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La Catrina… ¡Lotería!

Estamos a unos días de vivir una de las festividades más representativas de México, una fiesta que une a las familias para celebrar la vida y recordar a quienes ya no están con nosotros. Sin duda, el 1 y 2 de noviembre son días que invaden de nostalgia el ambiente, pero irónicamente la fiesta y los disfraces que hacen alusión a la muerte se ven por doquier. Aún recuerdo los concursos de ofrendas y de catrinas en la escuela; la catrina más original se llevaba el premio, pero… ¿alguna vez te has preguntado el origen de este mítico personaje?

La Catrina, La Huesuda o La Muerte, es una figura esquelética y misteriosa que se ha convertido en un ícono de la cultura mexicana, es mucho más que solo una calavera adornada. El origen de esta figura se remonta a inicios del siglo XX, y en un principio, no era precisamente un símbolo de moda asociado al Día de Muertos. Fue un ilustrador mexicano llamado José Guadalupe Posada quien le dio vida. Su creación original se llamaba “La Calavera Garbancera,” y su intención era burlarse de las clases privilegiadas de México que renegaban de sus raíces indígenas y adoptaban la moda europea.

Esta figura era una especie de protesta silenciosa contra la desigualdad social y la injusticia.

Representaba a las personas que, a pesar de ser de origen indígena, trataban de ocultar sus raíces para parecer más “europeas.” El sombrero exagerado y lujoso, simbolizaba el deseo de dejar atrás su herencia y aparentar algo que no eran. Incluso los moños detrás de las orejas eran un guiño a las empleadas domésticas.

La Catrina, aunque nacida en un contexto de crítica social, se ha convertido en un ícono de la moda y la cultura mexicana. Su imagen adorna ropa, accesorios y se exhibe en todo el mundo. Pero, no perdamos de vista su origen. En su rostro sonriente y elegante, todavía hay un mensaje profundo sobre la importancia de abrazar nuestras raíces y luchar contra la desigualdad.

La historia de este esquelético personaje no podría estar completa sin Diego Rivera. El pintor y muralista mexicano dejó, entre sus obras más importantes, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.” Este trabajo, que actualmente se expone en el Museo Mural Diego Rivera, es un autorretrato del artista en el cual este se ve acompañado por diversos personajes emblemáticos de la historia de México. De acuerdo con CONACULTA, el nombre “La Catrina” fue otorgado por el muralista mexicano y se deriva de la palabra “catrín.” Esta palabra solía utilizarse para describir a un hombre elegante y bien vestido, generalmente acompañado de una mujer con características similares. Esta imagen era común en la aristocracia a finales del siglo XIX y principios del XX.

Actualmente, La Catrina es uno de los símbolos del Día de Muertos. Su presencia es común en papel picado, en disfraces y en altares. La mayoría de la gente asocia a la figura con estas fechas tan importantes para la cultura mexicana. Sin embargo, vale recordar su sentido inicial y el trasfondo de su origen, ya que, hasta la fecha, “La Calavera Garbancera” es un recurso de protesta. Así que, la próxima vez que veas esta figura en una camiseta o en una exposición de arte, recuerda su historia.

Nos leemos en la siguiente entrega, ¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches y hasta la próxima!