

Estudiante de la UAEM representará a México en Olimpiada de Química en Brasil
Jazmin Aguilar

Adrián Pacheco Toledo, estudiante de la Escuela de Técnicos Laboratoristas (ETL) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), está a punto de vivir una experiencia única representando a México en la 59ª Olimpiada Internacional de Química Mendeleev (IMChO-59). Este prestigioso certamen se llevará a cabo del 5 al 12 de mayo de 2025 en Belo Horizonte, Brasil, marcando la primera vez que la competencia se realiza en un país de Latinoamérica.
La Olimpiada Internacional Mendeleev es una de las competencias más exigentes y prestigiosas del mundo en el campo de la química para estudiantes de secundaria. Más de 30 países participan cada año, y los exámenes incluyen tanto pruebas teóricas como experimentales de gran nivel. Este evento es organizado por la Facultad de Química de la Universidad Estatal de Moscú, con el apoyo de la Fundación Andrey Melnichenko, y en esta edición contará con la colaboración de la Universidad Federal de Minas Gerais, en Brasil, como anfitriona.
Silvia Mendoza Vergara, directora de Educación Media Superior de la UAEM, comentó que Adrián ha tenido un camino lleno de estudio y pasión por la química. La directora expresó el orgullo que representa para la institución y para el país tener un estudiante tan dedicado, pues Adrián, quien se encuentra cursando el sexto semestre, ha sido acreedor de la medalla de plata en la Olimpiada de Química del año pasado, y este año recientemente obtuvo la medalla de oro en la edición XXXIV de la Olimpiada Nacional de Química, organizada por la Academia Nacional de Ciencias (ANC), evento que tiene como objetivo motivar a estudiantes de nivel medio superior a cursar carreras de licenciaturas relacionadas con la química.
Silvia Mendoza compartió su entusiasmo por este logro: “Adrián ha sido ganador de la olimpiada interna de la escuela, posteriormente la estatal, después el selectivo nacional, y ahora ha sido convocado para participar en Brasil. Ha tenido esta trayectoria de triunfos porque es un estudiante comprometido, con mucha curiosidad científica y una gran disciplina. Es un orgullo para todos nosotros”, expresó.
Adrián, por su parte compartió que su interés por la química nació desde pequeño al observar los materiales que lo rodeaban. Actualmente, se visualiza estudiando la Licenciatura en Diseño Molecular y Nanoquímica, una carrera que ofrece el Centro de Investigaciones Químicas de la UAEM para cumplir su sueño de contribuir desde la ciencia a resolver problemas que afectan a la sociedad. “Voy a seguir en la química porque me gusta, creo que soy bueno y me gustaría trabajar con ella. Creo que puedo utilizar mi potencial para hacer mejor a la sociedad”, afirmó.
Además del reto en Brasil, Adrián ya está pensando en lo que viene: la posibilidad de clasificar a la Olimpiada Internacional de Química que se celebrará en Emiratos Árabes Unidos. Con la misma pasión que lo ha traído hasta aquí, se prepara para seguir aprendiendo y creciendo.
El respaldo que ha recibido Adrián de su comunidad universitaria ha sido clave en su desarrollo. Desde el acompañamiento de los directivos, de sus compañeros y con la asesoría de maestros de Técnicos Laboratoristas y de la Facultad de Ciencias Químicas, la trayectoria del joven científico se ha desarrollado como el inicio de una prometedora carrera científica.
La participación de Adrián en la IMChO-59 ha sido una oportunidad para visibilizar el talento joven mexicano a nivel internacional, así como el valor de la educación integral que ofrece la máxima casa de estudios, desde su compromiso con la ciencia y la formación de excelencia, la Escuela de Técnicos Laboratoristas reafirma así su papel como semillero de grandes talentos.

Más venados van a la Universiada Nacional 2025
Jazmin Aguilar
Con el regreso de las competencias en la etapa regional de la Universiada, la delegación Venada de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos sigue sumando triunfos y asegurando boletos para la justa deportiva más importante del país a nivel universitario.
El equipo varonil de tocho bandera, liderado por el profesor Ricardo Nakamura, obtuvo sendas victorias frente a la Universidad Anáhuac del Sur y el Tecnológico de Estudios Superiores de Coacalco, lo que les dio el pase directo a la Universiada Nacional 2025. Este logro representa no solo un avance competitivo, sino también el resultado de un proceso constante de preparación.

Por su parte, el equipo femenil de atletismo destacó con excelentes resultados. Aurora Hernández Mejía, alumna de la Facultad de Contaduría, Administración e Informática, logró su clasificación en la exigente prueba de los 100 metros planos, mientras que Diana Yessica Deaquino Aburto, de la Facultad de Nutrición, obtuvo su pase en la prueba de lanzamiento de jabalina. Ambas atletas contaron con el respaldo técnico del profesor Alejandro Juárez, quien además es presidente de la Asociación de Atletismo del Estado de Morelos.
En el campus Chamilpa, el gimnasio auditorio fue sede de la disciplina de ajedrez, congregando a representantes de instituciones como la Universidad del Pedregal, el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec, las Universidades Anáhuac Norte y Sur, La Salle Neza, Ixtlahuaca CUI y la propia UAEM. Tras dos días de intensa concentración y estrategia, las y los Venados Yiribeth Brito Hernández, Jatziry Escarlette Contreras Navarrete, Thayli Aidee Sosa Pastrana (rama femenil) y Diego Salgado Ramos (rama varonil) lograron su clasificación nacional. Todo esto bajo la destacada coordinación del profesor Isidoro Astudillo, quien estuvo al frente de las acciones de esta disciplina.
En los próximos días continuarán las acciones con las eliminatorias de fútbol asociación femenil, boxeo y tenis de mesa, donde más Venados buscarán su pase al evento nacional más importante del deporte universitario y así poner en alto el nombre la UAEM.
Jornadas de inclusión y aprendizaje para personas neurodivergentes en la FCH

Jazmin Aguilar
En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la Facultad de Comunicación Humana de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en colaboración con la Red Discapacidad Morelos y la Fundación Lumaya, organizaron “Aterricemos la Inclusión”, una serie de actividades para aprender, compartir y celebrar la diversidad de los cerebros humanos. Durante la jornada, las instalaciones de la facultad se llenaron de colores, materiales y sonrisas. Con el objetivo de facilitar la comunicación de personas no verbales y fomentar su autonomía, estudiantes y egresados de la facultad ofrecieron materiales didácticos y sistemas de comunicación aumentativa y alternativa, recursos que buscan optimizar el aprendizaje para personas neurodivergentes y para quienes las acompañan día con día: madres, padres, docentes y terapeutas.
“Las personas neurodivergentes presentan un funcionamiento cerebral distinto a lo considerado típico, lo que influye en su forma de procesar la información, comunicarse y relacionarse”, explicó Maricarmen Pérez, representante de la Red Discapacidad Morelos y la Fundación Lumaya. Ella detalló que dentro del espectro de la neurodivergencia se encuentran condiciones como el autismo, la dislexia, la dispraxia (trastorno del neurodesarrollo que afecta la coordinación y la planificación de movimientos), la discalculia (condición que dificulta realizar operaciones matemáticas) y el TDAH, cada una con formas únicas de sentir, pensar y actuar. Subrayó también la importancia de ver y valorar esas diferencias: “Celebrar un mundo neurodiverso significa entender que todas las personas tenemos valor, que podemos aportar algo a la sociedad y que merecemos estar incluidas en todos los ámbitos de la vida social”.
Espacios comunitarios que abrazan
Además de la jornada en la facultad, la comunidad de Comunicación Humana participó activamente en el evento “Celebremos un mundo neurodiverso” realizado el sábado pasado en el Centro de Desarrollo Comunitario Los Chocolates, donde se impartieron talleres sensoriales, actividades con niños y niñas, y hasta una sesión muy especial con Hachi, un perro de asistencia entrenado para disminuir niveles de ansiedad a través del contacto físico y la estimulación multisensorial. “Con solo acariciarlo, las personas pueden relajarse. Incluso, al acostarse sobre su panza, pueden escuchar sonidos internos que recuerdan el útero materno, lo que genera una sensación de seguridad y calma”, explicó Ana Salinas, integrante del colectivo Misión AEI.
En el mismo espacio, se compartieron materiales como agendas visuales, tableros de comunicación, y métodos estructurados como el método TEACCH, enfocados en facilitar la autonomía de personas con autismo y otras condiciones del neurodesarrollo. “Buscamos implementar estrategias de comunicación que permitan a las personas no verbales expresar lo que sienten, lo que quieren y lo que necesitan. Darles voz, aunque no sea con palabras, es parte fundamental de una inclusión real”, comentó Joaly, terapeuta de comunicación humana y egresada de la facultad.
Estudiantes como Alejandra Tavera, del séptimo semestre de Comunicación Humana, también compartieron con entusiasmo parte del trabajo que realizan en sus prácticas clínicas, como el uso de materiales sensoriales, pictogramas y actividades lúdicas para fortalecer el aprendizaje de niñas y niños en el espectro autista. “Todo lo que hacemos busca que nuestros pacientes puedan tener aprendizajes más concretos y significativos, y sobre todo, que se sientan comprendidos”, expresó.
El director de la Facultad de Comunicación Humana, José Israel Melgar García, destacó que estas actividades buscan unir esfuerzos institucionales y comunitarios para evitar acciones aisladas y generar una comprensión más amplia y genuina de la neurodiversidad: “El propósito es avanzar hacia una verdadera inclusión de las personas neurodivergentes en el estado de Morelos. Necesitamos dejar de verlos como ajenos y comenzar a integrarlos activamente en nuestras comunidades”.
El programa también incluyó conferencias clave como “El desafío de criar sin perderse, un hijo con discapacidad” impartida por la Dra. Guadalupe Santos y “Cuidando al cuidador” a cargo del equipo de Misión AEI, que brindaron herramientas y acompañamiento emocional para madres, padres y cuidadores. Más tarde, la escritora Beatriz Villareal presentó su libro Tongui y Mía, una historia pensada para acompañar desde la ternura la vivencia de la neurodivergencia.
Desde talleres de comunicación alternativa hasta perros de asistencia y materiales sensoriales hechos con amor, la jornada por el Día Mundial del Autismo en la UAEM fue una muestra de que la inclusión es posible cuando se construye con empatía, creatividad y compromiso.
