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La capital de Burkina Faso, Uagadugú, volvió ayer a la calma luego de que el depuesto líder militar Paul-Henri Sandaogo Damiba huyó a Togo. La ciudad se veía tranquila tras dos días de tensión entre el teniente coronel derrocado y el capitán Ibrahim Traore, quien encabezó el alzamiento para derrocarlo. El país africano sufre desde hace siete años una ofensiva de grupos yihadistas que ha provocado miles de muertos y ha obligado a 2 millones de personas a huir de sus hogares