loader image

Dentro de la sala-auditorio “Manuel M. Ponce”, ubicada en una de las tantas casas de descanso construidas en Cuernavaca durante la época de la Nueva España, a la que actualmente se le conoce como Jardín Borda, se realizó la presentación del libro “Leteo”, donde el público conoció las reflexiones de Davo Valdés de la Campa, autor quien ha dejado una parte de sí en su obra.

Este espacio turístico construido en 1783 por el arquitecto Manuel de Arrieta, fue testigo de las lágrimas derramadas por los asistentes ante las palabras de Davo; “Es un libro que yo no planeé, es un libro que empezó como a ocupar espacios de mi vida y que en un momento se convirtió en este volumen de poemas que hablan de mi abuela”. Afirmó también que la obra fue producto de su sentir; escribía sobre el caminar de su abuela dentro de su casa, sobre sus postres, sobre sus recuerdos.

Además, cuenta que sentía frustración de no poder hacer nada ante la enfermedad que tenía su abue, pues la pérdida de su memoria implicaba también la pérdida de los recuerdos de la infancia de Davo, porque era la única manera de acceder a ellos, ya que él no los recuerda por tan corta edad que tenía: “[…] Yo quería que se contara también esta historia del Alzheimer, que es una enfermedad progresiva e incurable […] Esta enfermedad sigue avanzando hasta lo fisiológico: ya no sabe cómo comer, ya no sabe cómo usar sus piernas, ya no responde de la misma manera”.

Dentro de la presentación, estuvieron su amigo Amaury Colmenares, la artista Beatriz Dávila y la poeta Kenia Cano, quien compartió sus notas hechas sobre y para Leteo, tituladas “en la metáfora del corazón”, donde destaca la valentía del autor por quedarse en el dolor y observarlo atentamente para transmitirlo en su poesía: “Del objeto que no desea ser asediado sino contemplado; del libro como objeto que observa, como objeto del conocimiento y amor; aproximar a él otros objetos bellos que desean ser comprendidos, hendidos en su asombroso ensamblaje […]”

Por ello, Leteo es un libro donde se nota el deseo del autor de regresar a la parte de su infancia perdida, “a esa infancia que también tuve que abandonar rápidamente […] así como decía hace rato que la poesía era esa cosa que había buscado, también me sirvió un poco para habitar ese territorio, esta infancia perdida y desolada, pero también llena de posibilidades fuego”, resaltó.

La presentación también contó, en su inicio, con una pieza sonora de la banda “Lagañas de perro para ver a los muertos” quienes, con la voz de la abuela de Davo, crearon la obra musical que abrió los corazones de los asistentes. También contaron con un cierre musical con la interpretación musical de Natalia Todavía en el cello y Alfonso Vázquez en el piano.

Este libro se puede adquirir en algunas plataformas como Amazon o en la cafetería “La Cocotte Minute” ubicada en el centro de Cuernavaca.

Personas sentadas en una mesa

Descripción generada automáticamente con confianza media

Davo Valdés de la Campa, Kenia Cano, Amaury Colmenares y Beatriz Dávila, en la presentación de Leteo, un poemario escrito desde el dolor por el primero de ellos. Foto: Malu Medina

Imagen que contiene interior, hombre, piano, tabla

Descripción generada automáticamente

Alfonso Vázquez al piano y Natalia Todavía con su cello acompañaron la presentación. Foto: Malu Medina