Envuelta en los colores matinales
trozos de cielo, flores y montaña
a ti, plena de luz y amaneceres
te bordo con mis letras, el poema.
Tus manos de mujer, niña o abuela
aprendieron a hilar risas y penas
con tibieza de sol y luz de luna
arrullaron al niño, entre colores.
Mujer, a ti mujer de mil oficios
sonrisa angelical, niña traviesa
hilvanas tu festiva adolescencia
y tejes como madre , tus afanes.
Para cada ocasión, tu mano borda
en el color imprimes el motivo
dejas poco a poco en los telares
risa, dolor y sueños hilvanados.
A cuestas con amor, llevas al hijo
en otras, tus espaldas cargan leña
celosa vas portando con orgullo
el huipil, bordado con tu pena.
Hoy luces satisfecha y has dejado
tu historia infinita en los telares
pedazos de tu ser, alma de artista
tu esencia de mujer, en un tejido.
María del Carmen Romero