El cerco de Gaza y la locura de la guerra
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En mi anterior entrega traté del sufrimiento que, desde el 7 de octubre de 2023 –cuando Hamas realizó un verdadero genocidio en suelo hebreo y la armada israelita respondió con una guerra que cada día incrementa su intensidad— azota al pueblo gazatí. Dicho pueblo está atrapado entre dos fuegos. Ello no pudo dejar de recordarme la situación que sufrieron los habitantes de Leningrado cuando el sitio de casi 900 días (septiembre 1941-enero 1944) ocurrido durante la Segunda guerra mundial.
Tal y como cuenta Brian Moynahan en su ensayo Leningrado asedio y sinfonía, [1] el compositor Dimitri Shostakovich estrenó, en pleno sitio, el 9 de agosto de 1942, su séptima sinfonía “Leningrado”, donde un centenar de músicos famélicos (sólo 20 habían sobrevivido del centenar que originalmente formaban parte de la orquesta, razón por la que los demás intérpretes debieron reclutarse entre los civiles y algunos soldados del frente) apenas si tuvieron la fuerza para tocar sus instrumentos e incluso un músico murió durante un ensayo.
El cerco de Leningrado contó con su propia Anna Frank y era casi de la misma edad. La niña Tatiana –Tanya— Nikoláievna Sávicheva (nacida el 25 de enero de 1930 y muerta el 1 de julio de 1944 de tuberculosis y cegada por la desnutrición), la cual, con apenas 10 años, ya estaba obligada a cavar trincheras y apagar los fuegos en los tejados causados por las bombas incendiarias nazis, narró en un diario de apenas una decena de páginas, el progresivo deceso, por hambre y frío, de cada uno de sus familiares:
“Zhenia murió el 28 de diciembre de 1941” (por congelamiento, al regresar de la fábrica de minas ubicada a siete kilómetros de su casa). Luego murió la abuelita, Leka, el tío Vasia, el tío Lesha, su mamá. Al final del diario escribió: “Los Sávichev murieron. Murieron todos. Sólo queda Tanya”. [2]
Nos faltarán lágrimas para llorar las historias que los ahora niños de Gaza nos contarán. También faltarán terapeutas que devuelvan la confianza y la salud a aquellos enfrentados a esa guerra cruenta y fútil.
Nunca olvidemos que la ideología de los dictadores y sus compinches, los señores de la fe y de la guerra, hacen sufrir mucho a los pueblos. Los dictadores siempre se han apoyado en los líderes religiosos y generales. Los soldados siguen órdenes sin chistar, fueron condicionados de esa manera: el pensar y las diferencias de opinión están prohibidas en los ejércitos. El general manda, el soldado obedece. Y el costo de las fuerzas armada es exhorbitante. Si sólo el 3% del gasto militar de los EEUU se usase para evitar el hambre del mundo, ella sería historia. [3]
Hace apenas unos años, aplaudíamos que AMLO criticase a Felipe Calderón por la militarización que estaba haciendo en el país.
Ahora AMLO hace lo mismo. Y peor. En su administración los militares se hicieron aduaneros, constructores de megaobras, administradores de aerolíneas.
En las democracias, al contrario, se impulsa a los empresarios civiles… y si no cumplen con los plazos establecidos, si cambian los presupuestos inicialmente establecidos, son castigados.
El ejército no tiene ese problema, puede aumentar, incluso varias veces, el costo de las obras sin tener sanción alguna. Se considera que “todo lo hacen por el bien de la nación”. Craso error que la historia ha demostrado falso.
Recordemos que, en los años posteriores a la revolución mexicana, se estableció que los militares no debían ocupar puestos políticos, que eso debía dejarse a los civiles, pues los que poseen las armas pueden hacer la guerra y tomar el poder. Las fuerzas armadas son, necesariamente, opacas y corruptibles. Es por ello que deben ser reducidas al mínimo. Pero los líderes, más o menos dictatoriales, de la mayoría de las naciones del globo no piensan así. Es por ello por lo que el mundo está, desde hace décadas al borde del fin —según el reloj del juicio final.
AMLO nos está dejando un legado que será muy difícil deshacer.
Foto tomada de Internet / cortesía del autor
[1] Galaxia Gutenberg, 2015.
[2] https://www.elplural.com/sociedad/tanya-savicheva-diario-infantil-amargo-guerra_233349102
[3] Milwaukee independent, Feb 17, 2020.