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Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador de Morelos, respondió a las acusaciones de Lucía Meza, senadora y abanderada del Frente Amplio por Morelos rumbo a la gubernatura, quien lo acusó de imponer a sus cercanos y de favorecer actos de corrupción en el proceso interno de elección de candidatos en Morena.

Cuestionado por diversos medios de comunicación, Blanco desmintió su participación, declarando: “Yo no tuve nada que ver. ¿La señora sabe por qué no está en Morena?”.

Además, reflexionó sobre la dinámica interna del partido, mencionando la posibilidad de utilizar encuestas para definir candidaturas.

Ante la expectativa de la oposición sobre un candidato no registrado, Blanco Bravo comentó: “Sabíamos que era una posibilidad que la senadora se fuera por el frente. Pero bueno, vamos a ver qué pasa”.

Al abordar asuntos personales, el gobernador destacó la trayectoria de Lucía Meza y su transición entre partidos. Sobre la preferencia de la senadora por sus intereses personales sobre la ideología de Morena, Blanco Bravo comentó: “Si la señora quiere competir, que priorice sus intereses”.

Enfatizando su lealtad, Blanco Bravo afirmó: “Siempre he dicho que soy de una pieza, no estoy agradecido con Morena solo por abrirme las puertas del Palacio. Gracias a eso, tenemos obras espectaculares”. Concluyó destacando la importancia de proyectos locales y el acuerdo logrado para preservar recursos cruciales para el desarrollo.

Durante el proceso interno de Morena, dos de los aspirantes que aparecen en la encuesta son personas cercanas al mandatario. Por un lado, Víctor Mercado, ex titular de la Secretaría del Transporte de Morelos y asesor de la gubernatura con licencia temporal. Además, Sandra Anaya, quien es la titular de la Secretaría de Administración del Gobierno de Morelos y excandidata a regidora por Cuernavaca en el proceso pasado, sin ningún otro antecedente político y menos conocida en la entidad.

Anaya fue la gran sorpresa en el proceso interno de Morena Morelos, ya que no tiene referencias de trabajo con la gente, no es conocida al interior de Morena y tampoco en Cuernavaca. Algunos morenistas denunciaron de manera anónima, por temor a represalias, que Anaya habría sido imposición de Blanco Bravo.