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Las comunidades trans como disidencias en la Facultad de Artes de la UAEM

Malu Medina

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, el Día Internacional de la Visibilidad Trans (Travesiti, Transgénero, Transexual) nació “con el propósito de remarcar el valor de vida de manera abierta, sin ningún tipo de prejuicio, además sin dejar de reconocer la fuerte lucha que han conllevado personas trans, que han sido pioneros y pioneras de esta lucha”. Las personas trans y la comunidad LGBT forman parte de las “disidencias”; conductas que se separan fuera de lo “común”. En este sentido, la Facultad de Artes (FA) está realizando el ciclo “disidencias” perteneciente al cineclub permanente.

Los ciclos se crean con temáticas; duran un mes y atienden temas de importancia social, a la par de que escuchan a la comunidad estudiantil. La primera función de este ciclo se realizó el miércoles 2 de abril a las 12:00 horas en el auditorio César García de la FA. En esta ocasión se proyectó “Chichifos y Mayates: Sensibilidades y Disidencias Homoeróticas”, un corto – documental que habla sobre lo que normalmente no se habla de la comunidad Gay: la prostitución. A través de dos testimonios, cuentan su historia en relación con el placer de los hombres

En el auditorio, estuvo presente el producto Damián Jacinto, quien es el creador de este cortometraje, ya que nació de su tesis de maestría, la cual estudia los apodos que la sociedad en ocasiones les ha otorgado, como “mayates” o “chichifos”.

En entrevista para La Jornada Morelos, Jacinto contó el proceso para realizar este corto, que a pesar de durar “20 minutos, realmente fueron horas; días de mucho tiempo y solamente fuimos seleccionando algunos episodios”, expresó.

Su primer acercamiento con algunas situaciones que ponían en riesgo a esta comunidad fue cuando sus compañeros y amigos le contaban cómo su pareja los violentaba, lo que les pasaba al caminar por las calles, la violencia y discriminación que sufrían. Luego, al entrar a la maestría en Humanidades del Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales (IIHCS), comenzó a estudiar estas relaciones sociales. Y con apoyo de Daniel Robledo Girón (quien estudio cine en una escuela privada), echaron a andar el proyecto del corto.

Jacinto también cuenta que fue algo complicado de realizar: otros amigos y conocidos no quisieron participar, pues la sociedad aún tiene complejos que impide la expresión, manifestación y visibilización de las personas con este trabajo en esta comunidad. Como consecuencia, el exigir los derechos se vuelve más complicado: “Todavía los -compañeros- cercanos me dijeron que no querían salir, no querían salir nada… por miedo, por tabú, por su familia, etc.”, explicó.

Dentro del evento se encontraron estudiantas de la universidad quienes expresaron su interés en proyectos de investigación y visibilización como este, poniendo sobre la mesa los estereotipos que tienen en relación con la comunidad y que han escuchado, por lo que expresaron la importancia de este espacio para las disidencias, y esperan que haya más espacios así.

Un hombre sentado en una silla

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Dibujo de una persona

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Algunos de los testimonios del documental “Chichifos y Mayates: Sensibilidades y Disidencias Homoeróticas”. Foto: Cortesía

Trueque, prostitución y arte, otra muestra de disidencia

Todos cocinamos, todas comemos

Malu Medina

La Facultad de Artes realizó un conversatorio con Santiago Robles sobre el proyecto “Todos cocinamos, todas comemos”: este proyecto impulsa el arte colaborativo y a la par crea espacios de convivencia. Dentro del evento, Robles contó su experiencia con este proyecto y proporcionó algunos consejos para que los estudiantes los tomen en cuenta.

Todo comenzó el día que Santiago se estableció en una zona de la Ciudad de México con nopales y jitomates encima de una manta roja. Su intención no era vender, sino realizar un intercambio o un “trueque” por lo que quisieran dejar. Santiago no sabía que estaba en un punto de reunión de trabajadoras sexuales debido a que la intención de ellas es pasar desapercibidas en cuanto a vestimenta. Él se percató de este hecho hasta que observó los objetos obtenidos en el intercambio: labiales, condones, lápices de maquillaje, etc.

Pasó el tiempo y llegó la policía. Como el comercio público en esa área está prohibido, comenzaron a huir los comerciantes conocidos coloquialmente como toreros; se les llaman así debido a que ponen en una manta sus productos y cuando llega la policía les dan el aviso, cierran la manta y se echan a correr. Sin embargo, Robles decidió quedarse porque no buscaba vender sus productos, sino intercambiarlos: los policías se quedaron un rato pensando si llevárselo detenido o no. Al final optaron por detenerlo ya que el comercio tiene sus raíces en el trueque. Las trabajadoras sexuales se percataron de ello y decidieron defenderlo, evitando así su detención.

Tiempo después, Santiago regresó al lugar con una manta grande y un par de kilos de tortillas. Una trabajadora sexual se acercó, intercambiaron palabras de una manera amigable y llegaron más trabajadoras sexuales. Todas junto con Santiago fueron a buscar comida para colocarla dentro de las tortillas, y así tuvieron su primera de siete comidas en un espacio público. Estas convivencias se convirtieron en una forma de resistencia ante la vida laboral la cual, afirma Santiago, llega a consumir incluso el tiempo personal. Se crearon pinturas y fotografías de estas convivencias, involucrándolas en todos los procesos. Santiago afirma que ninguna de ellas había tenido una foto suya hasta el momento.

Santiago creó una continuación de las siete comidas, creando “la carpa orgánica”: en un lugar del mercado de la merced; instaló una carpa verde donde invitaba a personas a pasar. Al lugar fueron integrándose mujeres comerciantes “banqueteras”. En un principio, era un lugar para platicar sobre mujeres mexicanas históricas, mientras se pintaban las uñas, sin embargo, poco a poco fueron sugiriendo otras actividades relacionadas a su persona, como peinados, planchas de cabello, etc. Una de las preocupaciones de esas mujeres era la inseguridad que existía ahí, ya que llegaban a robar sus pertenencias, mercancía, incluso los regalos de reyes de sus hijos.

Finalmente, Santiago llevó a algunas personas para que sus compañeras tomaran un curso de pintura. Así crearon pinturas, donde resaltaba un gran lienzo hecho madera, donde ellas se autorretrataron mientras convivían. Estos productos artísticos fueron expuestos en un espacio museográfico, y posteriormente realizaron una convivencia con el público que asistió a la exposición.

Así surgió el libro “Todos cocinamos, todas comemos” de Santiago Robles y todas sus colaboradoras que estuvieron creando arte durante estas convivencias. Además, surgieron otros productos artísticos como escritos, dibujos, fotos y pinturas. También estos eventos ayudan a visibilizar lo que viven estos grupos, y a través del arte, impulsar las legislaciones en materia de trabajo sexual y comercio informal.

Revista Inventio 20 años de sembrar ideas en el pensamiento universitario

Jazmin Aguilar

La Revista Inventio, génesis de la cultura universitaria de Morelos cumple 20 años de existencia como un medio que representa el conocimiento holístico e integral que rodea la razón de ser de la Universidad.

Todo comenzó con una simple palabra de raíz latina cargada de intención y destino. Inventio: “Encontrar el tema del que se va a hablar”, dice su significado más esencial. Una brújula que ha orientado los pasos del conocimiento universitario y le da forma, voz y sentido a su cultura. Desde su fundación en marzo de 2005, Inventio fue pensada como una revista de divulgación académica, editada por la Dirección de Publicaciones y Divulgación, publicaba semestralmente, hasta que en 2013 comenzó a editarse cuatrimestralmente. Hoy, nos deleitamos con sus páginas cada marzo, julio y noviembre, y aunque su formato impreso quedó atrás, ha encontrado en lo digital una nueva vitalidad.

Para conmemorar su vigésimo aniversario, se llevó a cabo una ceremonia en la Biblioteca Central Universitaria, donde se reconoció el trabajo de más de 900 investigadoras e investigadores que han contribuido en más de 500 artículos científicos. Conjuntando en un solo espacio el diálogo, la reflexión y la divulgación científica, consolidado una pieza clave en la construcción de identidad académica y cultural dentro de la UAEM. “a 20 años de su creación, es oportuno abrir la conversación para saber el futuro de esta publicación. Hacia dónde vamos y, hoy, en un contexto distinto al de 2005, cuáles deben ser los derroteros “. comentó la rectora Viridiana León Hernández en la apertura del evento. Quien, además, felicito a todos los colaboradores que hicieron posible todos estos años de trayectoria de publicaciones. “Más que un evento protocolario, fue una pausa para mirar hacia atrás y comprender cómo este proyecto editorial se ha convertido en un verdadero mapa del pensamiento cultivado en la UAEM”, puntualizó.

Elisa Lugo Villaseñor, secretaría académica de la universidad, recordó desde el pódium la lucidez detrás del nombre: “Es la búsqueda de ideas y argumentos que ya existen, pero que deben redescubrirse, hallarlos en la retórica clásica”, explicó

Su línea editorial ha mantenido como prioridad la divulgación de contenidos académicos originales, con énfasis en los ensayos sobre arte, cultura y disciplinas específicas de las unidades académicas de la UAEM. Una característica que ha distinguido a la revista desde su concepción es su sección dedicada a las artes visuales, la cual no sólo enriquece el contenido textual, sino que convierte a cada edición en una pieza estética por derecho propio. Su formato carta, forros a color e interiores impresos en papel couché, combinan la elegancia visual con la seriedad académica, ofreciendo una experiencia de lectura envolvente. Jade Gutiérrez Hardt, directora de Publicaciones y Divulgación, ofreció un repaso sobre la evolución de la revista: desde su primera edición de 90 páginas con 15 artículos, hasta su transición a un formato exclusivamente digital que responde a los tiempos actuales. En su intervención, también se reconoció a Lydia Elizalde Valdés, fundadora y promotora del proyecto inicial, quien sentó las bases para que en la actualidad Inventio sea una publicación con estructura sólida, reconocimiento dentro y fuera del estado y una clara proyección hacia el futuro.

Gerardo Ochoa Fragoso, editor actual de la revista, propuso llevar más allá de la reflexión sobre el papel de las publicaciones universitarias. “Es necesario organizar actividades académicas en las que se reflexione, no sólo sobre el destino de la revista Inventio, sino de otras publicaciones que se realizan en la universidad “, planteó, subrayando la urgencia de revisar, pensar y reconstruir el ecosistema editorial universitario. Incluso abrió la puerta a ampliar el diálogo con otras universidades, como la UNAM, para intercambiar experiencias y desafíos editoriales del contexto actual. “La revista no solo publica ciencia: la construye con estilo. Su diseño es parte del mensaje, de la conversación viva dentro de la universidad”, finaliza.

El acto conmemorativo también contó con la presencia de autoridades universitarias, editores, investigadores y representantes de diversas unidades académicas. Que, en conjunto, reafirmaron el compromiso con una publicación que, más allá de un vehículo de comunicación, se ha convertido en símbolo de una comunidad universitaria crítica, reflexiva y creativa. Inventio no solo ha sido testigo del pensamiento generacional que ha pasado por la universidad, alberga entre sus números cuantiosos estudios de investigadores e instituciones externas. Generando en cada edición, un escenario de encuentro entre voces por escuchar y saberes por compartir, un jardín que sigue cultivando una humanidad culta.

Grupo de personas alrededor de una mesa

El contenido generado por IA puede ser incorrecto. Un grupo de personas posando delante de una pared

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Un grupo de personas posando junto a un pastel

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Facultad de Derecho celebra sus 71 años

Redacción

La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FDyCS) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) conmemoró su 71 aniversario con una ceremonia cívica en el auditorio Fernando Castellanos Tena.

Durante la ceremonia, se destacó el papel fundamental que la FDyCS ha desempeñado en la formación de profesionales comprometidos con la justicia, la equidad y el desarrollo social.

Se recordó a las y los fundadores de esta unidad académica, así como a a todas aquellas personas que, a lo largo de los años, han contribuido a consolidar esta facultad como un referente en la educación superior en Morelos y en México.

La celebración fue encabezada por la directora interina Gloria Rosario Vergara Salinas, y reunió a estudiantes, docentes, egresados y autoridades universitarias para celebrar el legado y la trayectoria de esta emblemática institución.

Gloria Vergara expresó su orgullo por los logros alcanzados por la FDyCS y reafirmó el compromiso de la institución con la excelencia académica y la formación integral de sus estudiantes.

Resaltó la importancia de seguir adaptándose a los nuevos desafíos y tendencias del mundo actual, sin perder de vista los valores y principios que han guiado a la facultad desde su fundación.

Este 71 aniversario de la FDyCS fue una oportunidad para reconocer el valioso legado de esta institución y para renovar el compromiso de seguir formando profesionales capaces de transformar la sociedad y construir un futuro más justo y equitativo.

Como parte de las actividades conmemorativas, se llevó a cabo la presentación del libro Cultura de la paz de la ley al ser humano, obra del académico e investigador Julio Cabrera Dircio, además, se llevará a cabo una carrera deportiva el próximo 12 abril.

Al acto asistieron Irene Perea Arango, directora de Investigación y Posgrado, en representación de la rectora Viridiana Aydeé León Hernández; Adriana Guadarrama Salgado, presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM); Carlos Sotelo Cuevas, en representación de Victoria Morelos Domínguez, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Administrativos (Stauaem); Carla Cinthya Martínez Trejo, titular de la Unidad de Enlace Jurídico de la Secretaría de Educación estatal, en representación de su titular Karla Aline Herrera Alonso; y Juan Ángel Flores Bustamante, Diputado Federal del IV distrito.

Asimismo, acudieron a esta celebración invitados especiales como titulares de unidades académicas universitarias, exdirectores de la FDyCS, funcionarias y funcionarios de diversos órganos de justicia en Morelos.

Una mujer con un micrófono en la mano

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Gloria Rosario Vergara Salinas, directora interina de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAEM. Foto: Cortesía

La Jornada Morelos