Agujeros de gusano, infiernos ambientales y cómics sobre las violencias son temas que parecen retratarse en cuentos e historias falsas, pero muchas veces la realidad inspira a la ficción, ya que todos estos conceptos mencionados forman parte de nuestro día a día en México, y no solo en nuestro país; en el mundo. Dentro del coloquio “Geologías de la Violencia para una comprensión situada” realizado el pasado 14 y 15 de noviembre, nos dejan echar un vistazo a nuestra realidad que muchas veces percibimos como violenta.
Este coloquio surge de dos espacios: El primero es el diplomado de titulación “Geologías para un análisis de la violencia” ofertado en el Centro Interdisciplinario de Investigación en Humanidades (CIIHu), en el que se busca analizar el contexto actual, “más allá de estar seguros de que vivimos en un momento violento de nuestra historia de México, lo seguro es que vivimos en un momento donde se dice que hay violencia en México”, así lo afirmó el organizador Mtro. Roberto Monroy Álvarez dentro de la inauguración.
Asegura que su objetivo es crear una serie de perspectivas de diversas ramas: antropología, historia, literatura, arte, en las que se relacionen “para entender la violencia a partir de la metáfora de la geología”. Dentro de, existen temas relacionados a problemas de la memoria (en términos de recordar y tener presente situaciones), las violencias de facto como matanzas, fosas comunes, etc., problemáticas de género, colonialidad, entre otras.
El segundo espacio que impulsó este coloquios es el laboratorio llamado “Contra Narrativas” desarrollado también por el CIIHU donde participan alumnos de las carreras ofertadas por el Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales (IIHCS), como lo son ciencias de la comunicación, filosofía, letras, antropología e incluso estudiantes de los posgrados que dicha institución oferta. El laboratorio trata de generar formas de entender algunas formas de violencia o lo que Monroy llama “los desechados de la tierra”, que son personas en situación de calle, que pasan violencia extrema, o que se encuentran en fosas comunes o fosas clandestinas. El objetivo es crear una serie de narrativas sobre las personas que son excluidas u olvidadas.
Entre la ficción física y la realidad social
Para dar inicio, se impartió una conferencia magistral por el Dr. Óscar Misael Hernández llamada “Cronotopías de la violencia: agujeros de gusano y bucles temporales”, lo que puede resultar raro, ya que son dos ramas de la ciencia que anteriormente no se llevaban; ciencias duras – física; ciencias sociales – antropología, historia, psicología. El Dr. Misael explicó sobre algunas Logías y Grafías que surgen de la violencia; la arqueología de la violencia; la sociología de la violencia; la antropología de la violencia; la geografía de la violencia (situar espacialmente); la topografía de la violencia; y finalmente la topología de la violencia.
El objetivo de esta conferencia es compartir la idea de los viajes en el tiempo y la violencia en diversas generaciones, retomando elementos de las ciencias naturales — teorías de la relatividad con las tramas humanas temporales que atraviesan la violencia —. Un agujero de gusano, explicó, es un puente en el que se puede atravesar hacia diferentes espacios. Aquí se relaciona con la simultaneidad y transmutalidad de la violencia. Por ejemplo, hay una serie de muertes masivas e inhumanas como en 1991 con los feminicidios en Cd. Juárez, la matanza de campesinos en Chiapas, o los migrantes asesinados Coahuila.
- Todo esto lo observamos normalmente en un ejercicio de línea del tiempo; estos estratos de violencia se caracterizan por un aumento progresivo, sin embargo, son eventos que se sitúan en diferentes periodos. Tienen una ubicación en temporalidad y el común denominador son los procesos de transiciones político-gubernamentales, pero también está el dominio de una economía política de la muerte, donde siempre resulta involucrada la soberanía legal que es el Estado, y la soberanía ilegal que el crimen organizado.
El agujero funciona para reflexionar la reversibilidad: Si retrocedemos, podemos observar elementos similares que terminan siendo reactivos en los casos, a pesar de tener un tiempo lineal diferente. Dice Misael Hernández, que comúnmente analizamos periodos o eventos de la historia en un tiempo lineal, diacrónico, pero pocas veces lo hacemos anacrónicamente, ya que muchas veces se reproducen como si fueran paralelos o alternos, en dos líneas pero a la par, situando dichas líneas en la misma temporalidad pero en distintos espacios, y que muchas veces, los eventos violentos terminan pareciendo analepsis o prolepsis de otros eventos.
También comentó sobre la transmutación que sufren en la gramática, ya que la manera en que nombramos a estos eventos va cambiando con el pasar de ciertos eventos, pero habría que analizarlos como algo relacionado, utilizando este concepto físico, popular en las series de ciencia ficción: “agujero de gusano”.
El cómic como herramienta para no olvidar
El coloquio siguió con un tema artístico, escrito y dibujado, pero complejo: “El tiempo no borró el instante (Memoria y Violencia de Estado en el Cómic Documental ESMA)” donde el Dr. Alfredo Guzmán Tinajero habló sobre esta situación ocurrida en Argentina entre 1976 y 1983, y cómo se relaciona con el cómic.
Para Guzmán, el cómic documental es una forma de acercamiento a los procesos memorísticos, pero distinta a lo que comúnmente acostumbramos. Comparte que diversas personas lo han utilizado como instrumento para recuperar las memorias y evitar el olvido, pero también para luchar en y con ella.
Podemos comparar a los cómics también como una manera de retratar la realidad, de mantener un registro para recordar lo que pasó, una forma de resistencia al olvido, porque sin un recuerdo, un antecedente, no hay un actuar para cambiar
El infierno ambiental como violencias en la vida real.
La Dra. Ángela Ixkic Bastián Duarte, profesora de este instituto, compartió su trabajo de investigación “Violencia lenta, sufrimiento ambiental y otras aproximaciones a la violencia socioambiental”. En la que su objetivo es ofrecer algunas pistas sobre la importancia de entender la violencia para explorar la problemática ambiental. Si comprendemos las violencias podemos adentrarnos en la actual y preocupante problemática social, que es otra manera en la que la violencia se manifiesta.
Para Ixkic, la Violencia ambiental inicial surge a raíz del pensamiento “el humano está separado del resto de la naturaleza”. Esta idea de mandato dentro de las sociedades humanas para controlar la naturaleza, que después de desarrolla bajo la lógica capitalista, tiene cristalizaciones en la violencia, dando paso a los recursos privados y convirtiendo a la naturaleza en una simple mercancía.
A esta violencia inicial se le incorporan otras, por ello enfatiza en la importancia de visibilizar las expresiones de violencia dentro de lo ambiental, porque no es un concepto que solo afecta a la naturaleza, también transgrede a la humanidad, como una especie de rebote. Ángela Ixkic comparte estos conceptos que vienen de la ecología política feminista y de otros grupos de activismos:
•Violencia lenta. Nos comparte que algunos expertos aseguran que tendemos a pensar en la violencia como algo escandaloso, espectacular. Pero la violencia lenta aunque no es evidente, va generando un desgaste de manera paulatina. Por ejemplo, comer algo cargado de grasas va a ir obstruyendo las venas lentamente. No es visible al instante pero a largo plazo se reflejará. Eso sucede con la violencia lenta, como puede ser el calentamiento global.
•Sufrimiento ambiental. Surge en un entorno contaminado o en escenarios tóxicos (como los infiernos ambientales). Algunos testimonios reflejan enojo, aceptación, resistencia o rebeldía que parecen contradictorios porque a veces surgen a veces de la misma persona en diferentes momentos. Esto refleja la cotidianidad en este entorno y cómo va afectando a las personas en su manera de pensar, actuar y en su día a día.
•Infiernos ambientales. Los infiernos ambientales son lugares que resultan muy contaminados. Lo que distingue estos lugares de otros afectados socioambientalmente, son los índices de muerte y enfermedades terminales. Estos contextos tienen desechos de materiales tóxicos que envenenan a trabajadores y habitantes. Nuestro país cuenta con esos infiernos ambientales y han mapeado la existencia de al menos 30 en México.
•Racismo ambiental. A grandes rasgos, le es llamado racismo ambiental a la exclusión de comunidades marginadas, como las indígenas o de color, en la toma de decisiones político ambientales, por restarle importancia a estos grupos sociales, teniendo en consecuencia la falta de agua potable, un sistema de alcantarillado deficiente, entre otras situaciones.
¿Dónde conocer más?
Este laboratorio “Contra Narrativas” se desarrolla dentro de las instalaciones del Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el Mtro. Roberto Monroy Álvarez lleva la gestión de dicho laboratorio, puede proporcionar informes a través de su correo electrónico robertomonroy9000@gmail.com
También se encuentran disponibles las ponencias del coloquio a través de redes sociales, ingresando a estos links:
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Fotos: Cortesía de Jazmín Aguilar