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Colmada de un sin fin de personas, en su mayoría de clases media -alta y baja- y sectores populares, en la Plaza de la República se escuchó al primer presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, en un reproche porque una iniciativa de reforma electoral dependa de una sola voluntad.
La marcha y manifestación denominada “Al INE no se toca”, que partió de la Columna al Ángel de la Independencia y se concentró en el Monumento a la Revolución escuchó a un solo orador en Woldenberg, quien tuvo que despojarse de su postura académica para dirigir un mensaje -al cual dio lectura- con un tono elevado.

Reclamó a la idea de concentrar todas las elecciones y sus consecuentes procesos en una sola institución, si fuera el caso se perdería confianza.

“México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad, por más relevante que sea. Hay importantes lecciones del pasado con las reformas que fueron fruto de voluntades colectivas, con los métodos probados y comprobados de diálogo y acuerdo. México no puede trasladar el padrón electoral a otra institución”.

Los organizadores esperaban un lleno de la Plaza de la República, pero el cálculo falló y las calles aledañas se desbordaron, por lo que el sistema de sonido fue insuficiente. Woldenberg tuvo que hacer un esfuerzo por atrapar la atención de los asistentes: “estamos hoy aquí ciudadanos todos en el ejercicio de nuestros derechos, sabemos porque lo vivimos en nuestro país, de las diversas formas políticas del autoritarismo más ciego, por el contrario, nosotros valoramos esa diversidad porque creemos que en ella radica parte de la riqueza de nuestra nación.

Estamos obligados a garantizar la coexistencia y el compromiso civilizado en el cual las elecciones auténticas libres equilibradas resultan y insustituibles.

“Nuestro futuro no puede ser resultado de la seducción del pasado. Por ello decimos no a la destrucción del INE, no a la destrucción de los institutos locales, de los tribunales locales, no a la pretensión de alinear los institutos electorales, no al autoritarismo, si a un México democrático”.

La intervención de Woldenberg inició diez minutos antes del mediodía, y a esa misma hora salía el último contingente de la Columna de la Independencia, en ese grupo caminaban los panistas, detrás los priístas y al final los perredistas y de Movimiento Ciudadano.

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