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  • Maestra concientiza a sus alumnos y alumnas sobre la violencia en razón de género

El periplo de Elizabeth no fue fácil, la violencia económica y psicológica por parte de su expareja no fue admitida hasta que recibió un golpe que activó su conciencia para reconocer que había soportado años de maltrato, y aunque su autoestima estaba fracturada, y muy baja, el apoyo que recibió de otras mujeres fue clave para no darse por vencida, reponerse y así convertirse en un ejemplo para su hija, y no tener miedo a empezar de cero.

Hace 10 años, la maestra en Historia del Arte y doctora en Literatura en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM) compartió en entrevista para La Jornada Morelos que huyó de su hogar sin que se le permitiera sacar nada y durante meses vivió en casa de amigas y con ropa donada para poder subsistir, ya que su exmarido, después de cuatro meses, únicamente le entregó menos de la mitad de sus pertenencias personales, sin importarle que la comida era escasa, lo que la orilló a dedicarse a otros oficios, ya que sola tuvo que sacar adelante a su hija.

“Decidí salir de mi casa con mi hija y nos llevamos solamente lo que teníamos puesto. Anduvimos varios meses sin tener nada que ponernos y sin tener prácticamente un lugar fijo donde vivir. No tuve trabajo durante dos meses y viví del apoyo de mis amigas. Empecé a buscar después que pude tener algo de autoestima, sobre todo que fue la parte que más se lastimó de mi persona. Trabajaba de todo, inclusive teniendo un doctorado, pues vendía taquitos dorados que yo elaboraba; sin embargo, creo que la historia va también un poco porque todas las amigas que me rodearon en ese entonces me dieron consejos muy exactos. Recuerdo que yo quería meterme de mesera, hasta de limpieza con tal de que mi hija tuviera que comer y una de ellas me dijo es que tú tienes doctorado, tú eres maestra, entonces entiendo que busques un trabajo para que tengas dinero al día, pero pues explota también lo que sabes hacer y por lo que te preparaste”, expresó.

El eco retumbó en su mente y con el autoestima paulatinamente recuperada buscó trabajo en escuelas y fue aceptada en tres; posteriormente, por sugerencia de otra amiga concursó por una plaza para la Secretaría de Educación Pública (SEP) y, posteriormente, se postuló para el Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos (COBAEM), que después de dos intentos también ganó; logros que le han permitido demostrarle a la gente que la rodea, familiares, amigos, a su hija, y principalmente a ella misma, que no hay obstáculos que le impidan salir adelante.

“A lo largo de este proceso he encontrado maestras muy fuertes que han sido un ejemplo y han sido un ánimo, toda esta parte de lo que ahora se llama sororidad. Creo que no es un concepto, sino que se manifiesta en el día a día. Te enteras de historias que son más crueles que las tuyas, algunas más tristes, algunas quizás no tanto, pero de todas ellas aprendes y todas ellas te apoyan y se forma como un gran núcleo, una gran hermandad o no sé cómo podría llamarlo, pero nos apoyamos y tan sólo con que te cuenten su historia yo creo que esta parte te ayuda. En este momento todavía sigo escuchando historias que le pasan a mis alumnas, historias que les pasan a maestras más jóvenes y me reconozco en varios procesos, en varios momentos de violencia. Lo que yo quiero es aconsejarles salir de ahí que eso no les conviene, eso es violencia”, comentó.

Desde su trinchera, actualmente la doctora Elizabeth motiva a sus estudiantes a no repetir patrones machistas y a través de sus clases de literatura “abordamos mucho lo que es la violencia hacia la mujer y la equidad de género. Hacemos varias dinámicas sobre qué significa ser mujer, qué significa ser hombre y qué significa el rol de cada una de ellas y de ellos. También, cómo evitar la violencia, contando sus experiencias, pero también algunas propuestas sobre cómo evitar o cómo mejorar esta equidad hacia la mujer y también explorarla desde el punto de vista literario y poético. También leemos muchas novelas, muchos poemas, e, inclusive, se organizan concursos de poesía que aborda este tema de la mujer. Sobre todo, porque hay una gran fila de alumnas de estudiantes que van para allá, que van a formar una pareja, que van a formar un noviazgo y pues uno no quiere que se repita la misma historia, quieres que sean fuertes y en el caso de los jóvenes que no repitan esos patrones”.

Incluso, adelantó que en mayo organizará un concurso de poesía con el tema de la mujer y la equidad de género, en colaboración de Bachilleres plantel 03, Oacalco y la casa de la Cultura de Yautepec.

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