A casi dos años de haber ocurrido el derrumbe de uno de los paredones del panteón de La Paz, en Cuernavaca, autoridades siguen sin poder conciliar con los familiares de las personas que están sepultadas en la zona del desastre para que puedan ser exhumados y se evite una nueva tragedia.
Carlos de la Rosa, secretario general del ayuntamiento capitalino refirió que ya concluyó el plazo señalado en las notificaciones que fueron publicadas, y de las cuales, solo el 40 por ciento de los familiares de las personas sepultadas en la zona han respondido.
Advirtió que los trabajos de remoción de las tumbas ya dieron inicio; el proceso se llevará a cabo, pese a no existir respuesta o postura de los familiares, puesto que el riesgo de un nuevo colapso es latente.
“Hemos dado opciones para aquellas familias que, por situaciones de carácter personal o religioso, no quieran la exhumación e inhumación, sean llevados a las criptas que específicamente se tienen para atender este caso; es una zona que debe ser intervenida, incluso los trabajos ya avanzan por el peligro que representa este sitio para los ciudadanos”, explicó.
Además, la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del municipio, ya informó sobre el inicio, próximamente de la obra que atienda el problema, principalmente durante el temporal de lluvias, donde la tierra se reblandece y pudiera derrumbarse.
En septiembre del 2022, el paredón del panteón que colinda con la colonia “Los Pilares”, colapsó sobre varias viviendas, ocasionando la muerte de tres mujeres.
Foto: Ayuntamiento de Cuernavaca