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Jiutepec en cuatro actos

• Juitepec, hace cuatro años, tenía una administración derruida, dice

• “Morelos necesita un gobernador cercano a la gente”

• La candidatura a la gubernatura dependerá de “mis cuentas como presidente municipal”

• “Yo no soy corcholata de nadie”

Otto Alberto Pérez y Germán Muñoz

Ser presidente municipal no es fácil. Generalmente un trienio no basta para solucionar todos los pendientes y herencias de administraciones pasadas. Cuando se cree que las cosas comienzan a normalizarse, hay que pensar en la entrega. Idealmente, un trienio municipal se podría dividir también en tres actos: el primero para hacer el recuento de daños, el segundo para trabajar y el tercero para preparar la entrega.

Las cosas pueden cambiar si el presidente municipal se entrega el despacho a sí mismo, esa es una ventaja de la que suelen disfrutar pocos pues deben apelar a los votos de quienes gobernaron durante el primer drama trianual.

Pero hay quienes lo consiguen, como Rafael Reyes, presidente municipal de Jiutepec, quien ya transita en su segundo y último periodo por lo que se “entregó” el despacho a sí mismo, lo que ha facilitado su segunda administración, por lo menos en los aspectos administrativos, porque algunos de los grandes problemas de Jiutepec, que estaban ya ahí cuando él llegó al ayuntamiento, lo son tanto que difícilmente se podrían solucionar en dos administraciones.

Es cierto, gobernar uno de los municipios más ricos de Morelos puede ayudar, pero esa riqueza también es un imán para los conflictos y seguramente es una de las causas de aquellos problemas: zonas de tolerancia, narcotráfico, corrupción, entre varios más. 

Además, que el municipio generara algo así como la mitad de la riqueza del estado, muy probablemente fue el pretexto para que en ejercicios pasados se recurriera a créditos que terminarían pagando las administraciones posteriores. La deuda de Jiutepec hace cuatro años superaba los 700 millones de pesos, sin contar deudas históricas -o “normales” en el argot municipal- con los servicios de agua y con la Comisión Federal de Electricidad, además, también adeudaba algo así como 60 millones de pesos en laudos. 

La administración de Jiutepec, la recibió Rafael Reyes -o “Rafa Reyes”, como lo conoce todo el mundo- hace cuatro años, según sus propias palabras, “derruida”.

Pero ya está en su cuarto año consecutivo al frente de la presidencia municipal y el primer año de su nueva administración no lo ha ocupado para hacer el recuento de daños habitual sino para consolidar su proyecto inicial: sanear la economía del municipio y acercar la administración pública a la gente. Ya logró disminuir la deuda en casi doscientos millones de pesos y liquidó las deudas históricas. Todo “sin necesidad de pedir nuevos préstamos, en esta administración no se ha solicitado ni uno solo”, se ufana. Los laudos aún no se liquidan del todo, pero ya “solo” hacen falta doscientos millones.

Rafa Reyes presidente municipal de Jiutepec, sabía que tres años no bastaban para desarrollar su proyecto político y preparó su reelección; ahora, en su segundo periodo, y cuarto de gobierno consecutivo, es natural que piense en grande y aspire a la gubernatura, como él mismo acepta, pero solo si se cumplen dos condiciones: no ser segundo de nadie y continuar con su visión de gobierno. Él, dice, “no es corcholata de nadie” y “se necesita una verdadera idea de gobierno para Morelos”, pues “no es lo mismo llegar alpoder, que ejercerlo”, dice el presidente municipal en una entrevista con el director de La Jornada Morelos, muy temprano, en un restaurante en el que todos parecen conocerlo.

Jiutepec no es como lo pintan

Jiutepec es una tierra de contrastes: con industria, pero con altas tasas de desempleo, que debe gran parte de su actual riqueza a jardines para fiestas y a la producción de plantas de ornato más que a los impuestos de la industria que en ella prospera, pues el municipio solo recauda el predial. Pero el municipio también alberga el área de giros rojos más concurrida de la zona metropolitana de Cuernavaca y tiene algunos de los índices más altos de violencia y feminicidios en Morelos.

La seguridad es tema del mando mixto, al que está adherido el municipio, el cual ha centrado esfuerzos en la prevención, por ejemplo, en los cuatro años de gobierno de Reyes no se ha autorizado la apertura de ningún club nocturno nuevo en la zona y se vigila de cerca que todos los que operan cumplan con los reglamentos. Además, logró incorporar como Secretario de Seguridad a un vecino de Jiutepec, que conoce el tejido social y toda la zona.

Rafa Reyes conoce Jiutepec y el tipo de problemas que padece -la zona roja, por ejemplo, además de las más activas, es de las más viejas en el estado de Morelos- y, aún con el mando mixto, dice no rehuir su responsabilidad, pero el fenómeno de la violencia y de la inseguridad “ha crecido en todos los municipios del país y Jiutepec no es la excepción, pero ese no es un problema solo municipal, sino también estatal y federal”, niveles, todos “que le han quedado a deber a la sociedad” en materia de seguridad.

Corrupción e impunidad

Por otro lado, en el municipio existe la política “cero impunidad” y se mantiene atento a cualquier acto de corrupción, no solo en cuanto a los cuerpos de seguridad -ya se destituyó a un director de tránsito, y se ha separado del cargo a por lo menos 30 elementos, por ejemplo-, sino también administrativa, tareas que se han facilitado porque, dice, “yo me entero de todo y me llega información permanentemente y soy muy duro como presidente municipal, que está muy bien para la gente, aunque no tanto para todos los funcionarios”.

No hay de otra, si se quieren sanear las finanzas, una de las tareas más importantes es combatir la corrupción administrativa y, en Jiutepec “nadie me puede señalar que haya tolerado ningún acto de corrupción”.

Reyes tiene claro que rendir cuentas claras no solo es un objetivo de justicia social, sino también una forma de ganarse el reconocimiento del público cuando sea la hora de evaluar su administración y confía en que una gran parte de la gente lo califique positivamente –“aunque, desde luego, no todos, porque no puede haber unanimidad a la hora de evaluar a un gobierno,” reconoce- porque vienen para él tiempos políticamente complicados en sus aspiraciones por la gubernatura.

Por lo pronto, tiene el objetivo de “dejar un municipio sin haber contraído deuda pública y habiendo pagado una parte importante de la deuda que me fue heredada. Sin deuda en sistema de agua potable, como lo tenemos hoy que está al corriente para que el próximo presidente municipal no esté sufriendo por cortes de la energía eléctrica como me sucedió a mí. Quiero entregar una administración pública lo más saneada posible. Todo esto ya se logró y ahora toca mantenerlo, por lo menos hasta que me toque entregar el municipio”.

“Morelos necesita un gobernador cercano a la gente”

Rafa Reyes Reyes tiene muy claro su objetivo a corto plazo:ser gobernador de Morelos en el 2024, “a mí me encantaría ser gobernador del estado y estoy trabajando en ello, dependerá de muchos factores, pero lo más importante es el resultado que yo pueda dar como presidente municipal”. 

Por ello debe ser consecuente con su plan de gobierno municipal y, para el gobierno estatal, propone continuar el proyecto que inició en Jiutepec: el saneamiento de las finanzas públicas.

“En Morelos, al nivel estatal, se necesita sanear las finanzas públicas, entender que la mayor cantidad de recursos tienen que destinarse a obras y acciones de beneficio social. Tratar de resolver los cinco pilares fundamentales que requiere la sociedad y en los cuales se asienta la tranquilidad de la gente: necesitamos apoyar la alimentación, el empleo, salud, seguridad, educación, como lo debería hacer cualquier gobierno”.

Para empezar, tendría que regresar al primer acto de cualquier gobierno: “tendría que revisar todo lo que implica el tema de los daños que se hubieran podido encontrar, no me refiero a esta o pasadas administraciones, sino simplemente analizar el saldo que se encuentra y, a partir de ahí, empezar a resolver muchos de los problemas queseguramente se van a encontrar”.

También dice que “se necesita un gobernador cercano a la gente, un gobernador que esté permanentemente en los municipios, en las colonias, en los poblados, en los fraccionamientos, en las rancherías, y mantener una comunicación que permita siempre una franca claridad, y también con una enorme transparencia”. Morelos “reclama liderazgo, unidad, y no unidad sobre actores políticos sino sobre lo que requiere un proyecto de continuidad”.

Pero para eso, aún falta un gran paso pues primero tiene que ganar la candidatura de su partido, MORENA, aduana que puede ser más complicada de lo que se puede apreciar desde afuera: “más allá de imposiciones, lo que tiene que prevalecer en el proceso de selección de candidatos, es una idea clara de lo que sociedad quiere y aspira, como lo dicen los estatutos del partido, que se basan en los resultados de encuestas verídicas para abanderar lo que la gente elija”.

El gran reto de su partido es encontrar la unidad que recientemente ha perdido en el estado, un partido cohesionado, dice, es seguro que gana en el 24, pero “ladivisión interna podría ser catastrófica para MORENA, sin duda”.

En su partido “se deben evitar las divisiones, hay que construir un liderazgo, me parece que no hay tiempo para la división ni la sociedad merece eso. La gente quiere ver un partido unificado, unido, con un proyecto en el cual participemos absolutamente todos los sectores”

“No soy corcholata de nadie”

Pero su plan político es firme, “yo soy de MORENA, me voy a quedar en MORENA, aunque haya una cantidad inmensa de chismes de que si voy a encabezar otra alianza,no, yo me quedo en MORENA y ahí vamos a seguir trabajando”, y le apuesta al respaldo popular y no a las imposiciones: “yo no soy corcholata de nadie, cuando mucho aspiro a ser la corcholata de la sociedad, de la gente”.

“Siempre he sostenido que, al final del camino, el cargo no hace al hombre, sino que el hombre hace al cargo; cuando hay esa capacidad de construir liderazgo, fortaleza en la posición, en lo que se quiere y pretende hacer hacia delante con un proyecto muy definido, con una carta de navegación de hacia dónde queremos llevar a MORENA en Morelos, la sociedad cada vez es más aguda en su crítica y también será más exigente en lo que quiere de aquí hacia adelante”.

“Me sentiré a gusto con el que gane”

En la definición del candidato a la gubernatura, como en el caso de los candidatos a la Presidencia de la República, debe ser transparente y respaldada genuinamente por los militantes. “Si yo aspiro a ir a una encuesta y que, resultado de ella, se elija el candidato a la gubernatura, lo mismo tiene que ser en la Presidencia de la República. Me sentiré a gusto con el que gane, mujer u hombre. Los que nos dedicamos a la actividad pública tenemos que estar preparados para trabajar con quien sea, mujer u hombre, y estar listos para ir a abanderar un proyecto que permita ir hacia adelante”.

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