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En Morelos, durante el período vacacional de Semana Santa, no hubo saldo blanco. La violencia feminicida se hizo presente: dos mujeres y una niña de 12 años fueron asesinadas en distintos hechos. Además, 14 personas más perdieron la vida en diversos puntos de la entidad, lo que eleva la alerta ante el repunte de homicidios registrados entre el 14 y el 19 de abril.

El viernes 18 de abril, una mujer fue localizada sin vida sobre un camino de terracería en la colonia Ampliación Emiliano Zapata, en Tepalcingo. Su cuerpo presentaba múltiples golpes. Un día después, el sábado 19, otra mujer fue asesinada al interior de una funeraria ubicada en la colonia Cuautlixco, en Cuautla; junto a ella fue hallado el cadáver de un hombre. La tercera víctima fue una niña de 12 años que había resultado herida durante una balacera registrada el 6 de abril en Huitzilac. La menor murió días después y fue sepultada el lunes 15 de abril, en pleno arranque del periodo vacacional.

El saldo de violencia no se detuvo ahí. El 19 de abril, un joven reportado como desaparecido en Zacatepec fue localizado sin vida en Jojutla, y ese mismo día otro joven fue ejecutado mientras circulaba en motocicleta en la misma localidad. En Cuautla, un hombre fue asesinado en la colonia Pablo Burgos.

El miércoles 17, un hombre fue atacado dentro de un taller mecánico en la colonia Santa Cruz, en Cuernavaca, donde fue privado de la vida. Un día antes, el martes 16, se reportaron cinco homicidios: dos hombres fueron ejecutados dentro de un taller de motocicletas en Miacatlán, otro fue asesinado tras irrumpir en un departamento del fraccionamiento Jardines de Reforma en Cuernavaca, y dos más fueron hallados sin vida en el interior de un taxi abandonado en Santa María Ahuacatitlán, también en la capital del estado.

El lunes 15, en el inicio de Semana Santa, se registraron cuatro homicidios más. En Yecapixtla fue localizado el cuerpo decapitado de un hombre. En Temixco se reportó otro asesinato. En Yautepec, un hombre que viajaba en cuatrimoto fue ejecutado en Santa Rosa, y en Miacatlán otro fue asesinado durante una convivencia en la que se consumían bebidas alcohólicas.

Las autoridades no han informado sobre detenciones relacionadas con estos crímenes ni han aclarado cuántos podrían ser clasificados como feminicidios. La violencia letal marcó los días de asueto en Morelos, dejando claro que, una vez más, no hubo saldo blanco.

Estrella Pedroza