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¿Las elecciones dejan 100, 000, 000 de damnificados?

 

Muy buenos días, a todos, el título de por sí es cuestionable, pero pareciera que las elecciones del pasado 2 de junio en México, sin quererlo o sin saberlo, habrían dejado en efecto 100 millones de damnificados; lo ocurrido en las urnas, deja de manifiesto dos circunstancias, la primera es que la mayoría del pueblo de México, y me refiero a la aplastante mayoría de más del 65%, avala el gobierno proteccionista del Presidente Andrés Manuel López Obrador y, la segunda, es que la elección del pasado domingo, no le deja mucho que decir a los detractores del Gobierno del Presidente de la cuarta transformación y del proyecto de nación que él y sus aliados creen es el correcto para el desarrollo de una nación que, en el concierto internacional, sigue siendo un país tercermundista, en vías de desarrollo y con muy pocas oportunidades de ser competitivos en la economía global.

Ayer me preguntaban si estábamos en vías de convertirnos en una dictadura mediante un gobierno autoritario, y en el entendido de que la dictadura representa un sistema de gobierno autocrático en el que el poder se concentra en manos de un único líder o de un grupo selecto de individuos que actúan con restricciones mínimas o nulas.

Respondía yo “no creo que México llegue a ese extremo y menos en las condiciones que geográficamente ocupamos en el mundo. Pero también habrá que esperar”.

Lo que sí es cierto, es que las elecciones del pasado 2 de junio dejaron de manifiesto, que la sociedad que tenemos y hoy es una sociedad de $3, 000 pesos en el que los programas sociales de un gobierno proteccionista se han vuelto la excusa perfecta para el subempleo para el subdesarrollo para el conformismo, pero también y se ha vuelto el mecanismo electorero más exitoso de América Latina.

Desde luego disfrazado de Derecho Constitucional, hoy este país, en su inmensa mayoría cobijado por esta dádiva gubernamental, sin saberlo, sin reconocerlo o aún sabiéndolo, y reconociendo, mejor dicho, no le ha importado dejar a más de 100 millones de mexicanos damnificados como nunca en la historia del país.

Y aunque habrá recuento de votos en el 60% de las casillas de la elección presidencial por inconsistencias, entre actas y PREP, según el INE me huele más a alargar la agonía o relegitimar el aplastante triunfo de Andrés Manuel López Obrador, de Claudia Sheinbaum, de la izquierda mexicana y de la cuarta transformación en el país.

Y por qué digo esto porque al 68% de la población no le ha importado el cómo sino el ¿por qué?, no le ha importado que la mayoría absoluta que le ha dejado a la próxima Presidenta de México, en la Cámara de Diputados, le permitirá consolidar el proyecto de su visión personal y de grupo de transformación, en México a merced de su voluntad política, de gobierno, incluso de gestión administrativa en los próximos meses, o sin duda en el primer periodo de sesiones de la próxima legislatura del Congreso de la Unión, estaremos o seremos testigos del inicio muy surrealista de la desaparición de los poderes y de la autonomía de los poderes frente al poder público, seremos testigos de la reforma judicial, que pretende que los ministros en adelante sean electos por el pueblo, dejando así al máximo tribunal del país, históricamente reconocido por haber sido integrados por Juristas, Constitucionalistas y estudiosos del derecho como nadie en el país, a merced de personajes como la ministro, Batres y su ignorancia.

La conformación del próximo congreso de La Unión y de la inmensa mayoría de los congresos locales, ponen en riesgo la gobernabilidad, la soberanía y el equilibrio jurídico de una Nación, lo que es cierto e indiscutible, es la legitimidad con la que la enorme mayoría de ciudadanos y ciudadanas en México, le han otorgado el poder absoluto a la próxima presidenta de México en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo.

Poco debemos hablar de los contrapesos políticos en un Congreso y en un Senado conformado básicamente por los líderes de la insulsa la oposición en el país, el PRI de Alito Moreno, un personaje sin escrúpulos, oscuro, tramposo, corrupto que no le importó vender al PRI a su historia, que no le importó sepultar otrora partido hegemónico del poder, de la construcción de instituciones, provisor de justicia y paz social, de gobernabilidad en México, ni a personajes como Marko Cortés, a quien no le importó tampoco dejar en la peor circunstancia de su historia, al antagonista preferido de la democracia nacional.

Esos serán los personajes que irán al Congreso de la Unión, al Senado de la República, quienes desde mi juicio personal, serán comparsas sólo de las decisiones gubernamentales del México, autoritario, cuasi dictatorial del que me preguntaban ayer, y del México que hoy se demuestra es conformista, es agachón, pero hay que decirlo también es agradecido con quien en su visión particular, ha intentado ayudarles a salir adelante muy a su estilo, muy en la posibilidad de vivir en la estabilidad económica que presume el Gobierno Federal.

Es cierta el alza en los precios de los productos de la canasta básica, pero también es cierto que como nunca en la historia, las personas cuentan con más dinero en los bolsillos y hay una gran cantidad de mexicanas y mexicanos que no piensan igual, pero sin duda o no se manifestaron en las urnas o el proyecto alternativo de nación y el segundo piso de la cuarta transformación está en vías de desarrollo y será en manos de la primer mujer Presidenta de la historia democrática de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

Muchas Gracias y nos leemos en la próxima.

*Padre de familia, político y soñador en busca siempre de un mejor Morelos para todos.