Traigo a cuento al barón de Montesquieu: “La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha”. Me gustaría preguntarle a Lorena Cantú, coordinadora del proyecto Caudal de Letras Vivas, si la verdad que contiene el anterior aforismo fue uno de los soportes para su idea de invitar a escritoras y escritores morelenses a dar lectura en voz alta a una pequeña muestra de su obra, ante a un público que ahora tiene la oportunidad de percibir los matices, el ritmo y la intensidad de las narraciones en boca de su autor.
Celebro que este domingo 3 de marzo se haya celebrado el segundo encuentro, esta vez con la presencia de cuatro narradoras que vieron abarrotado el recinto de la Fundación Comunitaria Morelense, aquí en Cuernavaca; a saber: Alicia Alarcón, Graciela Barabino, Fanny Gaona Castro y Violeta Sánchez.
La experiencia resultó altamente gratificante para los asistentes, que en los comentarios finales dejaron ver las ventajas de recibir de esta manera el trabajo y la sensibilidad de las autoras. Lorena Cantú, directora del proyecto, también escritora y actriz, enfatizó su idea de crear lazos comunitarios entre los artistas de la palabra y sus lectores en el estado y más allá, beneficiándonos todos a través de esta nueva posibilidad de encuentro, goce y aprendizaje mutuo.
Está prevista la tercera entrega de este ejercicio, que recoge elementos de la lectura teatralizada, tentativamente para finales de abril. Esperen pues, lectores de La Jornada, el siguiente evento de Caudal de Letras Vivas, proyecto al que le deseamos larga vida y la venia de cada uno de ustedes.