Familiares y amigos de Leonardo Gómez Garduño, el niño que falleció tras ser alcanzado por un rayo mientras jugaba fútbol en Cuernavaca, se reunieron este martes para despedirlo y anunciar un proyecto que busca proteger la seguridad de los niños y jóvenes en campos deportivos. En medio del dolor, su familia compartió la noticia de que Leo, en un último acto de generosidad, donó sus órganos, brindando esperanza y vida a otros.
La madrugada de este 6 de agosto, el cuerpo de Leo llegó a una funeraria en la colonia Vista Hermosa, en Cuernavaca. Entre lágrimas y palabras de consuelo, amigos y familiares se reunieron para rendirle homenaje. Gabriela Gómez Garduño, madre de Leo, agradeció el apoyo recibido durante la difícil batalla que su hijo libró, aunque no pudo superar las heridas.
“Leo metió su gol de vida”, dijo con la voz entrecortada, recordando cómo su hijo siempre sorprendía en el campo de juego. “Festejemos ese gol, porque será para toda la vida”.
El trágico incidente ocurrió el pasado 28 de julio en la colonia Antonio Barona, durante un partido amistoso. A pesar de las medidas de precaución, un rayo impactó a pocos metros de Leo, dejándolo inconsciente. Los esfuerzos desesperados por salvarlo llevaron a su traslado inmediato a un hospital en Cuernavaca, donde fue sometido a varias cirugías. Ocho días después, el 4 de agosto, Leo falleció.
El legado de Leo: un proyecto para la seguridad deportiva
Claudia González Garduño, tía de Leo, habló en nombre de la familia, anunciando un proyecto en su memoria para garantizar la seguridad en campos deportivos. “Lo que pasó con Leo nos ha devastado, pero su luz sigue brillando. Queremos asegurarnos de que ningún niño o joven esté en riesgo mientras practica deporte”, declaró.
El proyecto buscará que las autoridades, tanto estatales como federales, implementen medidas de seguridad en instalaciones deportivas, como el respeto estricto a las restricciones durante condiciones climáticas adversas. La familia también solicitará que estos espacios cuenten con servicios médicos accesibles y que se promuevan valores de respeto y seguridad para evitar la violencia y el bullying.
Los fondos recaudados durante la colecta para apoyar a Leo serán destinados a estas campañas, con el objetivo de evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.
Leo reparte su ‘cheese’ hasta el final
En un gesto final de amor, la familia reveló que varios de los órganos de Leo fueron donados, salvando otras vidas. “Mi Leo siempre decía ‘¡yo reparto el cheese!’, y lo hizo hasta el último momento, compartiendo amor y esperanza con quienes lo necesitaban”, expresó su tía.
El legado de Leo vivirá no solo en los corazones de quienes lo conocieron, sino también en las vidas de aquellos a quienes dio una nueva oportunidad. Los restos de Leo serán cremados y depositados en un panteón privado en Cuernavaca, donde su familia y amigos podrán visitarlo y recordar su espíritu generoso y su amor por el fútbol.
Leo Gómez, fue generoso hasta el final. Foto: Cortesía