loader image

 

El sexenio perdido y el enigma venidero

(2 de 2)

 

Como indiqué en mi anterior entrega, desde el punto de vista ambiental el sexenio de AMLO fue un “sexenio perdido”. AMLO solo miró al pasado, sea para culpar a las administraciones anteriores de la corrupción y el despilfarro —que su administración no tardó en reproducir—, sea para intentar sumarse a la lista de “héroes de la patria”.

De tanto mirar atrás, AMLO se olvidó del futuro y es eso lo que las generaciones venideras le reprocharán. Su muy limitada visión apoyó a una economía casi exclusivamente basada en los combustibles fósiles… cuando era necesario virar a las renovables.

Asimismo, avanzamos que el 7 de marzo, la candidata a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez, prometió, con el objeto de garantizar energía suficiente para México, el fomento de la nuclear: “Hay pequeñas plantas de generación nuclear, muy compactas, muy reducidas, que ya no implican un peligro grave para las personas que viven alrededor.”

Tal afirmación es muy cuestionable.

En primer lugar, porque la candidata parece desconocer que no existe la “energía nuclear segura”. Los materiales radioactivos siempre implican riesgo. Two Mile Island, Chernobyl y Fukushima son solo los principales accidentes de una larga lista que han puesto en riesgo ¡al planeta mismo!

Nunca olvidemos que Chernobyl no sólo generó una enorme nube radioactiva que contaminó casi toda Europa y obligó a establecer una zona de restricción milenaria de miles de hectáreas alrededor de la planta, sino que, de no haber sido por los centenares de trabajadores que se sacrificaron, hubiese ocurrido un “síndrome de China”, es decir, una fusión del piso del núcleo del reactor que hubiera podido tener consecuencias planetarias.

La catástrofe de Fukushima, por otro lado, a pesar de haber ocurrido hace más de una década, aún no ha sido detenida y la “pata de elefante” (el núcleo del reactor fundido) aún hoy libera radioactividad, por lo que debe ser enfriado con agua, contaminándola en el proceso. Apenas el año pasado fueron liberados al océano millones de litros de agua contaminada con tritio, todo ello con la protesta de China, pues se desconocen los efectos que tal contaminación puede generar en la vida marina.

En segundo lugar, Xóchitl Gálvez parece ignorar que el uranio, tal y como muestra el Dr. Antonio Turiel en su libro Sin energía. Pequeña guía para el gran descenso (Alfabeto, 2022), es un recurso en franco declive en el mundo. Recordemos que Francia obtiene el 70% de su energía de centrales nucleares y, que obtiene el 40% del uranio que necesita, de Níger. Como la producción de uranio es extremadamente contaminante —sobre todo para los cuerpos de agua—, los niños de Níger sufren por el incremento de la leucemia. Ello ha conducido a la emergencia de un movimiento revolucionario que Francia, dependiente de su uranio, intenta controlar con el apoyo de Nigeria, otra nación pobre y muy inestable. [1]

Nunca olvidemos, tal y como indica la Agencia Internacional de Energía, que en el 2016 se alcanzó el pico de la producción de uranio y que, a la fecha, su producción ya ha caído un 23%. Ello ha conducido al déficit: en 2023 los 440 reactores nucleares operativos en el mundo consumieron 190 millones de libras de Uranio mientras en ese mismo periodo sólo se produjeron 130 millones. Sólo en un año hubo un déficit de 60 millones que debió ser cubierto con reservas.[2]

La consecuencia fue clara en el precio: según indica la World Nuclear Association, del 2018 al 2023 el precio del uranio se quintuplicó.

Antonio y Alicia Valero son claros en su ensayo Thanatia (2019): no hay suficiente uranio en el mundo y, por ello, no es una opción para la reconversión energética.

Concluyo: es un grave error apostar por la energía nuclear. Es muchas veces mejor optar por la promoción masiva de las energías renovables. Y enseñar a la población a vivir con las limitaciones que la intermitencia de tales energías exige.

[1] https://nuso.org/articulo/muera-francia-iva-rusia/

[2] ¿Nos estamos quedando sin uranio?:https://youtu.be/H05GBWedFjg?feature=shared