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Limpiar el tiradero que le dejan y garantizar seguridad pública, jurídica, de servicios para inversiones nuevas y reinversiones; establecer círculos productivos en la economía social y aprovechar las bondades del estado corrigiendo lo mucho que se ha hecho mal; son las prioridades de Víctor Sánchez Trujillo, próximo secretario de Desarrollo Económico, para recuperar la confianza de empresarios, desde los micro hasta los más grandes y que Morelos retome el camino del crecimiento económico.

Nombrado por la gobernadora electa, Margarita González Saravia, como el principal responsable de que el estado recupere el crecimiento económico y aproveche su enorme potencial para el desarrollo, Víctor Sánchez tiene una carrera política de la que se había retirado para triunfar como un empresario restaurantero, “ya no quería regresar a la política” nos comenta mientras hace una narrativa más o menos larga de la corrupción que se impuso en la política local desde hace dos décadas; pero el proyecto de la gobernadora lo convenció por su honestidad y capacidad de gestión así que aceptó acompañarla, primero eventualmente allá en el 2015 y 2018, y luego ya como parte de su equipo ejecutivo a partir del año pasado.

Sánchez Trujillo fue dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos, regidor independiente de Cuernavaca, secretario de Desarrollo Agropecuario y luego diputado federal en una carrera que inició en los noventa y a la que puso pausa en el 2009. Ahora, de regreso en la vida pública de Morelos enfrenta el mayor reto porque la economía en el estado ha venido en constante declive desde 2018, la pérdida de empleos formales se cuenta por miles, la informalidad laboral roza el 70% y, por si todo ello fuera poco, recibe un despacho en que la sospecha de corrupción, la discrecionalidad en el manejo de fideicomisos y los rezagos en materia de fomento a la inversión, pero también de conflictos laborales son una herencia de una administración, la de Cuauhtémoc Blanco, que hizo muy poco también en este rubro.

Un reto inaplazable, enfrentar la conciliación laboral

En el 2018 la administración de Cuauhtémoc Blanco fusionó las áreas de Desarrollo Económico y Trabajo y Previsión Social para crear una secretaría única lo que, a la larga se comprobó como un error grave pues se trata por un lado del fomento a las empresas de todo tipo y la generación de empleo, y por otro de la conciliación laboral. Así que ésta última área fue la que más sufrió, explica Víctor Sánchez Trujillo, quien advierte que hay más de 25 mil expedientes de juicios laborales rezagados que obedecen a la ley anterior, pero a partir de la reforma que favorece la conciliación laboral a través de un sistema de oralidad, se han ido sumando muchos más.

Es evidente, comenta, la incapacidad de atención de los conciliadores porque no son suficientes, pero mucho más porque ni siquiera tienen condiciones dignas de trabajo. No tienen ni contratos con el gobierno del estado, están arrumbados en un sótano sin ventilación, y asuntos importantes, como el de Equipos Médicos Vizcarra, que supone la conciliación individual con más de 200 extrabajadoras no se atienden por falta de posibilidades operativas.

Por si esto fuera poco, la administración de Margarita González Saravia enfrentará laudos laborales e insuficiencia presupuestal incluso para el cierre del año, lo que plantea un reto mayor para el nuevo gobierno y hace imposible, por ahora la necesaria separación de las secretarías de Desarrollo Económico y del Trabajo. Por ello se nombrará momentáneamente a una subsecretaria que tiene una formación y trayectoria muy sólida en materia laboral para que ayude a superar los rezagos, asegura Sánchez Trujillo.

Indicios de un enorme tiradero

El gobierno de Morelos tiene fideicomisos para el fomento y desarrollo económico, entre ellos el Fondo Morelos, el del Fondo de Competitividad y Promoción del Empleo (Fidecomp); el Fondo de Desarrollo Empresarial y Promoción de la Inversión (Fifodepi); el Fondo Morelos; entre otros, cuya operación tendría que garantizar el fomento a la actividad empresarial y la creación de empleos formales. Los resultados que arroja cada uno de ellos son negativos; para Víctor Sánchez hay una explicación que, lamentablemente, tiene que ver con el mal uso que se dio a los fideicomisos.

“Salvo honrosas excepciones”, adelanta el próximo secretario, hubo discrecionalidad en el apoyo de los fideicomisos, usos desviados de los fines para cada uno, entregas irregulares de créditos a quienes no cumplían los requisitos, que se suman a otra serie de anomalías en el ejercicio del gasto público como las primeras evidencias que comprobarían la corrupción en la Secretaría.

Un ejemplo, que Sánchez Trujillo ubica como bomba de tiempo que se hereda a la administración de Margarita González Saravia, es la obra de rehabilitación del mercado Adolfo López Mateos de Cuernavaca que indebidamente fue cargada al Fidecomp, advierte, pero que además no solucionará el problema de fondo pues el abovedado techo del mercado debe reconstruirse totalmente.

Uno más, dos grandes empresas recibieron también fuera de la norma, recursos del Fondo Morelos por 30 millones de pesos. Se trata de créditos a tasa de 5% y plazos de pago de ocho años, que resultan en un buen negocio para guardarse en el banco, explica, entonces también se pervirtió el objetivo del Fondo.

El Ferrosur ¿Dónde quedó la lanita?

Sánchez Trujillo va más allá, el proyecto ferroviario de carga en Morelos, para el que se firmó un convenio y se dotaron poco más de cien millones de pesos con los que se suponía concluir 103 kilómetros de vías para conectar con la estación multimodal del parque industrial de Xalostoc. “Nos tienen que decir dónde quedó ese dinero”, advierte el secretario, sobre todo porque una de las intenciones de la nueva administración es concluir la vía para fortalecer la infraestructura de apoyo a la industria local.

Vital fortalecer la infraestructura

Morelos necesita ofrecer a los inversionistas locales y foráneos seguridad en tres áreas, pública, de tenencia de la tierra, y de los servicios necesarios para su operación (agua, electricidad, gas natural y carreteras y otras vías de comunicación como el aeropuerto y los trenes de carga, la ventaja es que hay proyecto para todo ello.

Sánchez Trujillo explica que además del proyecto de recuperación y aprovechamiento de agua, la gobernadora electa tiene proyectos para el desarrollo de infraestructura como el circuito carretero Tierra y Libertad, la reactivación del aeropuerto como una terminal de carga, recuperar el proyecto de ferrocarril, y hasta ampliar el gasoducto para mejorar los servicios para los morelenses, pero también para atraer inversiones y consolidar las que ya han expresado su interés de invertir o reinvertir en el estado como Nissan, Baxter, Vitesco, Bimex, entre otras.

Entre los proyectos para atraer inversiones están las empresas dedicadas a la logística y transporte, como DHL, Estafeta, UPS; pero también las de gran comercio electrónico, como Amazon y Mercado Libre. Para ello, adelanta, Morelos colaborará con Guerrero y otros estados de la región para abrir la opción de un puerto de carga en Acapulco, lo que potenciará el desarrollo de toda la región.

Al rescate de la micro y pequeña empresa

Pero el desarrollo económico de Morelos no solo debe apostar a grandes proyectos de inversión, asegura Sánchez Trujillo, también debe apoyarse y dar acompañamiento a los empresarios y emprendedores locales. “Debemos empezar por los de casa, los negocios locales, atender a la empresa local micro y mediana… y voltear (también) a ver a la economía social, que se da en las zonas rurales y las comunidades marginadas, las panaderías, carnicerías, pequeños negocios que pueden desarrollarse con la capacitación el acompañamiento y el financiamiento del Estado”, adelanta.

Sánchez Trujillo habla de potenciar los círculos productivos, de una vinculación transversal con las secretarías de Desarrollo Agropecuario, de Turismo, de la Mujer para potenciar el desarrollo de emprendedores y fortalecer los proyectos pequeños que ya existen, están funcionando y que pueden crecer mucho más con la participación de más productores en las comunidades.

“Tenemos que consolidar lo existente, queserías, cooperativas, talleres de costura y de artesanías, productores de miel, de peces de ornato, mezcaleros, ayudarles a mejorar sus sistemas de producción, a abatir costos. A comercializar sus productos que son muy buenos y han ganado premios internacionales” explica, y sobre todo, que no dependan de los cambios de gobierno, que la gente se apropie de sus proyectos para que respiren y tengan vida propia.

“Confío en que estemos a la altura del reto”

Gran parte de las inversiones y el crecimiento de las empresas, de la economía real, depende de la confianza, y para ello, dentro y hacia fuera del estado debe haber certezas, en la tenencia de la tierra, en los servicios y en la seguridad pública. Como todas las administraciones gubernamentales que inician, la de Margarita González Saravia goza de un bono de fe en el sector productivo y la sociedad, pero mantenerlo es un deber del ejercicio de los funcionarios, reconoce Sánchez Trujillo.

Es importante, adelanta el próximo secretario saber con quiénes se va a enfrentar el reto y qué se hará para lograrlo. Margarita González Saravia es una garantía porque es una persona honrada y más nos vale a todos (en el gabinete) entender porqué eso es fundamental para el servicio público; pero también ofrece la gobernadora electa genera confianza por su capacidad de gestión, es una mujer proactiva que desde ahora está enfrentando y resolviendo problemas del estado; y así también deberá ser todo su equipo de trabajo, asegura el secretario.

Foto: La Jornada Morelos