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Alberto Armando Álvarez Gallegos, profesor investigador del Centro de Investigación en Ingeniería y Ciencias Aplicadas (CIICAp) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), desarrolla bioceldas de combustible o baterías para transformar materia o desechos orgánicos en energía eléctrica. 

  

El experto refirió que en su laboratorio han logrado crear reactores electroquímicos, bioceldas o biobaterías, con base en desechos orgánicos de cáscaras de fruta y bagazo, que son perfectamente oxidables por las bacterias que pueden generar el flujo de electrones extras, para obtener energía eléctrica complementaria en las actividades que necesiten micro energías, como las válvulas de insulina en los pacientes diabéticos. 

  

El investigador explicó que la utilización de los exoesqueletos o cáscaras del camarón, han sido planteadas como fuente de materia prima para la obtención de quitina y quitosano, “una gran cantidad de materia orgánica, la segunda más abundante en el planeta y que puede ser utilizada como fuente de energía biodegradable”, dijo. 

  

Alberto Álvarez detalló que la quitina es absorbida de manera natural por las bacterias mediante la oxidación para extraer electrones, “que representa una recirculación de la energía de forma natural. Este mismo proceso puede ser aplicado a los desechos o sedimentos de ríos, lagunas y mares, para obtener materia orgánica que genere energía eléctrica”. 

  

Actualmente, dijo, la investigación se enfoca en el diseño y mejora de los reactores electroquímicos, para hacer más eficiente la energía generada por resistencias internas, que sea baja, mientras que la resistencia exterior sea alta, para ser aplicada en prototipos en serie de la generación de energía eléctrica a mayor escala.