Al menos seis robots fueron armados por niños de nivel primaria de la escuela “Pablo Medellín Morales”, de la colonia Chiverías, uno de los lugares con mayor marginación en Zacatepec; los niños, también practican diversas actividades en computadoras con el asesoramiento de 11 estudiantes del Instituto Tecnológico de Zacatepec (ITZ) y de Héctor Medellín Hernández, doctor y catedrático jubilado de la institución profesional.
Los niños, presentaron robots con ruedas, la mayoría, armados en un salón que sirve como taller y fueron presentados ante autoridades municipales y del ITZ.
Héctor Medellín, principal impulsor del proyecto, comentó que se trata de aumentar el nivel académico y educativo de la escuela primaria y se está logrando el objetivo, “mediante el apoyo de los alumnos de servicio social del Tecnológico de Zacatepec, quienes vienen a reforzar con las computadoras lo aprendido en sus aulas y a los niños de sexto (grado de primaria), además se les enseña robótica y el uso de los procesadores de texto y Power Point”.
También comentó que los niños necesitan forzosamente del apoyo y asesoramiento de los jóvenes estudiantes del tecnológico, porque los robots son “muy difíciles de armar”. Se hace con apoyo de manuales.
—No es común que una primaria esté ensayando con robots, se le hace notar al entrevistado.
—No es común y menos que cuando están en su clase de computación, reforzando la materia, son dos niños y un maestro atrás de ellos, observando cómo están aprendiendo en la computadora, cómo están reforzando su materia que les dijo su maestro.
—¿De dónde surgió esta idea? -Se le pregunta al doctor y sonríe un poco, modestamente.
—Pues de mí.
—¿Por qué tuvo la idea de hacerlo aquí?
—Mira, porque en el tecnológico, siempre le echaban la culpa a la secundaria, a los bachilleratos, que los alumnos no tenían comprensión de lectura, íbamos a los bachilleratos y le echaban la culpa a la secundaria, íbamos a la secundaria y se la echaban a la primaria, entonces veíamos el problema a la primaria, entonces vamos a atender a la primaria. Me interesó acudir a una primaria para tratar de revertir esta problemática, aunque sea poquito, pero en algo podría aportar.
—Y hubo respuesta, porque vemos aquí a niños integrados. Se le complementó al ex catedrático.
—Sí, ya hay respuesta, ya en las pruebas ya no está la escuela en el último lugar, tiene su lugarcito ya mejor ubicado.
Y en efecto, en la demostración de robótica que presentaron los niños a los visitantes en el patio soleado de la escuela primaria, se notaron animados, contentos, interesados. Al preguntarles cómo funcionaban, contestaban sobre sus robots. Uno de ellos con un artefacto del tamaño de una botella mediana de refresco que parecía la parte interna de un reloj, con múltiples engranajes, tornillos, banditas, todo de plástico, comentó que era una especie de temporizador. Otros niños hacían avanzar mediante controles remotos pequeños vehículos de juguetes extraños, como los que proyecta la “Nasa” en las supuestas visitas a la luna.
Pero cualquier dirección escolar o comité de padres de familia puede acudir al ITZ si está interesado en este tipo de asesoría que en la primaria mencionada se realiza desde 2017, como lo afirmó Héctor Medellín, “nada más es cuestión de imaginación y de amor al prójimo, es todo lo que se necesita”, externó visiblemente contento con lo presentado.
“Espero que la sociedad tenga más atención con el futuro mediato de los niños. Estos jóvenes del tecnológico son el futuro inmediato, pero el futuro mediato son los niños de la primaria que en unos 20 o 30 años están produciendo para el país, ellos (los estudiantes del tecnológico, Antonio Castillo Barrea y Arturo Bandera Neria, presentes durante la entrevista) en dos o tres años empiezan a producir para el país, entonces hay que atenderlos también.
El hacer sus propios robots es un reto que provoca fascinación en los niños y contribuye a su aprendizaje. Foto: Hugo Barberi
La actividad ha contribuido a fortalecer el rendimiento académico del alumnado. Foto: Hugo Barberi