar pizza y, a veces, para hacer carne asada. Y lo jurídico mucho menos, la colección de sanciones que se han acumulado para sancionar a malos padres puede funcionar como una serie de prohibiciones bastante lógicas, pero que poco ayudan al largo y sinuoso camino de ser padre en este milenio.
Este Día del Padre, La Jornada Morelos ha compilado una serie de consejos de expertos que podrían ayudarte a mejorar el ejercicio de tu paternidad.
- Es vital respetar a la madre de tus hijos. Tus hijos necesitan ver que sus padres se respetan y ese ejemplo les servirá para respetar a su familia, a los otros y a ellos mismos.
- Dedica tiempo a los hijos. Destina una parte de tu día a pasarla con tus hijos, programen actividades para hacer juntos, lean, jueguen, conversen, vean películas o televisión, comuníquense.
- Gánate el derecho de ser escuchado. Platica mucho con tus hijos, desde pequeños, escucha sus ideas, sus problemas, comparte sus sorpresas.
- Sé un ejemplo. Recuerda que tus hijos imitarán y adquirirán el comportamiento que vean en el hogar, participa en las tareas domésticas, lee, haz deporte, evita gritar, sonríe, sé amable con los demás.
- Muestra tu afecto. La época de los padres fríos ha pasado. Hoy sabemos que las muestras de afecto ayudan a mejorar la autoestima, porque favorecen que niñas y niños se sientan aceptados y queridos.
- Establece límites. Los niños y niñas deben saber claramente qué hacer y hasta dónde pueden llegar, trata de no ser permisivo, y de aplicar disciplina positivamente, de forma tranquila, justa y sin violencia.
- Te toca ser el primer maestro. Como padre, es tu deber enseñar a tus hijos la diferencia entre el bien y el mal, recompensar sus buenas decisiones y censurar las malas, usa ejemplos cotidianos como lecciones de vida.
- Come con la familia. En un mundo acelerado y con trabajos exigentes es difícil lograrlo, pero es imperativo que destines tiempo a comer con tus hijos y tu pareja, ese rato da la oportunidad de que niños y niñas hablen de sus actividades, sus problemas y sus deseos, y de que los padres los aconsejen.
- Recuerda, este es un trabajo que no termina nunca. A cualquier hora, cualquier día, y sin importar la edad que tengan, debes estar listo para escuchar a tus hijos, aconsejarles y ayudarles.
- Lee con tus hijos. Mucho más que cualquiera otra actividad, la lectura ayuda a crear espacios de reflexión, pensamiento y diálogo que son vitales entre padres e hijos. Además de que fomentarás su amor por la lectura que le podrá ayudar en su vida profesional.
- Pregunta su opinión. Probablemente la forma más efectiva de conocer a tu hijo o hija es preguntar qué opina de las cosas, qué le gusta y qué no, ello ayudará a despejar sus dudas y disipar sus miedos, además de que sabrá que sus opiniones son importantes y válidas.
- No reprimas tus emociones. Eres su padre, no un témpano de hielo, mostrar lo que sientes y procesarlo adecuadamente ayudará a tus hijos a hacer lo mismo cuando tengan esos sentimientos.
- Recuerda que tu hijo no es tú. Claro que puedes desear que tu hijo tenga el mayor de los éxitos, hacer grandes cosas, pero recuerda que no se trata de tu vida sino la de tus hijos, apóyalos para vivir como quieren.
- No debes ser perfecto, pero sí su padre. Nadie espera que su padre sea perfecto, puedes enfermarte, sentirte desanimado, perder la paciencia, pero no olvides nunca que eres padre de tus hijos y serás su ejemplo de por vida.