La idea de que las mujeres son el sexo débil se diluye cada día, pues con el paso del tiempo es más común verlas en oficios, actividades y carreras que por su “trabajo rudo” o “peligroso” se pensaba que sólo eran para hombres; sin embargo, se abren brecha para demostrar que son capaces de hacer todo lo que sueñan, si así de lo proponen.
La doctora Liliana Pardo López, encargada del Laboratorio de Biotecnología Marina del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelos, es el claro ejemplo de que nada es imposible. Recientemente arribó a tierra, tras una expedición en uno de los dos buques oceanográficos de la máxima casa de estudios del país, como parte de su proyecto de investigación en bacterias marinas.
La odisea, un recorrido por el Golfo de México para sumergirse en sus aguas, alcanzando una profundidad incluso mayor a los dos mil metros para tomar muestras del fondo del mar, al referir que las bacterias en los océanos realizan actividades fundamentales para que haya un intercambio entre la atmósfera, permitiendo así controlar las temperaturas que permitirían contrarrestar el cambio climático y el calentamiento global.
“Lo que yo hago es investigar las bacterias. Veo cuáles son las que hay en el mar y también de alguna manera aprovecho el hecho de que han estado ahí por miles de años y pueden comer desechos como pueden ser los hidrocarburos, el petróleo o los plásticos que es ahora un tema bastante de moda. Todos los océanos, y en realidad todo el planeta, está lleno de plásticos, entonces las bacterias que están ahí han aprendido a comer esos desechos y han aprendido a descontaminar por sí solo”, relató en entrevista exclusiva con La Jornada Morelos.
Una actividad en la que predominarán varones
El trabajo no es fácil, el recorrido en buque implica mucha actividad física, cargar equipo pesado, ayudar a la flota. Pardo López resaltó que la actividad antes se consideraba propiamente masculina, sin embargo, en la tripulación científica que le toca liderar “sí es de remarcar que van muchas mujeres”, y aun cuando es muy demandante la vida en el mar, han contado con el apoyo de los ingenieros, el capitán y marinos, que son varones, logrando así un eficiente trabajo en equipo, lejos de casa.
En este sentido, resaltó que es un trabajo 24/7, por lo que resulta indispensable aprovechar cada minuto, ya que el barco no se detiene hasta llegar a alguna estación marítima en donde se toman todas las muestras, lo que puede tardar hasta más de dos horas. En un día, incluso, pueden pararse hasta más de tres veces.
“Lo que hicimos fue sacar sedimentos que se acumulan y esto fue a tres mil metros del fondo del mar, en varios lugares, y no detectamos tantos micro plásticos, encontramos muy poquitos, lo cual es muy esperanzador para el Golfo de México saber que todavía no hay una gran contaminación de micro plásticos en el fondo”, mencionó.
Menos plásticos, más vida
En este sentido, lanzó un llamado a la sociedad en general a usar lo menos posible los plásticos, que de no tener un buen manejo llegan hasta los océanos, lo que denota que “no hay una conciencia y aunque hay campañas de concientización realmente a la gente no le llegan. Cada bolsa, cada botella, cada plástico que se utilice va a ser un desecho y la mayoría va a caer en el mar y en el mar están los recursos que nosotros comemos como los mariscos, los peces, y eso nos vamos a terminar comiendo tarde o temprano”, mencionó.
También, el plástico en el mar sube a la atmósfera y eso “lo vamos a estar respirando; entonces, esta parte la gente no lo ve, sólo ve una comodidad inmediata de tener una bolsa de plástico para resolver su problema inmediato y sin pensar en las consecuencias a largo plazo”.
Mujer, no hay límites
Con motivo del ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, la doctora Liliana Pardo López instó a todas las mujeres a luchar por sus sueños, pues todas son capaces de fijarse metas y alcanzarlas, tal es el caso de carreras como la Biotecnología Marina, al recordar que dentro del laboratorio a su cargo, son más mujeres que hombres, por lo que consideró que más tiene que ver con una cuestión de ideas erróneas y por eso, las chicas no se atreven o piensan que va a ser más difícil alcanzar sus objetivos o estudiar una carrera científica.
“Tengo una hija que estudia Filosofía y desde chiquita le dije tú puedes hacer lo que tú quieras, o sea no hay límites. Clara muestra es esta parte de las expediciones oceanográficas donde convivimos hasta más de 30 días con marineros, pero siempre en un marco de mucho respeto y mucho profesionalismo. De hecho creo que hay más mujeres que hombres y la mayoría se sube al barco a hacer las expediciones sin pensar que por ser mujeres no lo lograrían», puntualizó.