Todos los días debemos luchar por la igualdad de género, para honrar a las mujeres que lo hicieron en el pasado y mejorar las condiciones de las próximas generaciones.
La discriminación hacia las mujeres no ha cesado.
La violencia es un flagelo que golpea sin piedad a algunas hasta quitarles la vida. La justicia casi nunca llega para las mujeres asesinadas en razón de su género.
Y falta paz para una plena igualdad entre hombres y mujeres.
Este 8 de marzo invito a todas las mujeres a no claudicar, desde la trinchera en donde estén. Sí podemos y merecemos equidad de género.
Rubicela Morelos